
Luis Eduardo Escobar: “Jeannette Jara me dijo que era socialdemócrata y que no creía en la eliminación de las clases sociales ni en la dictadura del proletariado”
Hace diez días fue contactado por la candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara, para integrarse a su equipo económico. "Tenemos que encantar al sector privado para que vuelva a invertir. Para eso tiene que haber confianza", afirma el economista, cercano al PS, quien integra un grupo de cinco asesores que diseñará el nuevo plan económico de Jara. “Nuestra tarea es hacer un programa nuevo que respete la institucionalidad que tenemos", dice. Además, desecha la propuesta de la candidata de fijar un salario vital de $750 mil. "El consenso dentro del equipo es que llegar a $750 mil en cuatro años es bien difícil", zanja.

El jueves fue presentado como uno de los integrantes del equipo económico de la candidata del oficialismo, Jeannette Jara. Luis Eduardo Escobar Fritzsche (75 años), economista de la Universidad de Chile, máster en Economía de la Universidad de Maryland, con más de dos décadas en el FMI y exasesor de Hacienda en el gobierno de Ricardo Lagos, no tiene militancia, pero su domicilio político ha sido siempre la centroizquierda. En 2009 apoyó a Marco Enríquez-Ominami y en 2017 trabajó en la candidatura de Alejandro Guillier.
Su padre, Luis Escobar Cerda fue ministro de Economía de Jorge Alessandri Rodríguez (1961-1963) y de Hacienda de Augusto Pinochet entre 1984 y 1985.
Escobar, hoy presidente de la Empresa Portuaria de Valparaíso, se define así: “Soy socialdemócrata a la antigua. Siempre he estado cercano al PS, en particular pero nunca militante. En una época, era miembro activo de la Asociación de Economistas Socialistas. Y ahí estuve hasta el gobierno de Bachelet, más o menos, pero esa es una organización independiente del PS”.
El economista cuenta que hace unos diez días lo llamó Jeannette Jara para integrarse a un equipo económico donde trabajará, por ahora, con Osvaldo Rosales, Andrea Bentancor, Nicolás Bohme y Sebastián García.
Durante la pandemia fue uno de los economistas que apoyó los retiros de los fondos de pensiones. Sin embargo, aclara que “mi posición, ante todo, es que los fondos de pensiones, como principio, son intocables. Pero hay veces en que para salvar la casa es necesario hacer sacrificios”, justifica. “Durante la pandemia, la situación de ingresos de los grupos de más bajos ingresos, y no tan bajos también, era crítica. Enfrentado a la crisis económica de los hogares, el gobierno del Presidente Piñera no reaccionaba, como sí lo hizo oportunamente en los aspectos sanitarios. Cuando finalmente reaccionó, con posterioridad a los retiros, ya era innecesario e inconveniente y se constituyó en el más grave error fiscal de las últimas décadas”, agrega.
¿Que lo lleva a participar en la candidatura que, para muchos, no es de centroizquierda, sino del Partido Comunista?
Lo primero es que Jeannette Jara no es la candidata del Partido Comunista. Nadie desconoce que sea militante desde joven, pero creo que Jeannette Jara, como cualquiera de los otros tres candidatos que estuvieron en la primaria, eran de la coalición de centroizquierda. Ella está capacitada para representar estas posiciones de centroizquierda y además ha dicho que ella se siente socialdemócrata, por lo estoy disponible para ayudarla en eso.

Se ha instalado en algunos economistas que esta candidatura, al ser liderada por el PC, va a tratar de cambiar el modelo económico actual…
Ninguno de los cinco economistas que presentó lo piensa. Ninguno está disponible para hacer un gobierno comunista a la antigua, ni mucho menos. Lo que estamos conversando es hacer reformas que mejoren la calidad de vida de la gente y que reimpulsen el crecimiento.
¿Se moverá dentro de la economía de mercado?
Vamos a seguir avanzando por el mismo camino. Se buscará fortalecer la inversión pública a través de concesiones, pero los cimientos de la economía actual se mantienen.
¿La candidata cuando lo llama usted le fijó un marco de acción, lineamientos, o tendrán autonomía para realizar las propuestas para el programa económico?
Nosotros estamos aquí por lo que pensamos y lo que pensamos está escrito. Está registrado y no porque vaya a cambiar de opinión. Lo mismo con Osvaldo Rosales, que fue nuestro principal negociador de los tratados de libre comercio y los otros economistas que eventualmente podrán sumarse al equipo, tendrán un pensamiento socialdemócrata.
¿Han hablado con la candidata sobre el nuevo programa?
Sí, hasta ahora hemos hablado más bien individualmente. Me he juntado unas tres veces con la candidata y hemos tenido largas conversaciones. Ella me dijo que era socialdemócrata y que no creía en la eliminación de las clases sociales, ni en la dictadura del proletariado. Ahora tenemos que hacer el trabajo de coordinación y de integración del equipo, porque esto va a ser un equipo.

¿Cuánta libertad van a tener ustedes para hacer el programa?
Toda la que corresponde dentro del marco de lo que es la centroizquierda.
¿Cuánto cambiará el programa que se presentó para la elección primaria?
Mucho se habla de ese programa, pero ese programa son siete páginas, de las cuales la parte económica es un pedacito muy escueto, entonces ese no es un programa de gobierno, sino que es un conjunto de ideas, que incomodaron a la candidata Jara y que es la razón por la cual los autores de ese programa no están en el comando. Nuestra tarea es hacer un programa nuevo que respete la institucionalidad que tenemos hoy día en Chile y nos permita ganar las elecciones en noviembre.
Precisamente, uno de los temas que estaba en ese programa era que la demanda interna iba a jugar un importante rol para impulsar el crecimiento. Eso generó bastante crítica por parte de los economistas. Incluso Sebastián Edwards lo comparó con el gobierno de Salvador Allende, ¿cómo explica esa propuesta?
Hay frases detonantes o palabras que evocan reacciones inmediatas. Lo que decía en esas siete páginas era el crecimiento en base a la demanda interna. Ese es un concepto muy cercano a la época de Salvador Allende e incluso anterior, de la época de los años 50, pos Segunda Guerra Mundial, que es el crecimiento hacia adentro, sin considerar las exportaciones. Por ello la gente reacciona. Mis colegas reaccionan instintivamente a cualquier cosa que huela a crecimiento hacia adentro. La demanda interna, bien definida, es consumo más inversión. Nosotros lo que queremos es que crezca la inversión y que crezcan las exportaciones. Un crecimiento hacia afuera, porque nosotros somos un país demasiado chico para crecer en base a la demanda interna. Ese es un lujo que se puede dar China o Estados Unidos. Nosotros lo que queremos fortalecer es la inversión.

Dentro de los motores del crecimiento, ¿va a seguir jugando un papel importante el sector externo, las exportaciones?
De todas maneras. Sin sector externo, Chile no crece. Los motores son inversiones y exportaciones.
¿Qué rol jugará el sector privado en un eventual gobierno de Jara?
Tenemos que encantar de alguna manera al sector privado para que vuelva a invertir. Para eso tiene que haber confianza. Los inversionistas privados en Chile han sacado mucha plata del país. Lo que nos interesa es que ellos vuelvan a invertir en Chile, pero para eso se requiere confianza. Eso se consigue conversando para lograr los acuerdos necesarios para generar esas confianzas.
Hoy la proyección para el crecimiento tendencial de la economía es en torno al 2% para los próximos 10 años. ¿Qué tiene pensado hacer distinto un eventual gobierno de Jara?
Hay sectores en los cuales tenemos un espacio de crecimiento bien grande. Si se acometen ciertas inversiones, podemos expandir mucho nuestra capacidad de exportación. Entonces, el problema no es que no haya oportunidades de inversión, sino el viejo problema que planteó Keynes en la década del 30. ¿Cómo hacemos para que los inversionistas tengan ganas de aprovechar las oportunidades de inversión que hay? Y eso requiere diálogo, acuerdos, conversaciones. Esa es la tarea política.
¿Qué se debe hacer para acercar o disminuir la desconfianza del sector privado?
Lo expresó bien la candidata en el encuentro que hubo en la Sofofa esta semana y tiene que ver con decirle al sector privado que lo que necesita para poder invertir junto con tener reglas claras, sacar de encima regulaciones que no funcionan, que el Estado invierta en aquellas cosas que los privados necesitan para facilitar sus inversiones, también hay una cosa que es fundamental, y eso es la paz social. Sin paz social no hay inversión. Entonces, ¿qué es lo que Jeannette Jara puede aportar a esta conversación? Buenas políticas públicas y paz social.
La candidata ya cerró la puerta a bajar impuestos a la empresa. ¿Podría generar críticas aquella decisión?
Ella ha dicho que no se bajará la carga tributaria total, porque con la carga tributaria actual ya tenemos dificultad para financiar lo que está aprobado por ley. Entonces, mientras esté ese problema de cómo vamos a financiar los gastos ya comprometidos, no podemos bajar la carga tributaria. Si bajamos la carga tributaria, vamos a tener un déficit mayor y eso generará un aumento de la deuda, lo que elevará la tasa de interés que afecta a todo el mundo. No está en la conversación del equipo ni en la candidatura hacer ninguna reforma tributaria y eso me parece razonable.
¿Cuáles son las razones de que la inversión esté tan baja?
Falta confianza.
¿Y por qué no está la confianza? ¿Por qué no ha estado en este gobierno?
Durante los últimos 10 años la inversión ha crecido el 2%. No tiene que ver con este gobierno.
Esta candidatura, ¿cómo mira al sector privado?
Como un socio estratégico. En un país en que entre el 80% y el 90% de la inversión total la hace el sector privado, si lo miras con desconfianza, estamos liquidados. No hay cómo motivarlos para que inviertan.
Esta semana se informó que la tasa de desempleo se ubicó en un 8,9% y se crearon solo 141 empleos en el neto en un año. ¿Qué cambios harán para reimpulsar el mercado laboral en un corto plazo?
Crecer, crecer, crecer. Si no hay crecimiento, ahí está la cifra de bajo empleo.
Algunos plantean que los cambios en la legislación laboral, como la reducción de la jornada laboral y el aumento del salario mínimo, tuvieron un impacto en el estancamiento de la creación de empleo.
Lo que manda es el crecimiento, más que los cambios en la legislación laboral. ¿La ley 40 horas? No me vengan con cuentos: en la mayoría de los países desarrollados se trabaja 40 o menos. Además, se ha ido implementando de manera gradual. Eso no quiere decir que las regulaciones no sean importantes. Por ejemplo, cambiar el sistema de indemnizaciones, eliminando el tope de años, sería un problema. Por ello, no realizaría ningún cambio.
Una de las propuestas que ha generado bastantes críticas de parte de los expertos es que se subirá el salario mínimo o vital a $750 mil en cuatro años. ¿Esa propuesta se mantendrá?
Es bien difícil lograrlo, porque implica un aumento salarial muy grande. Lograr los $750.000 es un número difícil de alcanzar sin tener efectos colaterales.
¿Esa propuesta de lograr un salario mínimo de $750 mil se reformulará?
El consenso dentro del equipo es que llegar a $750 mil en cuatro años es bien difícil. No puede ser un compromiso, porque hay cosas que uno no controla.
¿Este cambio ya fue conversado con la candidata? ¿Esa meta que estaba en el programa ya no estará?
Nosotros en esta etapa de la campaña no nos vamos a hacer cargo del programa de las siete páginas. Para los economistas que ahora integramos el equipo, ese número de los $750 mil no es un compromiso.

¿Pero habrá una meta de salario mínimo?
Ningún economista serio puede decir que el salario mínimo llegará a una cifra determinada en un plazo, porque no hay manera para predecir las distintas variables.
¿Lo que se buscará proponer en lo económico se acerca más a lo que han hecho los gobiernos de la Concertación y la Nueva Mayoría más que algo más disruptivo?
Sí, lo que se busca es seguir avanzando en tratar de construir un país más socialdemócrata, donde haya servicios más universales. Por ejemplo, en salud pública no podemos tener listas de espera de tres años, mientras las clínicas están diciendo que tienen espacio para acelerar, (pero) las atenciones se debe negociar el precio. Una de las características del modelo socialdemócrata, a diferencia del modelo liberal, es que nosotros lo que tratamos de hacer es universalizar los beneficios de manera gradual y en la medida que tengamos los recursos para poder hacerlo
¿Tienen una meta de crecimiento?
Para nosotros, sería una buena meta llegar al 4% al final del período. Es decir, el 2029 estar creciendo al 4%. Es una meta difícil, pero realista.
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