Construir una “base programática” de propuestas constitucionales y plasmar ese trabajo en un documento único del oficialismo es el objetivo de la Mesa Programática Constituyente.

La instancia de la alianza de gobierno surgió en paralelo a la negociación que viabilizó el acuerdo constitucional y reúne a distintos personeros oficialistas -definidos por cada partido- con el fin de aunar una especie de “programa”, considerando las 12 bases constitucionales acordadas por los partidos concurrentes al acuerdo. La instancia ya ha sesionado en -al menos- cuatro ocasiones, con reuniones que han tenido lugar en la sede del Partido Liberal (PL) en calle Londres, o en el think tank Nodo XXI.

Entre los objetivos, pretenden construir un “relato común” entre las candidaturas -y posteriormente- de los consejeros de las fuerzas progresistas que sean electos, tomando en cuenta que este proceso es uno con características diferentes al anterior. Adicionalmente, dentro de los ejes constitucionales que busca relevar esa mesa están el carácter democrático del nuevo texto, el foco en los derechos sociales, en las bases del sistema político y otros.

Por el Partido Comunista (PC) acuden los exconvencionales Marcos Barraza y Bárbara Sepúlveda, cuya participación ha generado incomodidad en algunos de los integrantes debido a que fueron parte de la fallida Convención; por el Partido Socialista (PS), el diputado Leonardo Soto y el constitucionalista Flavio Quezada; también el negociador del PPD, Jorge Insunza junto al abogado José Antonio Ramírez. Mientras que en Apruebo Dignidad han asomado figuras ligadas a Revolución Democrática (RD) como el abogado Domingo Lovera y la cientista política Claudia Heiss; también Lorena Meneses, secretaria general de Convergencia Social; Camila Miranda (presidenta de Nodo XXI, ligado a Comunes) y el abogado Sebastián Aylwin.

Adicional a este grupo programático, el oficialismo también ha establecido una coordinación de los secretarios generales para evaluar el escenario electoral y debatir la idea de competir en una lista única para la elección de consejeros constitucionales. Por ahora, esa coordinación no tiene fijadas nuevas reuniones hasta 2023, cuando -y en medio de la tramitación de la reforma que habilita un nuevo proceso constituyente- el panorama en cada partido esté más claro. Algunos advierten que con tan pocos cupos, la voluntad de competir unidos se vuelve cuesta arriba.

Al interior del grupo se han dado varios debates que tienen que ver con los contenidos generales que podría impulsar la alianza de gobierno en el debate de este segundo proceso constituyente.

Algunas de esas conversaciones han girado en la idea de tener una Constitución neutra o mínima. Esto, por ejemplo, lo planteó en octubre pasado el presidente del PC, Guillermo Teillier. “En el sector nuestro estamos porque eso cambie, que se abra la posibilidad a una Constitucional neutral”, afirmó el timonel comunista.

En base a esa idea, los integrantes abordaron someramente el punto, con el objetivo de hacer algunos matices. Uno de ellos fue Insunza.

Testigos de este debate cuentan que el exministro PPD comentó que no existen las Constituciones neutras, ya que, en realidad, lo que se tiene que buscar es que la Constitución no sea un obstáculo para que los futuros gobiernos puedan implementar sus programas. “Tenemos que ir por una Constitución mínima, en contraposición a los maximalismos de la Convención”, dijo Insunza.

De hecho el exdiputado PPD no es el único que también ha comentado este punto. “El proceso no será igual que el anterior y el objetivo es una Constitución mínima”, afirmó hace una semana el presidente de RD, Juan Ignacio Latorre, en entrevista con Cooperativa.

Cuando Insunza abordó el punto, dicen las mismas fuentes, la exconvencional Bárbara Sepúlveda (PC) intervino diciendo que en realidad el tema no es una “dicotomía”. De hecho, consultada por La Tercera PM, Sepúlveda dijo que “ese no es un debate dentro de la mesa”.

En las reuniones del grupo algunos de los presentes, como el PC, han hecho la precisión de que en realidad el debate hay que reenfocarlo hacia una “Constitución habilitante y democrática”, es decir, aquel texto que delega su implementación y sus detalles a la política y que, por lo tanto, “habilita procesos políticos”.

El rol de Insunza no ha pasado desapercibido. Sus palabras, en general, han ido orientadas a dejar en claro que el sector tiene que tomar distancia de lo que fue la experiencia de la Convención.

Su visión ha sido desarrollada en instancias internas, pero también en público. “Si el PC y el Frente Amplio mantienen el diseño que nos llevó a la derrota con la Convención están poniendo en peligro este proceso constituyente y el éxito del gobierno de Boric”, afirmó en una entrevista con La Tercera publicada este sábado.

Insunza también propuso que el grupo pudiera elaborar una propuesta detallada de contenidos constitucionales, es decir, que pueda ir al fondo de algunas materias. Eso fue interpretado por algunos como una propuesta de articulado.

En ese momento también se exploró si era necesario partir desde algunos insumos.

Fue ahí cuando Lovera planteó que si la idea de Insunza prosperaba, se trabajara en base a la propuesta de nueva Constitución que elaboró la Convención, el proyecto de nueva Constitución de la expresidenta Michelle Bachelet y la Constitución de 1925. Ante eso, el diputado Soto se opuso a la opción de usar el texto elaborado por los convencionales. Lo mismo hizo Insunza.

Sin embargo, el planteamiento de armar algo detallado del exministro PPD no tuvo el consenso de los presentes y se rechazó rápidamente. La mayoría estuvo por un insumo a partir de acuerdos generales tomados en la instancia.