El precio de la salida de Arias

En Azul Azul tomaron precauciones. En la memoria de los directivos de la concesionaria aún da vuelta las tormentosas salidas de Guillermo Hoyos y Frank Kudelka, quienes dejaron la institución cobrando millonarias sumas de dinero. Los despidos terminaron costando caro. En el caso de Hoyos, por ejemplo, el club tuvo que desembolsar cerca de US$ 600 mil para poner fin a su contrato. A Kudelka, en tanto, US$ 200 mil pese a que solo le restaban dos meses para que cesara su vínculo.

Es por esto, que en el arribo de Alfredo Arias, que se terminó de concretar durante los primeros días de marzo, Sabino Aguad, el exgerente deportivo, fijó una cláusula que aliviará los bolsillos del club en caso de querer poner fin al contrato del entrenador laico. El documento establece que si bien la revisión de continuidad se realizará en diciembre, ambas partes puede renunciar al vínculo contractual que los une, en cualquier momento de la temporada, si se cancela US$ 150 mil dólares.

Pese al accesible monto, en el club laico han optado por respaldar al DT. Quieren darle estabilidad a un proyecto que mira hacia el futuro, y que no apunta a los resultados de cada fin de semana, según dicen. Más aún considerando que se vendrá el receso de la Copa América que puede servir para potenciar a un equipo que no encuentra salida al pésimo momento. "Alfredo tiene contrato con nosotros, no está en duda su continuidad. Queremos apoyarlo, darle las herramientas. Es muy buen trabajador, lo veo a diario", dijo José Luis Navarrete, presidente de Azul Azul, en conversación con Radio Cooperativa.

Arias, por su parte, no se asusta con su mal arranque. Confía en sus capacidades para revertir la situación, pese a que solo ha obtenido tres puntos de 21 que ha disputado. "No pienso en dar un paso al costado; sé que en números soy el peor DT en la historia de la U", dijo el estratega.

La U y Arias seguirán por el mismo camino. Por ahora, pese a estar en zona de descenso, el técnico entrante suma la confianza de un club que busca levantar la cabeza. La cláusula seguirá esperando.