
Catalina Saavedra: “La gente piensa que en Chile todas las películas son sobre Pinochet. Eso es falso”
La actriz protagoniza Los People in the Dragon, comedia sobre un grupo musical junto a los hermanos Abel y Camilo Zicavo, ex integrantes de Moral Distraída. En la cinta que se estrena el jueves 5 de junio, es la manager de la banda, una mujer que tuvo un pasado mejor e hipotecó su futuro por este conjunto de perdedores. Aquí, la actriz habla con Culto del proyecto y de actualidad.

En el mundo de la música, los managers tienen mala fama. Se suele pensar en ellos como tipos abusivos, aprovechadores, preocupados sólo por el dinero y con vocación de explotación. La película chilena Los People in the Dragon es de cierta forma la reivindicación de la figura del manager. Sin su guía ni su inagotable obstinación, las bandas no serían nada. Y en este caso, sin la fe en sus muchachos, no existiría una segunda oportunidad para los cinco músicos de este grupo.
En el filme de Pablo Greene, la actriz Catalina Saavedra es Macarena, o simplemente Maca. Una mujer que ya pasó los 50 o tal vez los 60 y que tras un pasado glorioso en los años 90, está anclada al destino de Los People in the Dragon, el conjunto que da nombre a la película. Tiene una personalidad fuerte y es fácil pensar que Saavedra es la actriz ideal para este tipo de personajes.

Tras estar en el 2024 en la muy buena Historia y Geografía de Bernardo Quesney y consciente del éxito que ha tenido la reciente Denominación de Origen, Saavedra acuñó una nueva expresión. “Le llamo la nueva comedia chilena”, comenta a propósito de esas películas y de la nueva, que se estrena el próximo jueves 5 de junio.
“Creo que son películas donde la gente se puede identificar y sentirse representada. Son un poco comedias de perdedores, pero bien hechas. Antes teníamos otro tipo de comedia, la de Nicolás López. Eran más de doble sentido y se reían de algo o alguien. Y les iba muy bien, hay que decirlo”, analiza la actriz de La Nana.

¿Su personaje tiene algo de perdedor también?
A mí lo que me gusta mucho de ella es que tiene una historia previa. Fue muy exitosa en algún momento de su vida y luego se quedó trabajando con ellos para siempre, desdeñando otras ofertas y trabajos. Su vida se entrelaza con el grupo.
¿Sabía algo del mundo de los managers musicales antes de hacer la película?
La verdad es que me imagino que me eligieron por ‘mi personalidad de manager’, aunque la verdad es que no sé mucho de ellos. Solamente conocí a Carlos Fonseca, que fue el famoso manager de Los Prisioneros y luego de Manuel García. Uno de los atributos de Maca es que sabe que tiene el poder, pero al mismo tiempo es positiva porque siempre cree en los muchachos del grupo a pesar de todo lo que les pasa.

¿Cómo fue la relación con los hermanos Abel y Camilo Zicavo, que interpretan a dos de los integrantes del grupo?
En este grupo la nueva era yo. El director Pablo Greene y los hermanos Abel y Camilo Zicavo se conocen de antes. También el resto de los actores. Pero yo soy una actriz súper adaptable, entro bien en los proyectos, sugiero cosas, colaboro de la mejor forma posible. También me pareció genial que se haya inventado un grupo para esta película. Crearon 30 canciones, de las que 16 son para un álbum que ya está disponible en spotify. Es una fusión entre los Chancho en Piedra, Los Bunkers, 31 Minutos, etc. Una mezcla que he disfrutado mucho.
Se tiende a pensar que en el cine chileno abundan las películas sobre el régimen militar, ¿Qué piensa al respecto?
Una de las cosas que logró con mucho éxito la dictadura fue cercenar la educación y la cultura. Eso se refleja en general en la ignorancia de la gente, que piensa por ejemplo que en Chile todas las películas son sobre Pinochet. Eso es falso. Hay una buena cantidad de comedias. Llamo a la gente a que se informe, a que se meta en plataformas de cine chileno como OndaMedia, que tiene un catálogo increíble de películas. Me da pena que no se conozca más.

¿Tenía más esperanzas en la gestión cultural del gobierno de Boric?
La verdad es que nunca tuve tantas esperanzas culturales con este gobierno, porque sé que todo radica finalmente en el Congreso. Es una piedra de tope para muchas iniciativas y eso no es novedad para nadie. Nunca he dudado de las buenas intenciones de Gabriel Boric en sus propuestas, pero por otro lado creo que la naturaleza humana tiende a estar algo maleada desde el inicio. Por eso muchas personas en las que uno confiaba en este gobierno han terminado defraudando. Aún así, en general tengo una visión un poco lapidaria de los esfuerzos culturales de todos los gobiernos. No solamente de éste. Creo que nunca se ha logrado instaurar la verdadera necesidad de educar a la gente. La cultura sigue siendo elitista, sigue habiendo muy pocos fondos concursables, continuamos peleando entre nosotros para ver quién se queda con ese mismo fondo.
¿Se siente privilegiada por poder vivir de la actuación?
Más bien soy consciente de que el universo de actores que puede vivir de la actuación es muy, muy pequeño. Por eso cuando hablan de ellos como si todos trabajaran en teleseries, no se está siendo fiel a la realidad. Tengo claro que pertenezco al grupo de quienes podemos vivir de esto aún holgadamente. Es un porcentaje ínfimo.
¿Cómo fue su participación en la serie La Casa de los Espíritus, que produce Amazon Prime Video?
En La Casa de los Espíritus interpreté a una de las hermanas Morla, que son videntes. Son personajes pequeños, pero muy interesantes. Los hicimos junto a Antonia Zegers y Amparo Noguera. Me alegra que se haya hecho esta historia aquí en Chile, con Andrés Wood en la dirección y con Fernanda Urrejola y Francisca Alegría, que son las escritoras del proyecto, las “dueñas”. Ellas son muy sensibles. Me deja contenta estar en la serie, sobre todo si uno se acuerda de esa película terrible que se hizo en Hollywood sobre el libro (La Casa de los Espíritus, de 1993, con Jeremy Irons, Meryl Streep y Winona Ryder). Es como lo mismo que pasó con esa película de los mineros donde Juliette Binoche vendía empanadas de pino (Los 33, del 2015). Esta serie tiene actores extranjeros, pero también muchos chilenos y cuenta con la gran dirección de arte de Rodrigo Bazaes (Los 80, Violeta se fue a los Cielos). Ojalá que le vaya bien y que las decisiones de Amazon Prime Video, que es la compañía detrás de la película, en cuánto a montaje, música o escenas, sean del gusto de Francisca y de Fernanda.
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