El regreso de Chinoy: “Me extravié pero estoy de vuelta y no me voy a ir tan fácil”  

El músico estuvo invitado al programa que se emite por las redes de Culto y La Tercera.

Tras cinco años de silencio discográfico el solista reaparece con el primer adelanto de su tercer álbum. En conversación con Sesiones íntimas de Culto avisa que vienen tres discos más en 2021.


Cuesta seguirle los pasos (y el ritmo) a Chinoy. En los cinco años que han pasado desde que publicó su último disco (De loco medieval, 2015), el músico sanantonino, alguna vez un fenómeno de reproducciones y figura mediática de la cantautoría local, pareció desaparecer del mapa. Para él fue simplemente la continuación de su camino propio, ajeno a la lógica corporativa. Una “gira interminable” -como la llama- en la que escribió tres libros, tuvo temporadas dedicadas a la pintura y las exposiciones, creó una cuenta de Instagram y estuvo viviendo y tocando en países como México, Argentina y Alemania, donde además fue grabando canciones sueltas. Pero en marzo pasado su ritmo de vida, tan inquieto y aventurero como su prolífico cancionero, se detuvo bruscamente cuando viajó de Buenos Aires a San Antonio junto a su pareja y una visita de semanas se transformó en un confinamiento junto a su familia que ya suma ocho meses.

“He hecho una carrera bien como en zig zag (...) pero me he dado una vida que me ha hecho feliz. Me siento una persona que ha ganado experiencia”, resume Mauricio Castillo, invitado al programa Sesiones íntimas de Culto, quien en medio de la pandemia decidió romper su silencio discográfico y anoche estrenaba Despierta, primer adelanto de un tercer álbum que saldrá en diciembre bajo el título de Saliendo del otro.

“Me ligué mucho a otras artes y empecé a tener más referentes en la poesía que en la música. Me di por distraído. Y hoy retomo el asunto musical y voy a lo que tengo que venir. Voy a tratar de bailar en el escenario, de emocionarme con el cuerpo, porque también quiero pertenecer un poco, para decir cosas, porque siempre me había quedado callado. Me extravié y ahora puedo decir las cosas, así que estoy de vuelta y no me voy a ir tan fácil”, explica.

Su vuelta formal a la música incluye un giro en su propuesta: tradicionalmente asociado a lo acústico, a la guitarra y la voz, el trovador sorprende en su nuevo LP sumando bases electrónicas -grabadas en Alemania junto al productor Rodrigo González- que le dan mayor sensación de desamparo y oscuridad a sus canciones, las que hoy parecen aún más urgentes y apocalípticas que antes.

“El disco tiene ese beat electrónico europeo, de la locura y el frío del norte de Europa”, explica Chinoy, quien, en una suerte de imagen hipotética, fantasea con escuchar su nuevo material en una discoteque del sur de Chile.

“Yo ya me desvié del formato estilo. Para mí, que soy cantautor, eso ya no me dice nada. Puede que el próximo año me meta a hacer metal con algo electrónico. Ahora creo más en la mutación y en hacer canciones con esta voz rara que tengo y que me ha dado contacto con mis oyentes”, asevera el músico, quien hace una década fue ubicado -junto a Gepe, Manuel García, Camila Moreno y Nano Stern, entre otros- a la vanguardia de una nueva forma de cantautoría a la chilena.

“En un momento todos fuimos como una unidad. Después empezaron todos a correr sus carreras hacia sus distintos lugares. Pero el vínculo que hay entre el público y esa especie de leyenda que cada uno se hizo en la música, creo que está viva”, reflexiona.

“Fue una época donde se hizo una música más profunda, de cantautores de verdad, de estudio”, profundiza. “Era como si todos hubiésemos estado diciendo lo mismo pero de diferentes formas. Y se sintió mas original porque no vino de afuera, nació de acá”, agrega el solista, cuya reaparición musical, asegura, no se agota con Saliendo del otro: para febrero anuncia un compilado doble con 30 viejas piezas que volvió a grabar, al que sumará un cuarto LP en abril que trabaja junto al músico y productor nacional Rodrigo Aros (Hoppo!).

En paralelo a todo eso, durante estos meses aprovechó el encierro para colaborar en el disco de la artista argentina Lucero Van, su pareja, quien ya tiene el sencillo Acuario rotando en plataformas.

“Quiero tener la libertad de poder decir que tengo mil canciones bien colocadas en internet”, sentencia el siempre impredecible Chinoy.

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