El intenso año del Zanahoria Pérez: de llorar un descenso a ser figura de la UC

Sebastián "Zanahoria" Pérez fue figura en la conquista de la Supercopa 2021 por parte de Universidad Católica.
Sebastián "Zanahoria" Pérez fue figura en la definición a penales que le dio a la UC su cuarta Supercopa 2021. Foto: DANIEL PINO/AGENCIAUNO

En febrero pasado, el arquero sufría en el Estadio Nacional tras la debacle de Deportes Iquique, su ex equipo. Hoy, es titular en el conjunto cruzado, al que llegó para ser banca de Matías Dituro.



Sebastián Pérez logró lo que parecía imposible: que los hinchas de Universidad Católica se olvidaran rápidamente de Matías Dituro, su arquero estrella desde 2018 y uno de los pilares más importantes del tricampeonato de torneos largos.

¿Cómo lo hizo? Gracias a brillantes actuaciones que atajaron el escepticismo de los simpatizantes, que estaban sumidos en la desesperanza tras la partida del argentino al Celta de Vigo, de la Liga de España. Pese a toda la presión, el viñamarino supo salir adelante y conquistar el corazón de la hinchada.

El desafío que tenía por delante era inmenso. Si había algo difícil de hacer en la precordillera era, precisamente, reemplazar al exarquero de Deportes Antofagasta, protagonista de todas las últimas campañas que llevaron a la UC a alcanzar la gloria. Un ídolo, un histórico.

Sin embargo, el Zanahoria comenzó a jugar, se empoderó y se adueñó del puesto. Mientras más minutos sumaba, su seguridad iba en aumento. Tanto, que Cruzados decidió no fichar un portero cuando se abrió el libro de pases, en agosto. La directiva apostó por el meta de 30 años, quien ha respondido con creces a la confianza otorgada.

Pérez no podrá olvidar este año 2021, en el que fue testigo de las vueltas del fútbol y la vida. Hace nueves meses, el arquero lloraba desconsoladamente en el arco norte del Estadio Nacional. Fue el 11 de febrero, cuando Deportes Iquique, su exequipo, empató sin goles ante Audax Italiano, resultado que consumó el descenso de los nortinos a la Primera B.

Hoy, el Vikingo estudiantil vive la otra cara de la moneda. Es prenda de garantía en el pórtico de los cruzados, los actuales monarcas. Y hace solo una semana consiguió su segunda Supercopa con el cuadro de la franja. Fue figura en la definición a penales ante Ñublense, al contener los lanzamientos de Federico Mateos y José Navarrete. Por si fuera poco, el equipo de Cristian Paulucci también lucha por conquistar un histórico tetracampeonato de torneos largos, logro inédito en el fútbol chileno.

“¡Zanahoria, y dale Zanahoria!”, le cantó el público que asistió al estadio San Carlos de Apoquindo para el partido frente a Unión Española. Fue la primera vez que los hinchas se rindieron ante el exportero de los Dragones Celestes. En ese momento, el fantasma de Dituro se desvaneció y comenzó a imponerse la presencia del nuevo candado cruzado.

Él se tomó con humildad el reconocimiento de la hinchada. “Solo tengo palabras de agradecimiento hacia la gente que me muestra su cariño en el estadio. A la vez, me da vergüenza, porque llevo recién seis meses y hay muchos compañeros que tienen casi 10 títulos y se merecen esa ovación. Aun así, solo me queda agradecer”, confesó, en entrevista con El Deportivo.

Sin duda, Pérez acertó. Tuvo ofertas de varios clubes, entre ellos, O’Higgins, donde le aseguraban la titularidad. Pese a eso, prefirió ir a la precordillera, consciente de que sería banca del mejor portero de los últimos años. Para él no fue un problema y hoy disfruta de las consecuencias de su decisión.

“Sabía que llegaba a un club grande, que ha ganado muchas cosas. Entonces, tenía que estar en esa dinámica. También sabía que iba a tener partidos para jugar. No sé cómo, pero sabía que en cualquier momento iba a tener que entrar y demostrar”, advirtió el Zanahoria. No se equivocó.

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