Balance del Mineduc: 162 colegios del país cerraron el año sin actividades presenciales

TEMUCO: Colegio Pumahue vuelve a clases con protocolo por COVID-19
Colegio Pumahue de Temuco. FOTO: ROCIO CUMINAO ROJAS / AGENCIAUNO

Tras invitaciones y llamados que luego escalaron a sumarios para los sostenedores renuentes, el 98% de los recintos del país reabrió sus instalaciones al alumnado. El porcentaje restante obedece, principalmente, a problemas de infraestructura. En 2022, eso sí, no será opcional: las clases serán obligatoriamente en aula.


Salvo contadas excepciones, el año escolar llegó a su fin. Miles de alumnos ya gozan de sus vacaciones de verano, luego de un 2021 marcado por el debate ante el prolongado cierre de algunos colegios y los llamados a retomar algo de la normalidad perdida en marzo de 2020, cuando las clases se volcaron a los computadores producto de la pandemia.

No fue fácil y el proceso fue escalando de invitaciones a resoluciones normativas. La última en agosto, cuando la Superintendencia de Educación emitió un dictamen que obligó a los recintos escolares, independiente de su sostenedor, a mantener siempre abiertas sus aulas para actividades presenciales. Y aunque la respuesta de las instituciones fue lenta -al punto de que el ente regulador abrió 1.150 procesos sancionatorios en octubre-, el año cerró con cifras positivas.

De acuerdo al balance del Ministerio de Educación, 9.288 de los 9.450 colegios que existen en el país habilitaron actividades presenciales para el alumnado. Es decir, solo 162 no lo hicieron, lo que significa un 1,8%.

“Nuestra principal misión este año fue abrir los colegios de forma segura para que estuvieran a disposición de los estudiantes en todo el país”, dice al respecto Raúl Figueroa, ministro de Educación. Y añade: “Fue un trabajo difícil, pero muy importante. Y permitió terminar el año con prácticamente la totalidad del sistema funcionando y otorgando confianza a los padres y apoderados”.

Cifras de apertura

Tipo de establecimientoEstablecimientos abiertosTotal de establecimientosPorcentaje de apertura
Municipales4.2614.35197,9
SLEP61163795,9
Particulares subvencionados3.8383.87299,1
Particulares pagados50852097,6
Administración delegada7070100
Total9.2889.45098,2

El detalle muestra que, proporcionalmente, quienes cierran diciembre con menor adhesión a la presencialidad son los colegios pertenecientes a Servicios Locales de Educación Pública (SLEP). Ahí, 611 de los 637 establecimientos abrieron sus aulas, lo que equivale a un 95,9%.

“Hemos recorrido los territorios de los 11 SLEP que componen el sistema, constatando en terreno el progresivo retorno a clases de los estudiantes. En el último periodo del 2021 la presencialidad llegó a un 96% en los establecimientos dependientes de los SLEP”, dice Alejandra Grebe, directora nacional de Educación Pública.

En el último trimestre del 2021, explica la autoridad, la Educación Pública cuenta “con porcentajes muy menores de establecimientos cerrados, los que se encuentran en esta situación ya que mantienen trabajos de conservación e infraestructura para poder recibir con mejores espacios a sus estudiantes”.

Asimismo, destaca que igualmente hay SLEP donde la apertura llegó al 100%, como en los servicios de Valparaíso, Barrancas y Costa Araucanía.

Por su parte, el mundo municipal, el más reacio y lento en la reacción, muestra cifras alentadoras de apertura, con un 97,9% de sus 4.351 colegios abiertos. Es decir, allí 90 instituciones terminan 2021 sin actividades presenciales.

En Lo Espejo, dirigida por Javiera Reyes (PC), se encuentran tres de ellas. Lo que se hizo acá fue cerrar el año con los alumnos de estos colegios distribuidos en diferentes establecimientos. Esta decisión, dicen desde el municipio, se tomó debido a la “imposibilidad de retornar presencialmente producto de problemas en su infraestructura”. Para la jefa comunal, agregan, “era necesario garantizar condiciones mínimas de retorno para los estudiantes”, las que se cumplirían a inicios de 2022 con los trabajos que están en curso.

En Quinta Normal se encuentra otro caso. Ahí, de 19 establecimientos municipales, solo el Colegio Abate Molina no pudo abrir de manera presencial “por su deplorable infraestructura”, según explica la alcaldesa Karina Delfino (PS), quien detalla que el lugar tiene problemas graves en el sistema eléctrico, techos que se llueven, socavones en los pisos y baños inutilizables.

Este colegio el municipio lo postuló para ser declarado en estado de emergencia y obtuvieron financiamiento por parte del Mineduc para su reparación. “Estamos muy contentos, porque los arreglos podrían comenzar en enero-febrero, para que nuestros estudiantes puedan regresar de sus teleclases a clases presenciales en marzo”, cierra la edil.

Mientras que en Maipú, una de las comunas de la Región Metropolitana que tardaron en el retorno presencial a clases, cierra el año con el 100% de los establecimientos abiertos. “Se mantuvo la atención presencial para quienes voluntariamente desearan asistir, así como el complemento virtual para las familias que optaran por no enviar a sus hijos al colegio”, dicen desde el municipio, donde destacan que este proceso se dio a partir de instancias participativas con las comunidades.

Pero, ¿dónde se vieron las mejores cifras de adhesión a la apertura? En los colegios particulares subvencionados, que muestran actividades presenciales en 3.838 de los 3.872 establecimientos de ese tipo que hay en el país, lo que equivale a un 99,1%.

“Estamos muy orgullosos de que todas las instituciones educacionales que son parte de la Coordinadora de Colegios Particulares Subvencionados (CCPS) abrieron en tiempo y forma”, expone Luis Cañas, presidente de la agrupación.

Sin embargo, agrega, “para el reducido grupo de colegios que no pudieron abrir, y que no están entre los nuestros, creemos que existieron dos razones: al tratarse de colegios pequeños, seguramente no tuvieron los recursos para asumir los distintos protocolos sanitarios y, en segundo lugar, estimamos que algunos de esos planteles educacionales no abrieron por una decisión de los padres, que no tuvieron la suficiente confianza para enviar a sus hijos al colegio”.

En tanto, los colegios particulares pagados terminaron 2021 con aulas abiertas en 508 de los 520 establecimientos (97,6%), así como también lo hizo el 100% de los 70 colegios de Chile con administración delegada.

Si las cifras se observan por regiones, hay dos que terminan el año con un 100% de sus establecimientos escolares adheridos a las actividades presenciales: Valparaíso y Ñuble. Más atrás, con un 99% de apertura figuran la Metropolitana, Tarapacá, O’Higgins, Los Lagos y Aysén, y con un 98% asoman Coquimbo, El Maule, La Araucanía, Los Ríos y Magallanes. ¿Las peores regiones? Atacama, con 91%, y Arica y Parinacota, con 95%.

Figueroa, además, enfatiza que la voluntariedad de la asistencia presencial caduca este año, pues el próximo marzo la educación será únicamente en las aulas, eso sí, con las medidas sanitarias que obliga el coronavirus. “El año escolar 2022 se retoma la obligatoriedad de las clases presenciales para que los niños, niñas y jóvenes puedan recuperar de la mejor forma su proceso educativo”, dice la autoridad.

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