Alejandra Kantor y la descentralización de la Foji

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Alejandra Kantor junto a miembros de la Orquesta Sinfónica Escolar Metropolitana, en el Teatro Municipal de Ñuñoa.

A tres meses de asumir el cargo, la directora de las Orquestas Juveniles diagnostica que las agrupaciones fuera de la capital han sido dejadas de lado, y cree que es urgente darles visibilidad, recursos y "muchas giras".


Hay cierto sentido del viaje y del movimiento perpetuo en cada palabra de Alejandra Kantor (54), directora de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles (Foji). A tres meses de ser nombrada en el cargo por Sebastián Piñera, la abogada y gestora cultural tiene claro que ninguna organización de orquestas logra visibilidad si no se desplaza dentro y desde Chile y si, a la larga, no hace de las giras su motor. "El maestro José Antonio Abreu (1939-2018), fundador del Sistema de Orquestas de Venezuela, decía que uno de los secretos del éxito de la organización eran las giras. Giras y más giras", dice Kantor.

Precisamente, entre agosto y octubre las orquestas juveniles de Valparaíso y Coquimbo realizarán varias presentaciones en el interior y la costa de ambas regiones y, a principios de octubre, las de Arica y Tarapacá viajarán al Festival del Sol, en Bolivia. Esta semana, además, Kantor estuvo en la U. de Aysén (Coyhaique), participando en una mesa de trabajo para fortalecer las orquestas de la zona.

"Mi diagnóstico es que, en una relación de 80 a 20, los recursos humanos y económicos están enfocados en la Región Metropolitana, en desmedro del resto de Chile", explica la ejecutiva. "En regiones se ensaya muchas veces en lugares donde se echan de menos cosas tan básicas como una estufa en pleno invierno. Además, la tasa de actividades puede ser de dos ensayos al mes y tres conciertos al año, lo que por supuesto no es óptimo", enfatiza.

"Los tres ejes que queremos imprimir a la gestión en la Foji son descentralización, visibilidad y giras", resume Kantor, que inmediatamente antes de asumir el cargo dirigió la Fundación Toccata, con festivales culturales en Rancagua y Valdivia. Vicepresidenta de la Fundación Puerto de Ideas entre 2010 y 2015, y coordinadora artística del Teatro Municipal de 2004 a 2012, la gestora cultural recalca que entre los novedades de la Foji está "la participación de 10 niños de nuestras orquestas en el Instituto Curtis de Filadelfia (uno de los dos más selectivos en EE.UU.)" y la decisión de buscar definitivamente un director permanente de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil, que solo ha tenido conductores invitados desde la partida de José Luis Domínguez, en 2016.

La herencia de Peña Hen

Desde cualquier punto de vista, el evento del año para la Foji serán los conciertos que el director venezolano Gustavo Dudamel dará el 28 y el 29 de junio en el Teatro CorpArtes. Hijo estrella del Sistema de Orquestas de Venezuela, el actual titular de la Filarmónica de Los Ángeles conducirá a miembros de su orquesta estadounidense, de la Filarmónica de Viena, la Filarmónica de Berlín, la Sinfónica de Gotemburgo (Suecia), la Sinfónica Juvenil Simón Bolívar de Venezuela, y a 40 integrantes de las orquestas de la Foji.

"Estamos en el proceso de selección de los muchachos. Además, estamos gestionando un conversatorio entre Dudamel y el maestro Max Valdés. La idea es hablar del legado de José Antonio Abreu, pero hacer además la conexión con el director chileno Jorge Peña Hen (1928-1973), quien creó la primera orquesta sinfónica infantil de Latinoamérica. Abreu conoció a Peña Hen y siempre reconoció que en se había inspirado en él para crear el sistema de Venezuela", cuenta Kantor.

Los conciertos de Dudamel tienen como título "A mi maestro" y están dedicados a Abreu, que murió en marzo pasado. Formado como economista y pianista, el fallecido premio Príncipe de Asturias es la figura tutelar detrás de generaciones de músicos venezolanos salidos de todos los rincones de su país. Tal como Peña Hen, Abreu creía en sembrar música lejos de la capital. Si Peña Hen fundó la primera orquesta infantil de Latinoamérica entre los muchachos de La Serena, Abreu tuvo su mayor y más famoso heredero en Gustavo Dudamel, el director que alguna fue solo un niño más del estado azucarero de Lara, lejos de Caracas.

En ese sentido, la descentralización de las orquestas juveniles es necesaria para su subsistencia y eso implica dinero. "Nuestro presupuesto proviene del Ministerio de Cultura pero, considerando que la labor de la Foji es social, sería interesante compartir apoyos financieros extras, por ejemplo del Ministerio de Desarrollo Social", sugiere Kantor. También, asegura, no se dejarán de lado las agrupaciones de Santiago: "No se descuidarán porque, entre otras cosas, las orquestas de la Región Metropolitana están a cargo de las personas adecuadas y saben muy bien cómo hacer su trabajo. Lo urgente es regiones y fortalecer ese equipo".

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