
Mercado laboral se estanca y desempleo femenino llega a dos dígitos por primera vez en cuatro años
De acuerdo al INE, el desempleo total subió a 8,9% -su segunda alza consecutiva- y la creación de empleo fue de solo 15 mil nuevas plazas. Los expertos afirman que el mercado laboral se ha deteriorado más rápido de lo previsto.
El mercado laboral sigue generando noticias preocupantes. El desempleo subió a 8,9%, 0,6 puntos porcentuales más que hace un año y la creación de nuevos puestos de trabajo se sigue frenando.
De acuerdo a lo informado por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en el trimestre marzo-mayo se crearon sólo 14.500 nuevas plazas laborales, siendo la más baja desde la pandemia.
Pero esta desaceleración en el empleo ya completa tres meses consecutivos de bajas: en el trimestre móvil enero-marzo fueron 80 mil, en febrero-abril solo 20 mil nuevos puestos de trabajo y ahora los poco más de 14 mil.
El alza del desempleo, según explicó el INE, se debió a que el alza de la fuerza de trabajo (0,8%) fue mayor a la presentada por las personas ocupadas (0,2%), es decir, el mercado laboral no está siendo capaz de absorber la mayor demanda por empleo.
Por su parte, las personas desocupadas aumentaron 8,5%, incididas por quienes se encontraban cesantes (8,3%) y quienes buscan trabajo por primera vez (10,4%). El número de desocupados llegó a las 917 mil, la más alta desde febrero-abril del 2021, en plena pandemia.
En el detalle del aumento del empleo las personas ocupadas crecieron 0,2%, incidida exclusivamente por las mujeres (0,5%), debido a que los hombres registraron una reducción de 0,1%.
Los sectores económicos que más contribuyeron al incremento de la población ocupada fueron alojamiento y servicio de comidas (11,2%), minería (9,8%), comunicaciones (10,7%) y actividades financieras y de seguros (10,4%); mientras que, por categoría ocupacional, el alza se observó en personas asalariadas formales (2,1%) y empleadoras (2,1%).
Para los economistas la situación del mercado laboral ya es preocupante, puesto que se ha deteriorado más rápido de lo previsto con una baja creación de empleo.
Juan Bravo, director del OCEC-UDP, sostiene que “las cifras muestran un marcado deterioro del mercado laboral. La tasa de desempleo sube en 6 décimas respecto al mismo periodo del año anterior. Con ello, se cumplen 3 meses consecutivos sin caídas de la tasa de desempleo, confirmando un cambio de tendencia hacia un alza de este indicador”.
Similar visión entrega Carmen Cifuentes, economista de Clapes-UC, quien apunta a que “La creación de empleo sigue estancada; en los últimos doce meses se generaron apenas 15 mil nuevos puestos de trabajo, la cifra más baja para un trimestre comparable desde que inicia la serie en 2010, excluyendo el período de destrucción masiva por la pandemia”.
La experta añade que “el desempleo no solo está a punto de superar el 9%, sino que ya acumula 29 trimestres móviles consecutivos por sobre el 8%, reflejando una tendencia persistente. La situación se vuelve aún más preocupante al observar la tasa de desempleo de larga duración (personas que llevan un año o más buscando trabajo), que alcanzó una media móvil anual de 15,8%, el valor más alto desde fines de 2022”.
Ingrid Jones, economista de LyD apunta que “son cifras muy negativas. Sin considerar la pandemia, este es el registro más bajo de creación de empleo de los últimos 15 años, más bajo que el dato del mes anterior que ya había sido malo”.

Mujeres en dos dígitos
Una de las variables que también levantó la alerta entre los especialistas es el aumento que está mostrando el desempleo en las mujeres que se situó en 10,1%, aumentando 0,8 pp. en el período producto del ascenso de 1,4% de la fuerza de trabajo, mayor al de 0,5% registrado por las mujeres ocupadas.
Por su parte, las desocupadas crecieron 10,6%, mientras que la tasa de participación se situó en 53,0%, avanzando 0,2 pp.; mientras que la tasa de ocupación alcanzó 47,7%, retrocediendo 0,2 pp. en el período. Las mujeres fuera de la fuerza de trabajo, por su parte, se expandieron 0,3%, influidas por las inactivas potencialmente activas y las iniciadoras. Este es el mayor nivel desde la pandemia.
En los hombres, la tasa de desocupación fue un 8,1%, creciendo 0,5 pp. en un año, a raíz del alza de 0,4% de la fuerza de trabajo, y la disminución de 0,1% registrada por los hombres ocupados en el período. Los desocupados, en tanto, aumentaron 6,6%; mientras las tasas de participación y ocupación se situaron en 71,7% y 65,9%, decreciendo 0,3 pp. y 0,7 pp., respectivamente. Los hombres fuera de la fuerza de trabajo, en tanto, se expandieron 2,2%, influidos por los inactivos habituales e inactivos potencialmente activos.
Cifuentes resalta que este es “es el nivel más alto desde 2010, excluyendo el período de la pandemia, y confirma una tendencia sostenida de deterioro. Este escenario refleja no solo las barreras persistentes para su inserción laboral, sino también el riesgo de retrocesos en los avances de participación alcanzados en la última década”.
Para Bravo, “ciertamente es alarmante que la tasa de desempleo femenino haya superado el umbral del 10% por primera vez en 4 años. A diferencia de los hombres, en donde se observa una caída de la tasa de participación laboral respecto al mismo periodo del año anterior, en el caso de las mujeres la tasa de participación está aumentando”.
Mientras que Jones, dice que “es muy preocupante lo que se ve en el caso de las mujeres, pues sin considerar el periodo de pandemia, no se alcanzaban estos registros desde el primer semestre de 2010, y si bien, la tasa de desempleo en hombres también aumentó en términos anuales, la de mujeres aumentó en una mayor magnitud, ubicando el desempleo en mujeres 2 puntos porcentuales por sobre los hombres”.
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