Música para calmar la mente: una playlist para concentrarse, estudiar o simplemente relajarse

Música para calmar la mente

Solo otro ejemplo de cuánto se gana escuchando. Y de paso aumentas tu productividad.


La música no solo es un medio para entretenernos o acompañarnos. También puede hacer eco en nuestra creatividad y ayudarnos a ser más productivos en medio de ansiedades y una vorágine de estímulos constantes de pantallas y ruidos.

Escuchar música también puede ser terapéutico, aliviando los sentimientos de estrés para que puedas concentrarte mejor.

Aunque es complejo para la ciencia determinar la función de la música, Oliver Sacks publicó un libro donde explica su relación con el cerebro y lo que Darwin describió así:

—Como ni el disfrute de la música, ni la capacidad para producir notas musicales son facultades que tengan la menor utilidad para el hombre, deben catalogarse entre las más misteriosas.

En Musicofilia (Anagrama), el neurólogo dice que la música conversa con dos partes de nuestra naturaleza: el complejo intelectual y el emocional.

Oliver Sacks

Sacks explica —mezclando erudición y experiencia clínica— que la música puede llegar a conmovernos, como también, a la vez, podemos apreciar en ella la estructura formal de una composición.

Mientras la musicalidad relacionada con las formas perceptivas tiene un carácter relativamente inmutable, la susceptibilidad emocional a la música es un estadio todavía más complejo, pues podría estar influenciado por factores personales como los neurológicos.

Una de las conclusiones del libro es que la indiferencia emocional a la música es poco frecuente; que lo normal es emocionarse ante la música. Y que, en menor o mayor medida, la música nos produce a todos una reacción emocional.

¿Sin voces y con el tempo adecuado?

Los investigadores han encontrado que ciertos géneros musicales pueden ser beneficiosos para nosotros mientras trabajamos.

Mientras algunos estimulan el aprendizaje, como la música clásica, otros pueden mejorar nuestra capacidad para procesar la información, como ocurre con las bandas sonoras de videojuegos, o incluso hay sonidos que operan como ruido blanco para evitar distracciones.

La ausencia de palabras y voces en la música parecen ser una de las constantes entre los géneros sugeridos para concentrarse, estudiar o simplemente relajarse.

Mientras los estudios más antiguos cifran en la música clásica, los sonidos de la naturaleza y la música cinematográfica, muchos de los elementos que pueden llegar a calmar nuestra mente, investigaciones más recientes ponen el acento en otros elementos en juego.

Spotify encargó a la psicóloga clínica Emma Gray, que se especializa en Terapia Cognitiva Conductual en Londres, que investigara el efecto que tiene la música en el estudio. Su investigación encontró que es importante elegir la música adecuada para el tema que estás estudiando y que, por cierto, estimula el aprendizaje y puede mejorar la concentración.

El lado izquierdo del cerebro se usa para procesar información objetiva y resolver problemas, que son habilidades clave. Escuchar música con 50-80 latidos por minuto tiene un efecto calmante en la mente que conduce al pensamiento lógico, lo que permite que el cerebro aprenda y recuerde nuevos hechos.

Mientras que el hemisferio derecho del cerebro se emplea para procesar pensamientos originales y creativos.

Según Gray, “la música tiene un efecto positivo en la mente, y escuchar el tipo correcto puede mejorar el estudio y el aprendizaje. La música puede llevarte hacia un mejor estado de ánimo para aprender y, de hecho, los estudiantes que escuchan música pueden hacerlo mejor que los que no la escuchan”.

“Para materias lógicas, como Matemáticas, la música debe calmar la mente y ayudar a la concentración, mientras que para materias creativas, la música debe reflejar la emoción que el estudiante está tratando de expresar”, agregó la doctora.

Una playlist para concentrarse

Lo siguiente es una playlist a base de New Age, sonidos electrónicos y música ambient —de los compositores Andy Janssen, Barth Dreux y Jacques de Gramont— para calmar la mente, reducir el estrés y aumentar la concentración.

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