Jaime Vera: “La raza es así; los técnicos chilenos tenemos que estar luchando solos”

El Pillo espera en Puerto Montt una oferta que lo devuelva al trabajo y a la cancha. Y mientras, asiste al tormento de sus clubes y al ninguneo que tiene la Roja con los DT nacionales.



Entrenador de Iquique a principio de temporada (” soy su técnico más exitoso, para que me superen tienen que salir campeones”), ex futbolista e hincha de Colo Colo (“me crié ahí, cuando el Monumental era un hoyo”) y también con pasado en la UdeC, Jaime Vera (57 años), el Pillo, sufre con el corazón partido cuando mira el pozo de la tabla.

¿Le ve respuestas a Colo Colo, señales de mejoría?

Es difícil. En este tramo, cualquier error cuesta caro. Hay que entrar concentrado, metido, con la responsabilidad que corresponde.

¿Donde ve sus falencias?

No ha podido agarrar una buena condición física y futbolística. Cambios de técnico, de metodología de trabajo, lesiones. El jugador empieza a confundirse. Tuvieron problemas con los sueldos. Se juntan cosas. Están en el fondo y la presión se siente. Los hinchas, haciendo pedazos en redes a los jugadores.

¿Sigue soñando con sentarse alguna vez en la banca del Cacique?

Siempre, espero esa posibilidad. No sé en que momento, pero me preparé para eso. Espero que el tiempo no se pase.

¿Si le ofrecieran la banca en Primera B, aceptaría?

Sí. Por supuesto. Cuando me dieron el cartón de entrenador no me dijeron que solo tenía que dirigir en Primera. Puedo dirigir jóvenes, niños, aficionados, mujeres. No me encasillo.

En el once de Colo Colo no hay casi jugadores formados en casa, ¿qué siente?

Hay que revisar qué está pasando. No sé si hay grupos de proyección, sparrings... a nosotros eso nos dio resultados. No nos interesaba salir campeones en el fútbol formativo. Le dábamos importancia a la forma de jugar. La pregunta era cómo jugaron. Hoy dicen ¿cómo salieron? Pero nadie se acuerda de quien salió campeón en juveniles en 1998. Yo nunca salí campeón en juveniles, pero trabajé con Vidal y Matías Fernández. Mi trabajo está bien hecho.

¿La falta de jugadores formados en casa se traduce en falta de identidad?

Absolutamente. Cuando te identificas con algo, trabajas con más cariño, amor y sacrificio. Cuando llegamos con Jaime Pizarro, como técnicos, recogíamos el pasto, porque estábamos en la quiebra. No había trabajadores para hacerlo. Nos conseguíamos petróleo para poder regar las canchas y que no se nos secaran. Hasta ese punto llegamos. Era nuestra casa. Quebrada o no, con dinero o sin dinero, uno trabajaba con amor. Eso es fundamental para que las instituciones crezcan.

¿Hay falta de amor a la camiseta en el primer equipo?

Cuando no tienes identificación, pasas nomás por la institución. Cuando hay cariño es distinto. Por eso los jugadores formados en Colo Colo dicen que la camiseta no les pesa. A mí nunca me pesó. Al contrario, daba más fuerza y vigor para triunfar.

¿Hay jugadores a los que les pesa la camiseta en el actual equipo de Colo Colo?

Si empezamos a nombrar, podríamos decir que sí.

Se fue Rueda, ¿cómo evalúa su proceso?

Tiene currículo y categoría, pero en Chile, lamentablemente, no ganó mucho. Nunca pudo mantener el nivel que traía la Selección.

¿Es contrasentido que se busque recambio y se vuelva a tirar de Beausejour?

Mientras no exista un jugador de mayor nivel, no. Busquemos uno que tenga mejores condiciones que Vidal y estará difícil. Lo mismo Alexis, Aránguiz. Si existe uno que suba más veces que Isla o tire más centros, tiene que jugar; pero si no, tiene que jugar Isla hasta sacarle la última gota.

¿Su error fue cambiarle el estilo a la Selección?

Los jugadores están acostumbrados a hacer una presión alta y recuperar el balón en el campo rival. Eso se tiene que mantener, porque costó mucho que el futbolista chileno entendiera que había que presionar arriba para que la pelota no llegara tan rápido al arco propio. Lo tenían asumido. Hoy la Selección bajó un poco esa manera de jugar y le ha pasado la cuenta.

¿Es un poco lo que les pasó con Borghi en la Roja?

En algunos momentos, sí, pero no voy a olvidar que estuvimos punteros de las Eliminatorias. Y jugando a buen nivel. Hubo altos y bajos. Fue muy difícil para nosotros, porque el equipo estaba muy identificado con lo que venía haciendo Bielsa. Y no solo los jugadores, la gente, el medio. Llegamos a hacer algunos cambios propios, normales. No quisimos cambiar de ninguna manera la presión ni el vértigo, pero se tradujo en que siempre nos estaban comparando. Eso nos pasó la cuenta. Como con Colo Colo después de que se fue Jozic. Pero esto es cíclico. En algún momento llegará un técnico exitoso a la Selección.

¿Hay DT chilenos capacitados para dirigir a la Roja?

Hay que darles la oportunidad nomás. Estamos tocados. En el torneo nacional hay más técnicos extranjeros que nacionales. Siempre nos ha costado sobresalir, pero hay técnicos haciendo bien las cosas, que tienen la capacidad para asumir una selección.

¿Por ejemplo?

Varios. Ronald Fuentes, Mario Salas, Miguel Ramírez, Coto Sierra... Hay que darles la oportunidad. Si no te la dan, no te puede ir bien ni fracasar. Los técnicos chilenos están preparados, pero nos cuesta un mundo tener las opciones. Yo tuve la suerte de dirigir en Europa, seis meses, pero la UEFA me cortó las alas, porque no tenía los cinco años dirigiendo en Primera. Y a Berizzo no le hicieron ningún problema. Siempre se nos hace más difícil. Tenemos que luchar contra eso. A un entrenador chileno lo van a criticar antes de que tome la Selección o un equipo. Somos así, la raza es así. El apoyo no es tan incondicional. Tenemos que estar luchando solos. b

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