Los economistas salieron a refutar los principales mensajes que entregó el Presidente Gabriel Boric sobre si la economía está en una inflexión y que se crecerá más los años que vienen, argumentando que se dará “porque la macroeconomía está ordenada, porque existe un conjunto amplio de inversiones privadas avanzando, con montos de inversión récord ingresando al sistema de evaluación ambiental, y porque estamos a semanas de aprobar una reforma estructural a los permisos sectoriales que, sin bajar el estándar regulatorio, va a permitir que estas inversiones se tramiten con mayor celeridad”.

Los economistas coinciden en que, si bien hay mejores perspectivas para la actividad y la inversión, la explicación radica en que la incertidumbre política disminuyó principalmente porque la agenda de cambios y reformas con las que ingresó el gobierno, principalmente la tributaria no prosperó. El segundo elemento es que los procesos de cambios a la Constitución se cerraron sin éxitos.

Patricio Rojas, economista de Rojas y Asociados, sostuvo que “durante este periodo el crecimiento de la productividad a sido nula, y si hay una mayor expectativa de un aumento en la inversión está asociado a una situación política que no se concretó durante el gobierno de Boric”, que es la reforma tributaria y los procesos constitucionales.

Por ello, Rojas dice que “la expectativa para los próximos años es distinta a lo que se generó al inicio de este gobierno”. Si bien dice que “es cierto que la inversión ha mostrado mejoras, de ahí a decir que hay un cambio de rumbo no hay evidencia de que eso está ocurriendo”.

Hermann González, coordinador macroeconómico de Clapes-UC apunta que “es interesante discutir sobre ese punto de inflexión y preguntarnos por qué hoy la economía se ve algo mejor de lo que se veía hace dos o tres años”. Y ahí el economista argumentó que “las razones son, por un lado, que se hizo el ajuste macro después de los fuertes desequilibrios acumulados post pandemia. Eso es positivo y el gobierno contribuyó con la ejecución del ajuste fiscal del año 2022”.

No obstante, mencionó que “la economía hoy está mejor aspectada también porque se dejó de lado la agenda reformista original del gobierno por falta de apoyo político y popular y porque superamos un largo proceso de discusión constitucional que elevó la incertidumbre y paralizó muchas decisiones económicas. El país mira con optimismo el cambio del ciclo político”.

Natalia Aránguiz, socia y gerente de Estudios en Aurea Group, sostuvo que “la proyección del Presidente y el Ministro de Hacienda podría materializarse si un próximo liderazgo presidencial asume con una agenda robusta orientada al crecimiento económico. Un enfoque decidido en este ámbito podría convertir el presente año en un verdadero punto de inflexión”.

Para la experta, si el 2026 “trae consigo una administración con visiones económicas similares a las actuales, este período podría ser recordado simplemente como una fase más dentro de un periodo de crecimiento económico limitado”.

Aránguiz agregó que “en cuanto a las perspectivas a largo plazo, la actual administración ha realizado dos contribuciones: la aprobación de la reforma de pensiones y la alianza entre Codelco y SQM. Más allá de estas iniciativas, no se observan otros factores que puedan generar un impulso significativo en el crecimiento o que permitan hablar de un punto de inflexión atribuible a este gobierno”.

Para Francisca Pérez, economista de Bci, comenta que “las perspectivas de inversión han mejorado mucho, especialmente debido a un cambio de gobierno, lo cual ha puesto sobre la mesa diversos proyectos que estaban congelados”.

Y Juan Ortiz, economista del OCEC-UDP, menciona que, si bien se percibe mejores perspectivas para la inversión, “los elementos estructurales son más bien acotados”.

Desde el sector empresarial, la presidenta de la CPC, Susana Jiménez, sostuvo que el crecimiento de la economía chilena, es “insuficiente”. Y argumentó que “no podemos ser complacientes cuando tenemos una economía que ha crecido poco en una década, que la inversión cae, que las proyecciones hacia adelante, si no hacemos algo distinto, siguen estando en tasas de crecimiento menores de 2%, lo cual es completamente insuficiente”.

Jiménez añadió que aún hay desafíos pendientes en materia de certeza jurídica, de competencias laborales y de crecimiento sostenible. Al respecto, sostuvo que estos son parte de los retos que “están todavía pendientes”.