El caso Madeleine McCann todavía perdura como uno de los más mediáticos y misteriosos del mundo, pese a que sucedió hace 18 años. La niña, que entonces tenía 4 años, desapareció en Portugal sin dejar rastro. Y casi dos décadas después, todavía no se sabe su paradero ni qué fue lo que pasó con ella.

Sin embargo, el diario británico The Sun publicó una nueva pista que daría luces a la enigmática desaparición, que sucedió el 3 de mayo de 2007 en Praia da Luz.

El principal sospechoso del caso es Christian Brueckner, un alemán de 47 años que se encuentra en prisión por otro delito (violación a una mujer) y que estaba en el mismo lugar cuando desapareció Madeleine.

En su prontuario, Brueckner carga con antecedentes de robo, tráfico de drogas, abusos y violación, y fue apuntado como sospechoso por haber coincidido con la niña en el lugar de su sustracción, pero también porque compró una fábrica abandonada un año después.

En 2016, la policía allanó esta fábrica y encontró evidencia que apuntaría a que la niña fue asesinada por el alemán, aunque no ha sido confirmado oficialmente por las autoridades del caso.

Los resultados de este allanamiento son la nueva pista que, aunque se hizo hace casi 10 años, no había sido divulgada por la prensa británica, hasta ahora.

La nueva pista del caso Madeleine McCann

En la fábrica, la policía encontró restos de un perro sepultado y una billetera con seis memorias USB, dos tarjetas de memoria, un disco duro y una caja que contenía fotografías de menores de entre 4 y 5 años.

El contenido era “altamente perturbador”, según relataron desde The Sun. También describieron que había conversaciones de Christian Brueckner con otros pedófilos en la plataforma Skype, donde hablaban de lastimar a menores de edad.

Y algunas de las fotografías encontradas habían sido tomadas en Portugal, cerca de los lugares de interés donde buscaban a Madeleine.

También hallaron 75 trajes de baño para niños, juguetes, máscaras, productos químicos, armas y municiones.

En 2020, tras este allanamiento, los detectives ya habían asegurado que había fotografías que evidenciaban que Madeleine McCann estaba muerta, no obstante, no entregaron declaraciones.