Una acusación de plagio y una polémica palabra sobre discapacidad: el retorno de Beyoncé se envuelve en problemas

Beyonce Renaissance publicity photos (2022) CR: Mason Poole for Parkwood Entertainment

A una semana de su lanzamiento, Renaissance, el nuevo álbum de la cantante, ha sumado dos inesperadas polémicas que la han obligado a intervenir el material por las críticas recibidas. Una se refiere al uso de una palabra que tiene un historial de connotación negativa para los discapacitados en Estados Unidos, y para peor, se suma una acusación de plagio. No son días fáciles para la diva.


Se suponía que era el regreso en grande a los lanzamientos discográficos tras seis años sin publicar material, pero a una semana de su lanzamiento, el álbum Renaissance, lo nuevo de Beyoncé ha sumado dos inesperadas polémicas que han opacado las buenas críticas que había sumado en los primeros días.

En concreto, la cantante se vio obligada a retirar la palabra “spaz” de la letra de la canción Heated, la número once del álbum que destaca por su ritmo de vocación bailable. La cantante la menciona así: “Spazzin’ on that ass, spaz on that ass”. De alguna forma, se usa de manera coloquial para dar a entender un momento en que una persona se deja llevar de forma alocada, ya que deriva de la palabra espasmo en inglés (spasm).

(AP Photo/Chris Pizzello, File)

Sin embargo, a poco de lanzado el disco, la artista comenzó a recibir fuertes cuestionamientos por parte de activistas y organizaciones de discapacitados en Estados Unidos, quienes criticaron el uso de la mentada palabra. Acusan que esta tiene un historial de connotación negativa, especialmente para aquellas personas que padecen de parálisis cerebral.

Tras ello vino una reacción. “La palabra, que no se use intencionalmente de manera dañina, será reemplazada”, detalló un vocero de la cantante a Rolling Stone. Aunque no dejó en claro la manera en que esto se realizará.

Una polémica similar afectó a Lizzo. La cantante fue cuestionada hace algunas semanas por incluir la misma palabra en su canción Grrrls. En esa oportunidad, ella misma dio a conocer su posción: “Permítanme dejar una cosa en claro: nunca quiero promover un lenguaje despectivo. Como una mujer negra gorda en Estados Unidos, me han usado muchas palabras hirientes, así que exageré el poder que pueden tener las palabras (ya sea intencionalmente o, en mi caso, no intencionalmente)... Este es el resultado de escuchar y tomar medidas. Como artista influyente, estoy dedicado a ser parte del cambio que he estado esperando ver en el mundo”.

Una acusación de robo

Como si no bastara, también surgió otra polémica. Esta vez se acusa a la cantante, directamente de plagio. Se trata de la inclusión de un fragmento de la canción Milkshake, original de Kelis y publicada en 2003, que suena hacia el final del tema Energy, la número 5 del disco.

La afectada, derechamente, acusó que nadie del entorno de Beyoncé se contactó con ella para pedirle autorización o siquiera avisarle. “No es una colaboración, es un robo”, escribió en una publicación de su cuenta de Instagram. “Mi mente también está asombrada porque el nivel de falta de respeto y total ignorancia de las 3 partes involucradas es asombroso. Nada es lo que parece, algunas de las personas en este negocio no tienen alma ni integridad, y tienen a todos engañados”.

Asimismo, lanzó sus críticas contra la industria. Bien lo sabe, porque en el pasado, Kelis acusó a sus exproductores, Pharrell Williams y Chad Hugo (a cargo de Milkshake), de hacer un trato injusto y quedarse con el dinero que según ella, la correspondía. “Hay matones, secretos y mafiosos en esta industria que sonríen y se salen con la suya hasta que alguien dice que ya es suficiente. Así que lo digo hoy. Vengo por lo que es mío y quiero reparación”.

Tras la acusación, Beyoncé decidió remover el fragmento. De hecho, en su sitio web oficial está disponible el desglose de los créditos de Energy. Se reconoce que esta incluye una interpolación de Ooo la la la, interpretada por Teena Marie. Es una técnica que consiste en tomar una melodía previamente grabada y recrearla en una nueva grabación, sin que suene exactamente igual, pero que de alguna forma remite a la original.

En Energy también se reconoce la inclusión de un sampler de Explode, de Big Freedia; en este caso, se trata de utilizar un fragmento de la grabación original. Pero ya no hay rastros de Milkshake en el tema. Acaso para zanjar de una vez una polémica que acabó por manchar el regreso de una de las divas de la industria.

Sigue leyendo en Culto

Comenta

Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.