WikiLeaks revela que Estados Unidos espió al secretario general de la ONU
Nuevas filtraciones de Wikileak dejaron en evidencia nuevos casos de espionaje de la NSA a los principales aliados de Estados Unidos. Una reunión entre Ban Ki-moon y Angela Merkel, las presiones de Francia y Alemania para que Italia aceptara la deuda y las conversaciones entre Berlusconi y Netanyahu sobre política Israelí son algunos de los episodios que reveló la organización de Julian Assange, en la misma semana en que Estados Unidos y la Unión Europea negocian sobre protección de datos.

Una vez más, el mundo amaneció remecido por una nueva serie de filtraciones de WikiLeaks. Se trata de cinco documentos –los de más alto perfil jamás publicados, según Julian Assange, editor de la organización– que revelan el espionaje de Estados Unidos a sus países aliados y, lo que es más grave en término de relaciones internacionales, a Ban Ki-moon, el secretario general de Naciones Unidas.
En el documento, en que se detalla una reunión entre el diplomático surcoreano y Angela Merkel, Ban Ki-moon insta a la Unión Europea a "mantener su liderazgo para combatir el cambio climático" y le pide a la canciller alemana que realice esfuerzos personales, "para incentivar a los otros líderes de la Unión Europea en esta materia". A esto se le suman dos documentos sobre las preparaciones para la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU realizada el año 2009 en Dinamarca.
De acuerdo a la información entregada por WikiLeaks, la Agencia Nacional de Seguridad estadounidense (NSA, por sus siglas en inglés), interceptó 13 líneas telefónicas pertenecientes a autoridades de los gobiernos de Austria, Bélgica, Francia, Italia y Suiza, además de tres oficiales de la Unión Europea.
Además de las conversaciones relativas al cambio climático, también causaron controversia una serie de documentos relacionados con el gobierno italiano.
Uno de ellos, marcado "FVEY" –lo que quiere decir que probablemente fue compartido con sus aliados en Gran Bretaña, Canadá, Australia y Nueva Zelanda, conocido como el "Five Eyes Group"– cubre un reunión de 2010 entre el ex primer ministro Silvio Berlusconi con el premier israelí, Benjamín Netanyahu. En ella, Berlusconi prometió que Italia se pondría a disposición de Israel para ayudarlo a retomar su relación con Washington, mientras que Netanyahu intenta justificar los planes para construir 1.600 casas en asentamientos ilegales en territorio palestino.
Por otra parte, una segunda filtración fechada en 2011 y calificada como "Noforn" –es decir, que no puede ser conocida por Estados extranjeros–, detalla una tensa reunión entre Berlusconi, Merkel y el ex presidente de Francia, Nicolás Sarkozy. En ella, los líderes más importantes de la Unión Europea "presionan" a Berlusconi a aceptar la deuda italiana, replicando los mismos términos que utiliza la NSA.
"Sarkozy dijo a Berlusconi que mientras los argumentos de este último acerca de la solidez del sistema bancario italiano podrían ser ciertas en teoría, las instituciones financieras pronto podrían reventar como el corcho de una botella de champaña", se lee en el archivo.
No es la primera vez que se salen a la luz los espionajes de la NSA a las principales potencias del mundo. En 2013, las filtraciones de Edward Snowden dejaban en evidencia que Estados Unidos había intervenido hasta el celular de Ángela Merkel. Sin embargo, la últimas publicaciones de WikiLeaks aparecen en un momento crucial, dado que el gobierno de Barack Obama se encuentra, desde el día lunes, en medio de negociaciones con la Unión Europea precisamente en temas relativos a comercio y protección de datos.
Además, la filtraciones coinciden con la fuerte campaña realizada por el fundador de WikiLeaks y sus partidarios para evitar que el australiano sea extraditado a Suecia, donde es investigado por delitos sexuales, ya que temen que desde ese país pueda ser extraditado a Estados Unidos. Las peticiones de eliminar los cargos de Assange -quien vive desde hace cuatro años como asilado político en la embajada de Ecuador en Londres- han agarrado vuelo las últimas semanas, luego de que Naciones Unidas determinara que su detención en Reino Unido es arbitraria.
En medio de este escenario, las declaraciones emitidas por la organización tras la publicación de los documentos busca precisamente empoderar a la ONU. "El gobierno de Estados Unidos firmó un acuerdo con Naciones Unidas prometiendo que no iba a emprender este tipo de conducta contra Naciones Unidas -mucho menos su secretario general. Sería interesante ver la reacción de la ONY, porque si el secretario general puede ser el objetivo sin ninguna consecuencia, entonces cualquier líder está en riesgo", se lee en el comunicado de prensa de WikiLeaks.
Hasta el momento, el organismo internacional no ha emitido ninguna declaración condenando el espionaje a su máxima autoridad.
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