El filme Swing se suma al dominio de la comedia en el cine local

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Además de la película que se estrena el 5 de abril, Boris Quercia prepara su vuelta al cine y Nicolás López alista remake chileno de Hazlo Como Hombre.


Gustavo (Héctor Morales) y Dolores (Elisa Zulueta) son una tradicional y aparentemente feliz pareja que decide invitar a sus amigos Pedro (Tiago Correa) y Camila (Daniela Ramírez), mucho más liberales tanto en el amor como el sexo, a vivir con ellos, cuando estos atraviesan problemas económicos. La convivencia no sólo resulta difícil por sus distintos estilos de vida, sino porque, en una noche de borrachera, deciden intercambiar parejas, lo que termina cambiando la vida de todos.

Esa es la premisa de Swing, comedia y ópera prima del director Lucho Smok, que se estrena en salas el próximo jueves. La película es la segunda cinta cómica nacional de alto perfil en llegar a los cines este 2018, tras el éxito de No estoy loca de Nicolás López, que vendió 592.743 entradas, transformándose en la séptima cinta chilena más vista de toda la historia.

"Es una comedia que invita a mirar nuestras vidas, y a preguntarse si uno está donde quiere estar. No todo es un chiste", afirma la actriz Elisa Zulueta. "Retrata muy bien a una generación anterior a los millennials, que tiene miedo a cambiar de vida. Eso mismo hace que esta noche de swinger tenga tanto significado para los personajes, se dan cuenta que hay muchas cosas que no han hecho en su vida", dice por su parte Morales.

El conflicto para la otra pareja es distinto. "Ellos ya habían hecho esto antes con otras personas, y tienen una relación mucho más libre. Pero esta vez hay algo que se quiebra", explica Daniela Ramírez, mientras que su pareja en la pantalla, Tiago Correa, dice: "ellos viven una crisis al revés que la de sus amigos: al ver su estabilidad, comienzan a cuestionarse si es que quizás quieren cosas como hijos, una casa, algo más serio. Es una historia necesaria de contar, sobre lo que significa ser una pareja hoy en Chile".

En un momento en que el cine nacional ha sido reconocido a nivel extranjero con premios, pero que aún registra pocas películas estrenadas en salas comerciales, la mayoría con una audiencia muy limitada, la industria mira a las comedias para apelar a un factor que históricamente ha pertenecido a ese género: la masividad. Siete de las diez películas chilenas más vistas en la historia son comedias. Hoy la pantalla grande facturada en el país vive una suerte de boom en ese nicho.

Swing no será la única que llegará a la cartelera. Boris Quercia regresará este 2018 al cine como director y protagonista (por primera vez en 12 años) de ¿Cómo andamos por casa?, una comedia que analiza a través de la sátira la endeudada vida de una familia de clase media. La cinta, que se estrena en agosto, es coproducida por Sobras, la productora de Nicolás López y Miguel Asensio, que además prepara el remake chileno de Hazlo cómo hombre, el éxito en el cine mexicano de López durante el año pasado, que fue vista por más de cuatro millones de espectadores en el país azteca. La versión local se llamará Hazte hombre y será dirigida por Gabriela Sobarzo, con fecha de estreno para el 3 de enero de 2019. "La comedia tiene un potencial de sanación que es brutal, y por eso la gente las va a ver; para verse reflejados y sentirse mejor. Desde 2016, con Sin filtro, hasta ahora, las películas de Sobras han generado diez millones de espectadores sumando Chile, México y España, siendo todas comedias", dice López.

Los protagonistas de Swing evitan darle a la responsabilidad a la película de ser masiva, pero sí coinciden en que la cinta abre el abanico del género en el cine local. "Ojalá el público que vaya tenga un buen momento, aunque sean diez mil personas. Pero siento que esta película tendrá un buen boca a boca y que para la gente es más fácil entender una historia a través de la comedia. Si revisas la encuesta de estudios culturales recientes, la gente se queja que no entiende lo que va a ver", dice Héctor Morales. "Hay que confiar y esperar que el público no sea quisquilloso. El cine chileno ha aumentado en calidad y hay que darle una oportunidad. Por lo que ha sido nuestra historia como país, obvio que quizás la mayoría de las películas son más oscuras o crudas, pero se puede hacer buena comedia, desde lo que hace López hasta Swing", concluye Daniela Ramírez.

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