Por Pablo Retamal N.Isn’t it a Pity, George Harrison y una canción rescatada del olvido
Descartada por The Beatles en 1966, esta reflexión profunda sobre el desamor y la indiferencia permaneció guardada en el repertorio de George Harrison, acumulándose en el torrente creativo que emergió tras el quiebre del grupo. Cinco años después, incluida en el álbum All Things Must Pass, se convirtió en un épico lamento sobre "cómo rompemos los corazones unos a otros".

La primera vez que George Harrison le mostró su canción Isn’t it a Pity a alguien, fue a sus compañeros de The Beatles, en 1966. En los días que transitaban desde la obsesión sonora de Revolver a la sicodelia a todo color de Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band. Sin embargo, como le solía ocurrir, la sombra de la indiferencia de John Lennon y Paul McCartney se posó sobre el tema y la canción nunca fue grabada dentro de las sesiones beatles.
Tuvo que llegar 1970, con el fin del grupo, para que la composición tuviera su oportunidad. Al igual que una ingente cantidad de material que Harrison había acumulado por años y que el guitarrista quería publicar.
Basta ver en el documental Get Back (2021), cómo en un momento le plantea a Lennon la idea de grabar un disco solista. “Quiero escuchar cómo se oyen todas juntas”, un privilegio que hasta ese entonces nunca había obtenido.

Isn’t it a Pity, entonces, formaba parte de ese universo. Estaba muy en línea con la dimensión del Harrison contemplativo que hizo eclosión hacia el tramo final de la carrera de los Beatles, y que retrató en su primer álbum solista en toda regla: All Things Must Pass, aparecido el 27 de noviembre de 1970.
Abriendo con una introducción de acordes de piano, Harrison despliega una letra reflexiva, en que habla de dolor. “Isn’t it a pity / now, isn’t it a shame / how we break each other’s hearts / and cause each other pain / how we take each other’s love / without thinking anymore / forgetting to give back / isn’t it a pity” (¿No es una lástima? / ahora, ¿no es una pena? / cómo rompemos los corazones unos a otros / y causarnos dolor unos a otros / cómo tomamos el amor del otro / sin pensar más / olvidar dar devolver / ¿No es una lástima?).
La canción surgió a partir de una experiencia. En 1966, ya llevaba dos años de relación con la modelo Pattie Boyd, con quien se había casado en enero de ese año. Buscando dar cuenta de la habitual dinámica de la vida de pareja, en que es inevitable alguno que otro roce, Harrison compuso el tema.
“Isn’t it a Pity trata sobre cuando una relación llega a un punto crítico -contó Harrison en su autobiografía, I Me Mine-. En lugar de hacer lo que hacen los demás (como rompernos la mandíbula), escribí una canción. Fue una oportunidad para darme cuenta de que si sentía que alguien me había decepcionado, era muy probable que yo estuviera decepcionando a alguien más. Todos tendemos a rompernos el corazón, tomando y no dando nada a cambio”.

Años después, en una entrevista con Timothy White, editor jefe de Billboard , en 2000, Harrison comentó Isn’t it a pity: “Es simplemente una observación de cómo éramos o somos la sociedad y yo. Nos damos por sentados y nos olvidamos de retribuir. De eso se trataba realmente”.
Fue la grabación de esta canción la que de alguna forma configuró el formato de trabajo que tendrían la mayoría de las sesiones. Dos kits de batería, en una Alan White, en la otra, Ringo. Klaus Voormann en el bajo, Billy Preston al órgano, Eric Clapton a la guitarra, los Badfinger en guitarras acústicas. Todos tocando al mismo tiempo, en directo, una y otra vez, con el fin de registrar las capas con que Spector armaba su famoso muro. “Fue difícil grabar con mucha gente -dijo el baterista Alan White- pero con un grupo más pequeño se podía captar mejor la esencia de la canción”.
Por su lado, el tecladista Bobby Whitlock declaró a Songfacts: “Toda la sesión fue genial. George Harrison, qué hombre tan maravilloso. Desde que lo conocí, desde 1969 hasta su fallecimiento, fue un hombre maravilloso. Incluía a todos en todo lo que hacía porque había suficiente para todos”.
Como single, Isn’t it a pity fue lanzado junto a My Sweet Lord como doble cara A, alcanzando el número 1, siendo el primer exbeatle en alcanzar dicha posición tras el fin del grupo.
Existen varias versiones de Isn’t it a Pity, incluyendo a Peter Frampton para su álbum Frampton Forgets The Words, una versión de Eric Clapton junto a Billy Preston que se presentó en el concierto tributo Concert for George, y otras interpretaciones de artistas como Nina Simone, una muy sentida de la banda indie Galaxie 500 y hasta del argentino Pedro Aznar quien firma una gran versión en castellano.
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