Entendiendo que conceptualmente un código de ética es un conjunto de directrices que buscan establecer las conductas aceptables para los miembros de un grupo en particular, y por ello una declaración corporativa que viene de lo más alto de la organización, éste por definición  debería  responder a la pregunta: ¿debe ser el código de ética un motor de los valores y normas que se esperan de todos sus colaboradores? La respuesta es sí, siempre que sea conocido, entendido y aceptado por todos en la empresa, es decir, que lo hagan propio.

Dado que nuestras decisiones y lo que hacemos influye en todos nuestros stockholders, estamos permanentemente en el foco de la opinión pública, y con ello la sociedad evalúa si nuestros actos son correctos, justos y legítimos.

La ética individual y la ética de las organizaciones no pueden separarse, porque al final, quienes realizan las tareas en las organizaciones son personas, con valores éticos individuales y sus convicciones deben estar alineadas con los valores organizacionales. Además, si lo vemos desde un enfoque de retorno y rentabilidad, múltiples estudios indican que existe una correlación directa positiva entre el precio de la acción y una buena implementación de los gobiernos corporativos.

A nivel internacional, La OCDE considera que la integridad de las compañías, instituciones financieras y mercados es particularmente importante para la salud y estabilidad de una economía. En Chile se agradece que finalmente el Ministerio de Hacienda publicara un oficio que indica que para noviembre del 2016 deberán estar dictados los códigos de ética de los servicios públicos, que a lo menos tendrán que contener una metodología que integre las funciones de dichos servicios con los valores éticos, la cultura organizacional y ser una herramienta integradora de las conductas que se espera de los servicios que son de todos los chilenos.

Chile lo agradecerá y será fundamental para que los chilenos volvamos a tener fe en nuestros gobernantes y en nuestras instituciones.

*El autor es socio director de Altadirección Capital.