El futuro de Víctor Dávila está en el aire. El delantero chileno, que llegó al América en 2024 procedente del CSKA de Moscú por 7 millones de dólares, no entró en los planes del técnico André Jardine y su continuidad en el club más poderoso de México se complica cada día más.

El entrenador brasileño no lo considera y la dirigencia azulcrema ya le busca una salida. La idea que tienen es liberar un cupo en ataque para concretar un nuevo refuerzo extranjero antes del cierre del mercado. En ese escenario, el chileno aparece como moneda de cambio, pese a que apenas lleva un año.

En México señalan que los equipos más interesados son Puebla y Querétaro. Ambos clubes han iniciado conversaciones para quedarse con el ariete, aunque más atrás también se mencionan a Tijuana y Pumas como posibles competidores por la carta del atacante de 27 años. La prioridad de las Águilas es resolver rápido la operación, que podría concretarse mediante una cesión sin costo, asumiendo un alto porcentaje del salario.

Dávila percibe un sueldo cercano a 1,2 millones de dólares anuales, es decir, casi 1.100 millones de pesos chilenos. Su remuneración mensual ronda los 92 millones, una cifra elevada para la mayoría de los clubes interesados en el mercado mexicano. En ese contexto, la directiva del América está dispuesta a cubrir gran parte de ese monto con tal de concretar su salida y abrir espacio a un fichaje. Las negociaciones, según apuntan medios locales, podrían definirse durante esta semana.

Sin embargo, no todo depende del club. El propio Dávila no está convencido de marcharse, según apuntan en Norteamérica. A pesar de su rol cada vez más secundario, mantiene firme su postura de pelear un lugar en el plantel de Jardine.