Néstor Cantillana, actor: "Los actores no pueden pretender que te sigan pagando sin hacer nada"

La teleserie de Canal 13, Pacto de sangre, está en su recta final. Pero Néstor Cantillana, quien interpreta a Marco en la ficción, intenta dejar atrás el personaje, aunque ha sido uno de los más aplaudidos de la nocturna.

¿Qué cree del pequeño fenómeno en que se convirtió Pacto... ?

Me ha dado varias satisfacciones. Están los Caleuche, donde recibí dos premios. Es un fenómeno, y para mí fue un placer hacerla. El personaje me permitía mostrar un registro amplio de actuación: era complejo, con muchos matices.

¿Cree que Marco será un papel icónico en su carrera?

No sé, la verdad. Soy súper agradecido de la experiencia de Pacto de sangre, pero también es una teleserie más. Agradezco lo bien que lo pasé, lo mucho que la disfruté, pero no creo. El tiempo lo dirá si uno va a ser recordado por este personaje más que por otro, pero mi pega es seguir haciendo cosas distintas. Terminé la teleserie, me corté el pelo, me saqué la barba y ya está. Vamos para adelante.

Ese adelante, sin embargo, no es televisivo. De hecho, "hoy mi pega es llevar a los niños al colegio, ir a buscarlos, y tener tiempo para mí", cuenta. Eso a pesar de ser convocado para la nueva vespertina de Canal 13, a cargo del director Vicente Sabatini, y la próxima nocturna, Río oscuro; ambas opciones las rechazó.

¿Por qué las descartó?

Sentía que después de todo esto que ha sido tan mediático, en vez de lanzarme al tiro a otro personaje de teleserie, otro proyecto de seis meses grabando, de lunes a sábado, preferí parar.

Por lo demás, Pacto de sangre fue la primera teleserie fruto de la alianza entre Canal 13 y la productora AGTV. Una estrategia que ha funcionado, pero que llegó junto a una serie de cambios en la TV, producto de una sostenida crisis económica. Al igual que la señal de Luksic, CHV decidió externalizar sus teleseries, mientras TVN ha desmembrado su área dramática.

¿Cómo ha enfrentado usted estos cambios?

En un momento fue horrible: se cerraban las áreas dramáticas, fue algo espantoso. Lo que ha cambiado mucho es que en algún momento había un número importante de actores que tenía contrato por uno o dos años, con sueldos súper grandes, y si no trabajabas, te seguían pagando igual. Un star system que la tele no da para mantener. Yo nunca he estado tan ahí, entonces para mí no ha sido terrible en términos económicos. No he sentido una diferencia muy grande entre el antes y el después.

¿Se ha vuelto más complejo el trabajo de actor?

La inestabilidad es parte de la pega. Pero tampoco los actores pueden pretender, por lo menos los que hacen TV y que tienen buenos sueldos, que te sigan pagando sin hacer nada, habiendo tanto colega cesante. No tiene sentido.

Algunos actores se han dedicado a otros trabajos, emprendimientos o publicidad en redes sociales, ¿cree que responde a la crisis?

Eso lo hace el 90% de los actores. Lo que pasa es que los que solo trabajan en la tele y se quedan sin pega, pueden quedar más desamparados. No se puede opinar respecto a las decisiones que toma un colega para sobrevivir. Si alguien tiene que hacer un comercial para tener la vida que quiere o para pagar el colegio, está bien. O las publicidades en Instagram. Cada uno sabe dónde le aprieta el zapato.

El próximo proyecto televisivo de Cantillana es Héroes invisibles, una serie de seis episodios realizada entre Chile y Finlandia, y que emitirá CHV, centrada en la historia del diplomático finlandés Tapani Brotherus, quien ejercía como encargado de negocios en Chile hasta el Golpe militar de 1973. Es entonces que, contradiciendo la decisión de su país, dio refugio en su casa a numerosos chilenos perseguidos.

En la serie Cantillana interpreta a Franco Pavez, encargado de comercio exterior del gobierno de Salvador Allende. "El personaje pasa de ser un tipo que tenía un puesto bueno en el gobierno, a ser uno de los primeros refugiados en la casa de Tapani", cuenta. Hace algunas semanas asistió al lanzamiento de la serie en Finlandia, que será exhibida en mayo por el canal público YLE. "Fue bien emocionante, el aplauso fue muy emotivo", recuerda.