
La incesante e infructuosa búsqueda de Gareca en la Selección
¿Cuánto ha cambiado la Roja desde la primera convocatoria del Tigre, en marzo de 2024, hasta esta última? Solo unos pocos hoy se pueden considerar fijos en el equipo nacional.

La semana pasada, la selección chilena dio a conocer la nómina de 28 jugadores para los partidos de Eliminatorias de junio, ante Argentina y Bolivia, tan difíciles como relevantes. Porque la Roja no tiene margen. Necesita sumar la máxima cantidad de puntos posibles si quiere estirar la escasa ilusión que queda, pensando en la opción del séptimo puesto y el repechaje mundialista. Tal como en la fecha doble anterior, Ricardo Gareca no entregó la lista de manera presencial.
El Tigre aún se aferra a la mínima oportunidad que tiene la Selección, aunque la realidad indique que el panorama está prácticamente sentenciado. No es ningún misterio señalar que el argentino llegó con altas expectativas al país, avalado por su extensa y exitosa etapa en Perú. De hecho, los primeros partidos alimentaron un renovado optimismo. Los triunfos sobre Albania y Paraguay, más la estrecha derrota ante una potencia como Francia, daban la impresión de que Chile podía pelear. El tiempo aterrizó de golpe esa sensación.
Si bien Gareca lleva más de un año al mando de la Roja, su búsqueda de una estructura estable y confiable no ha cesado. En entrevista con La Tercera, el seleccionador nacional dio luces sobre las modificaciones que ha debido realizar. “En un primer momento la idea se recogió, que fue lo que vimos ante Albania, Francia y Paraguay. Entonces no quisimos cambiar nada. Teníamos grandes expectativas para la Copa América, pero ahí nos empezó a costar. Tratamos de no cambiar demasiado, para dar continuidad. Los cambios que hacíamos eran más que nada por lesión. Hasta que después decidimos cambiar tácticamente algunas cosas y direccionar otras, con directivas más concretas”, mencionó el DT.
En efecto, la mala participación chilena en la Copa América de Estados Unidos, donde el equipo se fue eliminado en la fase grupal y sin anotar, marcó un quiebre en la supuesta estabilidad que había encontrado Gareca. Con la perspectiva del tiempo, se vislumbra de mejor manera cuánto ha cambiado la Roja desde que comenzó la etapa del Tigre y quiénes permanecen desde el primer día.
El 8 de marzo de 2024, se conoció la primera nómina de Gareca, para los amistosos ante Albania y Francia, en Europa. En total, consideró 29 jugadores, sumando a los sustitutos de quienes quedaron descartados por problemas físicos. De aquel listado, en relación con la reciente convocatoria, se repiten 15. Son los siguientes: Brayan Cortés, Guillermo Maripán, Paulo Díaz, Igor Lichnovsky, Nicolás Fernández, Gabriel Suazo, Francisco Sierralta, Rodrigo Echeverría, Marcelino Núñez, Javier Altamirano, Darío Osorio, Esteban Pavez, Víctor Dávila, Alexis Sánchez y Alexander Aravena.
Cambios y decisiones cuestionables
De los 15 que se reiteran en la primera lista y la última, no más de un tercio se puede considerar fijo en la Selección. En el inicio de la era Gareca, Brayan Cortés era el tercer arquero, detrás de Claudio Bravo y Gabriel Arias. Con el retiro del capitán y con la marginación del meta de Racing, el 1 de Colo Colo se erigió en el titular. Pese a que su actualidad en el Cacique no es la mejor, debiese jugar ante la Albiceleste y la Verde, respectivamente.

Maripán, Díaz y Suazo también son cartas fijas para el entrenador, en la defensa, así como Echeverría en el mediocampo. El resto ha sido ensayo y error, hasta tratar de dar con un elenco estable. Felipe Loyola y Lucas Cepeda se fueron integrando con posterioridad a la Roja y hoy asoma como un despropósito apartarlos.
La construcción de la lista (o del equipo) ha traído aparejado el debate sobre las decisiones de Gareca, estratega que no ha tenido problemas en reconocer que no va al estadio a observar fútbol local. Por ejemplo, llama la atención que estén los dos laterales derechos de la U: Fabián Hormazábal y Nicolás Fernández. El segundo, ex Audax, ha tenido poca participación durante la temporada, sin embargo el DT lo conoce. Una de las lecturas que se puede hacer es que Loyola sea considerado como mediocampista, la posición en la que ha brillado en Independiente.
Si de rendimientos bajos se trata, lo de Arturo Vidal y Esteban Pavez es llamativo. En el caso del King, ha tenido una preponderancia especial desde que volvió a la Roja y limó asperezas con el seleccionador, a quien criticó con escaso filtro cuando no lo convocaba. Mientras que el capitán de Colo Colo ha tenido un 2025 bajo, y siendo blanco de la molestia de los hinchas albos producto de la mala campaña. Es más llamativo considerando la ausencia de Erick Pulgar, un fijo en el Flamengo.
Otros dos nombres también han generado diversas reacciones. Uno es Igor Lichnovsky, quien no juega desde agosto del año pasado (por la Leagues Cup), cuando sufrió rotura de ligamentos jugando en el América de México. El canterano de la U asumió un rol importante en el inicio de la era Gareca, sin embargo su lesión cortó su regularidad. Además, por el tema de los cupos de extranjeros, las Águilas no lo inscribieron para el Torneo de Clausura. El otro es Rodrigo Ureña, de 32 años, quien debuta en el combinado nacional a raíz de sus actuaciones en el fútbol peruano (Universitario).
¿Quién será el centrodelantero ante Argentina? La pregunta del millón. Gareca es un entrenador que siempre ha utilizado un ariete central. Si en Perú fue Paolo Guerrero o Gianluca Lapadula, en Chile su 9 fetiche fue Eduardo Vargas. Pero ahora el Tigre le soltó la mano a Turboman y no lo llamó. Tampoco aparece Fernando Zampedri, quien incluso trabajó en cámaras hiperbáricas en la clínica Meds, preparando la visita a la altitud de El Alto. No lo citó. Todos los caminos conducen a Alexis Sánchez. El tocopillano no ha jugado un solo minuto en las Clasificatorias con Gareca al mando.
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