Francia es el campeón del mundo por segunda vez en 20 años. Y existen varias semejanzas entre el plantel que ganó el Mundial que el país organizó y el de ahora, que se coronó de la mano de Didier Deschamps en Rusia. Una curiosa es el factor del centrodelantero.

Olivier Giroud fue el 9 estelar en este certamen, un delantero sacrificado en facetas ofensivas y también defensivas, pero que no logró traducir esas ganas en goles. El atacante del Chelsea se fue del Mundial sin un gol a favor. Convirtieron Mbappé, Pogba, Griezmann y hasta los defensores centrales, Varane y Umtiti, pero no Giroud. Ante Croacia, se retiró de la cancha en el segundo tiempo, reemplazado por Fekir.

La historia de Giroud es inevitablemente similar a la del centrodelantero de la Francia campeona en 1998: Stephane Guivarc'h. Era indicado con el eslabón más débil de un equipo con Zidane, Djorkaeff, Thuram, Barthez y otros, con Henry y Trezeguet jóvenes y alternando. Guivarc'h también fue campeón del mundo y sin goles. Las paradojas que solo puede presentar el fútbol y la Copa del Mundo.