Diferentes y encontradas reacciones generó la misiva que un grupo de presbíteros de la capital redactó e hizo circular. Finalmente, el escrito comenzó a ser leído a partir de las 20 horas del sábado en capillas y parroquias. Las aguas de la Iglesia capitalina siguen agitadas.
María José Navarrete
18 mar 2019 01:27 PM