"Aprendí que hay que poner los proyectos antes de las personas": Sebastián Sichel defiende a Chile Vamos y critica a Andrés Velasco

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Foto: Aton

El abogado y ex militante de la DC le resta importancia al conflicto entre el gobierno y el PS que ha marcado la agenda política en las últimas semanas. "A la gente que vive en Independencia, Puente Alto o en Huechuraba no está preocupada de eso", dice.


"Paso muy poco en esta oficina", cuenta Sebastián Sichel desde su oficina en La Moneda. No usa corbata y viste más sport, no con el habitual traje de ministro. "Paso más en la calle, ese fue el encargo del Presidente: terreno, terreno, terreno, porque ahí se entiende Chile, no desde un escritorio", señala.

A partir de eso, el abogado y ex militante de la DC le resta importancia al conflicto entre el gobierno y el PS que ha marcado la agenda política en las últimas semanas. "A la gente que vive en Independencia, Puente Alto o en Huechuraba no está preocupada de eso, no le interesan las sensibilidades las sensibilidades de los socialistas o de los ministros; está preocupada de que gobernemos, que se legisle bien y ver avances en las reformas que benefician a la clase media. Y eso implica abandonar las acusaciones constitucionales como herramienta política y permitir que subsecretarios y asesores apoyen la elaboración de buenas leyes en el Congreso", es su análisis.

-Esta semana se percibió dividido el comité político. Mientras los ministros Chadwick y Blumel parecían buscar acercamientos con el PS, usted los mandó a la FIFA.

-Hay completa unidad en el comité político en avanzar en cerrar este tema. La ministra Cecilia Pérez ha sido enfática a qué y a cuando se refería, y cuando alguien quiere seguir con la polémica indefinidamente es porque hay un interés detrás. Pongámonos a trabajar.

-El presidente del PS, Álvaro Elizalde, recordó que usted "hasta hace poco  tuiteaba contra el Presidente Piñera". ¿Le molesta que le saquen en cara que antes estaba al otro lado, en la DC, en Ciudadanos?

-Si hace 20 años hubieran existido las redes sociales, quizás alguien podría descubrir que en esos años tenía mucha fe y ahora no, o que hace 30 años creía en el Viejo Pascuero y hoy no. Esos tuits con los que se entretienen tanto son de hace 10 años, cuando yo creía que había un proyecto viable entre el centro y la izquierda, cosa que hoy creo que no es posible. Sí tengo la convicción, como lo creyeron millones de chilenos que votaron por Sebastián Piñera, que es posible entre el centro y la centroderecha.

-¿Hay más Sichels? Me refiero a ex DC, ex Ciudadanos que puedan cruzar al gobierno o a Chile Vamos.

-Tengo la convicción que hay una gran mayoría de chilenos y chilenas de clase media que apoyaron este gobierno y hoy lo siguen apoyando. Hay mucha gente que dio este paso que yo di después: mi caso es más simbólico porque di un paso político. Por eso, más que sumar rostros, tenemos que sumar culturas de centro, moderadas y de clase media que le den gobernabilidad y estabilidad a Chile por varios periodos más.

-¿Ve probable que la centroderecha siga gobernando cuatro años más en 2022?

Sí, estoy convencido. Al igual que las democracias maduras en Chile, hay una sola herramienta para combatir el populismo: aislando los extremos. ¿Cómo? Con coaliciones mayoritarias, que amplían espectro y valoran la diversidad. Y en nuestro caso, con un bloque que cree en la libertad, el crecimiento y la inclusión.

-¿Qué opina de Joaquín Lavín, el candidato con más probabilidades de ser el candidato?

-Esta coalición tiene muchos candidatos con aptitudes para gobernar, pero como parte de este gobierno, creo que no podemos cometer el error de personalizar la continuidad del gobierno. El error que se cometió muchas veces en la historia política de Chile fue que se ponía antes al candidato que al proyecto político. Y eso te puede permitir ganar la elección, pero te divide la coalición.

-¿Cómo ha convivido con los sectores de la UDI a los que les molestó su llegada a Desarrollo Social?

-Yo creo que habla muy de la UDI, RN o Evópoli que aspiren a un ministerio como éste. Si en un gobierno de centroderecha no te importa el proyecto social, sería un problema. Este ministerio tiene instalar la agenda de la clase media chilena y, por primera vez, vamos a tener un estudio concreto, de qué es la clase media chilena y, a partir de eso, programas orientados a esta clase media y un sistema social preventivo. Queremos romperlos mitos de la clase media y perforarla elite en la conversación sobre la clase media, que es una conversación de arriba hacia abajo.

-¿Cuáles son estos mitos?

-La elite chilena piensa que la clase media es aquel que vive en barrios como Ñuñoa o Providencia y, la realidad es que la gran mayoría vive en Maipú, Independencia, Recoleta, Huechuraba... se saca la mugre trabajando, viaja una hora y media en transporte público de ida y vuelta al En unas pocas semanas vamos a hacer público un perfil de la familia de clase media; cuál es la edad promedio, cuántos hijos tiene, si tiene o no tiene casa propia, muchas jefas de hogar sostenedoras. Entender que la gran clase media chilena es gente que viene saliendo de una situación de pobreza, y por lo tanto, necesita un Estado mucho más fuerte que la respalde. 

"Los proyectos individualistas le hacen muy mal al país"

-¿Es verdad que lo están invitando a fichar por Evopoli?

-No, hasta ahora nadie. Soy una persona de centro, liberal y democrático y por ahora tengo un grupo que es Convergencia Liberal con Jua José Santa Cruz, Ricardo Escobar, Sylvia Eyzaguirre, Jorge Errázuriz, que nos seguimos juntando y haciendo política  y ya llegará el minuto en que tomemos decisiones política colectivas y no individuales. Aprendí que hay que poner los proyectos antes de las personas.

-¿Se refiere a Andrés Velasco? 

-En las últimas semanas se han rearticulado varios grupos. ¿Quién que cree que ganará la pelea por el centro en las próximas elecciones?

-Veo que hay un error profundo en tratar, otra vez, de intentar los caminos propios, porque a lo único que eso contribuye es a aumentar la atomización del sistema política y a desarticular la gobernabilidad del país, que es lo propio del centro. No hay una demanda ciudadana porque el centro se articule, hay una demanda por el orden la responsabilidad, por crecimiento... La discusión hoy en un living de clase media chilena no es voto por el centro, la izquierda o la derecha; es voto por aquel que me haga tener mejor calidad y proyecto de vida.  

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