Itzan Escamilla, actor español: "Ahora mismo es el momento de las series de jóvenes"

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El actor español de 22 años -a la izquierda- junto a sus compatriotas Miguel Bernardeau y Claudia Salas y el chileno Jorge López.

El protagonista de Élite, el éxito español de Netflix, detalla el nuevo ciclo que está disponible desde hoy. Nuevos capítulos que llegan en medio de la emergencia de salud que vive el mundo. "Esto eclipsa el estreno, pero mucha más gente va a poder verlo porque está en casa", dice.


El fenómeno estalló en octubre de 2018. En ese momento, en un periodo de días, recuerda Itzan Escamilla (22), su cotidiano vivió un vuelco total una vez regresó a su natal Madrid luego de promocionar en Colombia el estreno de la primera temporada de Élite, por entonces una apuesta de Netflix en busca de capturar al público juvenil y lograr otro éxito español luego de La casa de papel.

"El ascenso fue casi una broma", dice, "me fui a tomar una cerveza con un amigo y nada más sentarme empezaron a pedirme fotos, y nos empezamos a reír porque era casi de un videojuego: de pronto, de un día para otro, te conoce todo el mundo", cuenta al teléfono el actor detrás de Samuel, catapultado a la fama junto a figuras como Ester Expósito y Miguel Bernardeau, verdaderos íconos para la generación que ha convertido Instagram en su lugar favorito.

Más habituado a su exposición -aunque conservando un perfil más bajo que por ejemplo la mexicana Danna Paola o el chileno Jorge López, que ingresó en el segundo ciclo-, Escamilla está ante la tercera temporada de la serie de Netflix, compuesta por ocho nuevos capítulos que siguen indagando en el colegio Las Encinas y en sus problemáticos alumnos, marcados por crímenes, secretos, excesos y líos románticos, que viven su último año de estudios. "Ellos se hacen más maduros, porque por naturaleza van creciendo, pero por lo que viven, cada temporada le pone diez años más a cada uno. Esta es más madura, más nostálgica", detalla a La Tercera desde Madrid, donde el coronavirus ha impactado fuertemente y se registran más de 1.300 casos de contagiados.

El contexto en el que se estrena este tercer ciclo de Élite es atípico, y permite pensar que hoy quizás haya más personas que nunca viendo Netflix. ¿Qué le parece?

Sí, desde luego. Aquí de hecho en Madrid estamos un poco perdidos todos. Se está aconsejando salir de casa lo menos posible. Creo que han aumentado las suscripciones en Netflix estos días, no estoy seguro cuánto, pero sí está claro que muchísima más gente va a estar en su casa y por lo tanto muchísima más gente se conectará. Por un lado, este tema eclipsa el estreno, pero por otro lado, muchas más personas van a poder verlo. Pero desde luego que la situación no es nada agradable.

Su personaje comenzó como un chico que llegaba a la escuela y la remecía, luego en la segunda desapareció por un tiempo. ¿Cuál es el viaje de esta nueva temporada?

Es una continuación de cómo acaba el viaje de la segunda temporada, sigue en esa misma línea, cuesta arriba. Y se le empieza a hacer ya todo tan cuesta arriba que hay un momento en que dice: hasta aquí voy a dejar de empujar este muro, porque empujándolo solo malgasto energía, y voy a intentar olvidarme de todo. Suena típico, pero es vivir mi vida. Y sobre el cierre, yo no digo ni que sí ni que no, pero no es cerrado, está abierto a que pase lo que pueda pasar.

Por las imágenes y videos que se hicieron públicos del último día de grabación de esta temporada, se interpretó que este sería una especie de fin.

Efectivamente en esta temporada algún personaje tiene su despedida. No porque sea el final de Élite, sino que por el ambiente y por la trama, cada vez que me han preguntado con qué palabra relaciono esta temporada, siempre digo: despedida.

"El otro día estaba caminando por la calle y pasó una madre con sus dos hijos, tendrían 10 años, me preguntó si era el actor de Élite y luego me preguntó: '¿esto que pasa es verdad, me voy a enfrentar a esto con mis hijos cuando crezcan?' Me dijo que era un debate que tenían las madres, si esto era o no real. Eso siempre nos llega mucho. Pero siempre decimos que está elevado al máximo exponente porque con la serie se busca entretener, no hay asesinatos todos los días en los colegios de ricos, ni pasan esas cosas", señala. "Somos conscientes de que tocamos temas que están a la orden del día y a lo mejor temas más tabús que hemos tocado de manera normal, pero en ningún momento yo creo que tenemos que tener en cuenta antes de rodar que hay una responsabilidad social, porque ahí mancharíamos un poco nuestro trabajo, que es actuar un guion que nos han dado y disfrutar de eso. Luego lo que repercuta socialmente no está en nuestras manos".

Es llamativo lo veloz que fue para ustedes darse a conocer en todo el mundo. ¿Cómo lo asimila?

No me lo esperaba. Imaginas y quieres que pase, pero en ningún momento pensaba en el alcance que iba a tener. Pero por otro lado, sí me parece normal. Aparte de que el producto me parecía de calidad, hay una plataforma detrás que sumando todos esos elementos da lugar a lo que ha pasado.

Este parece un gran momento para las series sobre jóvenes.

Hay etapas en las que se pone de moda un tema y se empieza a bombardear para aprovecharlo, porque es lo que está funcionando. Parece que ahora mismo es el momento de las series de jóvenes. Es normal que la gente quiera tirar de algo que funciona.

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