
“No hay niños, hay gente”: Ucrania recuerda a menores secuestrados por Rusia con exhibición en Santiago
Curada por el reconocido director de teatro y cine ucraniano Vlad Troitskyi, con música de dakhabrakha y DakhTrio, la exposición en el Museo de la Memoria -que estará disponible hasta el 30 de noviembre- integra perspectivas psicológicas y testimonios personales de la Fundación Voices of Children (Las Voces de Los Niños). Además de dibujos de menores hechos que dan cuenta de la guerra.

Dibujos infantiles que retratan la guerra de Rusia en Ucrania, testimonios de jóvenes y niños que fueron secuestrados por fuerzas del Kremlin, forman parte de la exhibición multimedia “No hay niños, hay gente”, que se encuentra en el Museo de la Memoria y que busca representar el drama de los menores ucranianos que han sido secuestrados por Moscú. Según organizaciones internacionales, más de 1,6 millones de ellos viven actualmente bajo la ocupación de fuerzas del Kremlin y decenas de miles han sido trasladados ilegalmente a Rusia.
Curada por el reconocido director de teatro y cine ucraniano Vlad Troitskyi, con música de dakhabrakha y DakhTrio, la exposición -que estará disponible hasta el 30 de noviembre- integra perspectivas psicológicas y testimonios personales de la Fundación Voices of Children (Las Voces de Los Niños).

“Esta es la historia de estos niños (que han sido secuestrados) y decidimos hacer esta exhibición, porque la gente normal no quiere oír hablar de esto. Quieren más entretenimiento, lo que es comprensible, eso es normal. Pero nos olvidamos de esta tragedia, que ocurre cada día, cada noche y esto es un verdadero crimen. Lo que intentamos hacer es dar un golpe en la mesa para decir: ‘¡Despierten, por favor!’ Porque este peligro y crimen no es solo contra nosotros. Es un crimen contra la humanidad”, cuenta Troitskyi en conversación con Culto.
De hecho, en marzo de 2023 la Corte Penal Internacional emitió una orden de arresto contra el presidente ruso Vladimir Putin justamente porque lo acusó de estar involucrado en la deportación de niños y dice que tiene motivos razonables para creer que cometió los actos directamente, además de trabajar con otras personas para ello.
Se estima que más de 19.546 niños han sido secuestrados y llevados a Rusia, de los cuales 1.713 han regresado, según cifras de la organización Bring Kids Back.

El artista originario de Kiev señaló que después de Santiago la exposición viajará hasta Brasil, Argentina, Estados Unidos, Canadá, París, Sudáfrica y otros países. De forma paralela señala que con su equipo también realizan un festival en Zaporiyia, ciudad ubicada en el sureste del país, que se encuentra en la primera línea del frente. Y en noviembre llevarán adelante una conferencia sobre cultura y arte en territorio de primera línea. “Porque es necesario que la gente sienta que la vida continúa. Quieren ver exposiciones, quieren ver espectáculos, conciertos. Intentamos hacer dos giras al año en este territorio del frente”, señala.
“Cuando comenzó la gran guerra entendí que las noticias no estaban funcionando, los primeros dos meses sí funcionaron, pero después de eso las personas sintieron que solo era ruido y estadísticas. Y entonces con nuestro equipo decidimos que, a través del arte, la música, las actuaciones, íbamos a tocar los corazones y los sentimientos. Y realizamos más de 500 representaciones en todo el mundo. Y después de eso quisimos tratar el tema de los niños que es muy delicado. Y, por ejemplo, cuando se señala que mataron a 658 niños, es oficial y piensas que son estadísticas, categorías abstractas y pensamos cómo podíamos mostrarlas a través de nuestro arte, a través de nuestra exposición”, indica.

A su juicio una exposición multimedia es solo el principio, porque en torno a ella se pueden organizar muchos eventos, debates, conferencias, algunos sobre los derechos de los niños. “Si no defendemos nuestro futuro, el futuro de nuestros hijos, es un verdadero crimen. Por eso nuestra misión es decir lo que ha pasado, todo lo terrible que ha pasado. Pero en la misma exposición, lo fuerte es ver a estos niños, que son auténticos héroes. Se puede escuchar y ver una entrevista real con niños que regresaron de la deportación, que viven en primera línea y son niños normales, que tienen sueños, siguen viviendo en el presente. Puedes ver a Anna, una joven que vive en Kharkiv, una ciudad que es bombardeada todos los días. No se puede caminar por la calle”, cuenta.
“No es propaganda, es más humanidad”
Para Troitskyi “la cultura y el arte son armas muy poderosas”. En ese sentido, señala que Rusia ha tenido mucho éxito utilizando estas armas. “A menudo oigo decir que la cultura y la política son cosas separadas. Pero si tu arte llega al corazón, influyes en la mente de las personas. Si no llega al corazón, no cambia la mente, es mal arte. Si te llega, es política, porque cambias la mentalidad de las personas. Por eso, la Unión Soviética y, después, Rusia han tenido mucho éxito en eso. Utilizan esta arma, este instrumento. Ahora nosotros también construimos la nuestra. No es propaganda, es más humanidad”, indica.

Al ser consultado sobre cómo la cultura, el ballet, la música es usada como poder blando por Rusia, el artista señala que eso es imposible cancelarlo e indica que al comienzo de la invasión a gran escala en febrero de 2022 “era imposible, al mismo tiempo, escuchar música rusa y ver teatro ruso o leer autores”. “Eso no es comprensible para la gente, porque saben que es un mito, ellos construyeron por muchos años el mito de que es una gran cultura y es muy extraño que nunca se escuche, por ejemplo, la palabra ‘gran cultura británica’ o ‘gran cultura chilena’ o ‘gran cultura alemana’, pero sí se escucha: ‘gran cultura rusa’. Mucha gente tiene una carrera profesional relacionada con la cultura rusa porque también cuenta con el apoyo de Rusia y antes tenían a la Unión Soviética y han creado a los idiotas útiles, que son parte de la propaganda y del poder blanco”, explica.
“Por eso no se cancela necesariamente. Porque cuando intentas cancelar, te quedas como una víctima. No es una posición fuerte. Para nosotros, el punto principal es describir nuestra cultura. Tenemos que construir nuestra misión sobre la cultura ucraniana porque también es una historia postcolonial, de la casa imperial rusa. La política de Rusia durante cientos de años ha dicho que no tenemos ninguna cultura, que no tenemos nada, que somos una pequeña provincia. La historia de la cultura ucraniana es más antigua que la cultura rusa, porque tenemos música barroca, arquitectura barroca. Tenemos, antes que Rusia, la primera universidad en Kiev, etcétera. Y por eso es necesario abrir la historia, la cultura, todo, y también pensar en el arte moderno y contemporáneo, la música contemporánea, el teatro contemporáneo, y también desarrollarse hacia el futuro”, concluye.
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