En medio de las crecientes tensiones y los recientes ataques cruzados entre Israel e Irán, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump evalúa una decisión que podría cambiar significativamente el rumbo de los enfrentamientos en Medio Oriente.

La planta de enriquecimiento nuclear de Fordo, que se encuentra en una ubicación subterránea profundamente enterrada, es uno de los objetivos centrales de las fuerzas israelíes.

Sin embargo, sus esfuerzos ofensivos no han sido suficientes para penetrar las defensas de la base.

De acuerdo a informaciones reunidas por el New York Times, solo hay una bomba con la capacidad para hacer esto último, la cual es parte del arsenal de Estados Unidos.

Este proyectil, descrito como el mayor “rompe-bunker” estadounidense, puede ser lanzado por los bombarderos B-2 de sus fuerzas.

Por lo tanto, si la administración Trump decidiera utilizarla contra la planta de Fordo, el país norteamericano pasaría a ser un participante directo del conflicto contra Irán, pese a que el republicano insistió en su dos campañas presidenciales que quería evitar ese escenario.

El primer ministro Benjamín Netanyahu ha reiterado que las plantas iraníes de enriquecimiento de uranio tienen el objetivo de construir armas nucleares, las cuales podrían presentar una amenaza directa para la supervivencia de Israel.

Teherán ha rechazado esas acusaciones y ha sostenido que su programa nuclear tiene fines civiles.

Las autoridades iraníes han advertido que la participación de Estados Unidos en una ofensiva contra sus instalaciones nucleares pondría en peligro cualquier posibilidad restante de llegar a un acuerdo.

Aunque funcionarios de Teherán y Washington han desarrollado negociaciones para limitar el programa nuclear iraní, estas no han entregado resultados.

Junto con ello, las tensiones se han incrementado aún más desde que Israel inició una serie de ataques contra las instalaciones nucleares y de misiles de Irán el viernes 13 de junio, los cuales han sido respondidos por las fuerzas iraníes.

Ese mismo día, Trump hizo una publicación en su red social, Truth Social, en la que advirtió a Irán que acepte un acuerdo nuclear antes de que Israel realice ataques “aún más brutales.

Y aunque ha afirmado que espera conseguir avances diplomáticos con Irán, el lunes declaró a través de la misma plataforma que “todos deberían evacuar Teherán inmediatamente”.

“Irán debió haber firmado el ‘acuerdo’ que les dije que firmaran. Qué vergüenza y qué pérdida de vidas humanas. En términos simples, Irán no puede tener armas nucleares. ¡Lo dije una y otra vez!”, insistió el mandatario estadounidense.

La noche del lunes, la Casa Blanca anunció que Trump abandonaría anticipadamente la cumbre del G7 en Canadá, debido a la situación en Medio Oriente.

“En cuanto me vaya de aquí, haremos algo”, dijo el presidente. “Pero tengo que irme”.

Sin embargo, no comentó qué pretendía hacer.

El mismo lunes, el ministro de Asuntos Exteriores iraní, Abbas Araghchi, manifestó su disposición a llegar a un acuerdo.

En este sentido, declaró: “Si el presidente Trump es sincero en cuanto a la diplomacia y está interesado en detener esta guerra, los próximos pasos son cruciales”.

“Basta con una llamada telefónica desde Washington para silenciar a alguien como Netanyahu. Eso podría allanar el camino para el regreso a la diplomacia”.

No obstante, si las conversaciones fracasan o si Teherán se niega a ceder a las exigencias de Trump de poner fin al enriquecimiento de uranio en suelo iraní, el presidente podría inclinarse por la opción de ordenar la destrucción de Fordo y otras bases nucleares, según rescata el Times.

Cómo es la bomba de EEUU que podría destruir las bases nucleares subterráneas de Irán

El Penetrador de Artillería Masiva, también conocido como GBU-57, es una bomba del arsenal estadounidense que tiene un peso aproximado de unos 13.600 kilos y que puede ser lanzada desde sus bombarderos B-2.

Las fuerzas israelíes no cuentan ni con dicha arma ni con aeronaves militares con la capacidad para levantarla y llevarla hacia potenciales objetivos.

La GBU-57 es la única bomba capaz de destruir una central nuclear subterránea como la de Fordo, afirmaron expertos al citado periódico.

Por lo tanto, si Trump decide evitar su despliegue, es muy poco probable que Israel pueda concretar lo que espera.

Aún así, ejercicios militares estadounidenses realizados durante los últimos años han concluido que una sola bomba de este tipo tampoco sería suficiente si se quisiera destruir una base como la de Fordo.

Para esto último, tendrían que realizarse ataques en oleadas, con bombarderos B-2 lanzando una bomba tras otra sobre el mismo objetivo.

Dicha operación tendría que ser ejecutada por un piloto y una tripulación de las fuerzas estadounidenses.

Según funcionarios de inteligencia estadounidenses consultados por el Times, aunque el trabajo de los científicos iraníes ha permitido que estén más cerca de poder fabricar una bomba nuclear, no se han visto avances significativos.

A pesar de lo anterior, coincidieron con distintos expertos en que si la base de Fordo consigue sobrevivir al conflicto, Irán conservará el equipo clave que necesita para acercarse a construir armas nucleares. Incluso, aunque tengan que reconstruir gran parte de la infraestructura que Israel ha destruido con sus bombardeos.

Entre las otras alternativas se encuentra cortar el suministro eléctrico de la central, lo que podría dañar o destruir las centrifugadoras. Sin embargo, se sugiere que esta opción tendría una efectividad considerablemente menor en su impacto a Fordo.

Estados Unidos comenzó a diseñar la GBU-57 en 2004, durante el gobierno del entonces presidente George Bush.

En ese entonces, se esperaba que pudiese destruir las montañas que protegen algunas de las bases nucleares de Irán y Corea del Norte.

No obstante, según el Times, fue durante el primer mandato de Trump cuando se probó y se añadió al arsenal estadounidense.

Pese a que Netanyahu ha presionado al país norteamericano desde la administración Bush para que le facilite sus bombas antibúnker, Washington no ha cedido a sus peticiones hasta el momento.

Aún así, fuentes que han hablado con Trump en los últimos meses dijeron al citado periódico que el tema ha sido abordado en sus conversaciones con el primer ministro israelí.