Liderar escuelas

SEÑOR DIRECTOR:
Soledad Ortúzar y Christian Lazcano advierten sobre lo poco atractivo que es liderar una escuela hoy, especialmente aquellas del sistema público.
Al acompañamiento e incentivos que sugieren, creemos que es indispensable agregar una reducción profunda de la burocracia que enfrentan los directores escolares: continuos requerimientos de información (que muchas veces ya ha sido entregada), la obligación a responder por asuntos que deberían resolverse en la escuela, denuncias injustificadas (por ejemplo, porque el colegio vecino suspendió una competencia) y la cantidad de medios de verificación exigidos (lo que requiere realizar y consignar decenas de entrevistas). Todo esto implica dedicar horas y horas de su tiempo, les resta autoridad para resolver temas que podrían tratarse directamente e impide que los directores pongan foco en lo realmente importante: la sala de clases y el apoyo a los profesores.
El sistema no está apoyando su autoridad ni la autonomía con que deberían poder tomar decisiones. Esto no significa dejar de fiscalizar cuando corresponde, sino que implica atender las faltas realmente importantes y con un enfoque de apoyo hacia la gestión directiva.
Es urgente hacer las modificaciones que permitan atraer y retener a los mejores en cargos directivos escolares. O seguiremos lamentándonos porque se van.
Trinidad Montes S.
Magdalena Plant R.
Red Directiva
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