Por Pablo Retamal N.“Vamos al patíbulo”: los videos que muestran el nervio íntimo de Los Prisioneros a un minuto de su vuelta en el Nacional
Durante este fin de semana, una cuenta de Instagram dedicada al trío liberó unos videos inéditos de la histórica reunión del grupo sanmiguelino, en 2001, a 24 años del hecho. Revelan los nervios, una broma fallida de Jorge González sobre la cancelación del show y la euforia del público que hizo temblar el coloso de Ñuñoa con los primeros acordes de La voz de los 80.

“Vamos al patíbulo”, dice un sonriente y nervioso Claudio Narea al momento en que junto a sus sempiternos compañeros Jorge González y Miguel Tapia van rumbo al escenario montado en el Estadio Nacional. Era el 30 de noviembre del 2001, el primero de los dos recitales de reunión de Los Prisioneros.
La imagen corresponde a uno de los dos videos que durante este fin de semana liberó la cuenta de Instagram Planeta Prisionero (https://www.instagram.com/planetaprisionero/) que siempre suele compartir material sobre la banda. La cuenta no especificó la procedencia del material, aunque es bastante probable que haya sido un descarte del documental Lo estamos pasando muy bien, dirigido por Carmen Luz Parot, que dio cuenta de las jornadas de regreso.

Los registros corresponden a imágenes nunca antes vistas de los shows en el Estadio Nacional. En el primero, se ve al trío saliendo sonriente desde camarines, pero evidentemente nervioso ante lo que se venía. Una cita con la historia. Narea y Tapia van sonrientes, y González con su habitual semblante más serio, con un rictus algo tenso con una toalla colgada a su cuello, como un boxeador que se apresta a subir al ring.
En el camino, González comienza a cantar The wonder of you, en la versión popularizada por Elvis Presley, lo cual contribuye a relajar en algo los ánimos. De hecho, Narea y Tapia le sueltan un par de tallas ante su canto. Luego, González termina de cantar la letra del tema, como atleta tomando la posta.
En la escena también se suman dos importantes personajes del universo prisionero de entonces: el cubano Enrique Blanco, quien oficiaba de profesor de canto del grupo; y Loreto Otero, por esos días, pareja de Jorge González. Un par de años después, en 2007, González conformaría con ella el dúo electrónico Los Updates.

Otero, de hecho, llega junto a González a traspasar la reja que separa el sector interior del coloso de Ñuñoa con la cancha. Ahí ya se escucha al público rugir. Están a un minuto de subir al escenario, reciben aplausos de los cercanos. Ahí, Jorge González abraza a sus compañeros y comienza a planificar una broma: decirle al público que todo se ha cancelado.
“Entonces yo salgo y digo: ‘saben chiquillos nos van a perdonar les vamos a devolver la plata de las entradas pero la verdad es que no nos sentimos cómodos’...Y ahí nos damos vuelta...’Aaaaaah, se la creyeron’”. Narea y Tapia sonríen como en sus tiempos de liceanos planificando una maldad. Al final, González no llegó a lanzar la broma.
La gente grita “Prisioneroos, Prisioneroooos”. La expectación es alta. Y el registro termina con la banda ya en el escenario recibiendo la ovación del público que había esperado 11 largos años por verlos. Son los momentos previos a tocar La voz de los 80.
El segundo registro se engarza con el primero, parte con el trío esperando subir a escena con González planificando la fallida broma al público. Luego el registro se extiende hasta mostrar a Los Prisioneros tocando La voz de los 80. La gracia es ver desde detrás de escenario la respuesta fervorosa del público que repletó el Estadio Nacional.
Cuando sonaron los primeros acordes de La voz de los 80 el Estadio Nacional se estremeció, incluida la mesa de sonido al mando de Gonzalo “Chalo” González, ubicada en una pequeña torre justo al frente del escenario. “El comienzo del show generó un estruendo. Cuando la gente comenzó a saltar, a mí se me movió el lugar donde estaba, como si el piso fuese agua. Cuando la gente salta toda en distintos momentos el piso se vuelve como gelatinoso: eso se vive solo en los terremotos y en ese recital”, rememoró el propio sonidista en conversación con Culto.
En este primer recital, Tapia arrancó La voz de los 80 con un pulso más lento que el original. “Partió lenta porque veníamos ensayándola así supongo, o tal vez fueron los nervios que hicieron que Miguel tocara más lenta la canción”, señaló Narea.
Como sea, los registros muestran a un grupo en forma, aceitado, y que vivía los mejores momentos de su reunión, antes de que en 2003 Claudio Narea fuese expulsado tras la publicación del disco homónimo. Pero esa es otra historia.
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