Exmano derecha de Piñera y representante del mundo liberal: Así es la mujer que se perfila para liderar el TC

brahm

La abogada María Luisa Brahm -quien, según informó Reportajes de La Tercera, tendría los votos para transformarse en presidenta del TC-, fue mano derecha, "ojos y oídos" del Presidente durante el primer gobierno del Mandatario. Conocida entonces por su perfil liberal, su influencia en "Piñera I" le trajo también poderosos detractores.


La mujer "más poderosa" de La Moneda. El apelativo acompañó a María Luisa Brahm desde que asumió en marzo de 2010 -durante el primer gobierno de Sebastián Piñera- como jefa de asesores del segundo piso de palacio hasta que dejó el cargo en marzo de 2013, luego de que el propio Mandatario la nombrara para reemplazar al exministro José Antonio Viera-Gallo como ministra del Tribunal Constitucional (TC): organismo que en unos días podría llegar a liderar.

El nombre de la abogada -según informó Reportajes de La Tercera- surgió como una alternativa para liderar el TC y contaría con el apoyo de la mayoría absoluta de los ministros. Esto, en medio de la paralización de la causa del excomandante en jefe del Ejército, Humberto Oviedo, que removió aguas al interior del organismo y de paso también las opciones  del académico de la UC, Juan José Romero, de reemplazar en la presidencia a Iván Aróstica, quien dejará el cargo a fines de agosto.

Sin bien hasta hace poco la llegada de Romero se daba por sentada, su voto por paralizar la causa del excomandante en jefe del Ejército no cayó bien entre los miembros de su sector, detonando nuevas alianzas políticas entre los ministros y despejando el camino a Brahm.

"Los ojos y oídos" del Presidente en La Moneda

El nombramiento de Brahm en 2011 por parte de Piñera para formar parte del TC ratificó en esos momentos la cercanía y la buena evaluación del Presidente respecto la abogada de la Universidad Católica.

Brahm había asesorado a Piñera en su primera campaña presidencial y llegó a transformarse en uno de los cerebros de los denominados Grupos Tantauco, que operaron como estructura para la creación del programa de gobierno. Hasta entonces se desempeñaba como directora ejecutiva y uno de los rostros influyentes del Instituto Libertad, ligado a Renovación Nacional (RN). Ahí trabajó con quien se conoce como uno de sus mentores, el abogado liberal Pedro Daza. 

Tras la campaña, Brahm llegaría a La Moneda a cargo del segundo piso, donde prontamente se le calificó -en los pasillos de La Moneda- como los "ojos y oídos" del Presidente. La abogada, de hecho, participaba en las bilaterales de Piñera con los ministros, conocidas entonces como unos verdaderos "examen de grado" para los secretarios de Estado.

Con el correr de los meses, el poder de Brahm encontraría detractores.

El rol del segundo piso generó cuestionamientos de la UDI. Poco antes del nombramiento en el TC, Jovino Novoa -uno de los gremialistas más influyentes de la época- lanzó en pleno gobierno de Piñera el libro "Con la fuerza de la Libertad: La batalla por las ideas de centro-derecha en el Chile de hoy", cuestionando a La Moneda por no defender las ideas de la centroderecha y lanzando duras críticas al segundo piso encabezado por Brahm.

A esto se sumaba el fuerte flanco que se había abierto desde la mesa directiva de Renovación Nacional, liderada por Carlos Larraín.

El entonces timonel fue un crítico acérrimo, prácticamente, desde los inicios del gobierno, lo que se agudizó a fines del 2011, cuando se conoció que Brahm, junto al entonces -y hoy nuevamente- subsecretario del Interior, Rodrigo Ubilla, habían participado de una reunión con la disidencia a la mesa. Larraín incluso de automarginaría de los comités políticos en La Moneda, agudizando el problema político.

Conocido también el "contrapeso" que el entonces ministro de la Segpres, Cristián Larroulet, ejercía respecto la influencia "liberal" de Brahm, la abogada había forjado una alianza desde los inicios de la primera administración piñerista con el entonces ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter; el mismo que lanzó la tesis de la Nueva Derecha que terminó de incomodar a sectores conservadores. Si bien Brahm no era RN, tenía una influencia en el partido, ligada precisamente al sector más liberal.

Pese a su conocido poder en La Moneda, antes de partir al TC, algunos aseguraban que la llegada de Magdalena Piñera -hija del Presidente- como jefa de gabinete y la salida de Hinzpeter -que fue trasladado al ministerio de Defensa- habían afectado también en el poder de Brahm desde el segundo piso.

Sentencias y su rol en el TC

Pese al antagonismo que protagoniza hoy con Aróstica, Brahm fue su principal impulsora o "jefa de campaña" hace cuatro años, cuando el abogado disputó con Carlos Carmona la presidencia del TC. Una campaña de la que, según cercanos a la ministra, se arrepiente.

En la actualidad, Brahm integra la Segunda Sala del TC y algunos afirman que, junto a Gonzalo García, serían las voces más disidentes a la presidencia de Aróstica.

Entre las sentencias más destacadas que permiten describir a Brahm en una ala más liberal del TC, está sin lugar a dudas en primer lugar el fallo que destrabó el aborto en tres causales en Chile.

Pese a que se temía que Domingo Hernández (católico y cercano a la DC) podría ser uno de los que hiciera caer la legislación que permitía en Chile la interrupción del embarazo bajo tres causales, fue la ministra Brahm quien terminó inclinando la balanza y votando de forma distinta (por rechazar el requerimiento) a cómo votó su sector en esa oportunidad.

Cercanos a la conformación del TC de esa época aseguran que nunca estuvo en juego su posición, pues sostienen que siempre ha sido una mujer muy liberal en lo valórico.

Otra sentencia en que se puede graficar su ponderación en materias de derechos humanos tiene que ver con aquellas que han sido presentadas por militares involucrados en causas de violaciones a los DD.HH. en que éstos han acudido acusando diversas vulneraciones al debido proceso del sistema penal antiguo, no reformado. Al revisar el fondo de los requerimientos, que han sido paralizado durante varios meses por la Primera Sala, ella ha votado con el ala progresista y siempre -sin excepción- a favor de las víctimas.

Un caso de estos es un uniformado que recurrió en diciembre de 2018 ante el TC impugnando la expresión "y secretamente" del artículo 205 del Código de Procedimiento penal, del antiguo sistema en que se tramita su caso. La indagatoria es del ministro en visita de Valparaíso Jaime Arancibia y se encuentra en etapa de sumario por el secuestro y detención de agentes del Estado en contra de Joel Tapia López.

Este es un caso muy similar al que reclama Oviedo, quien recurrió a esa instancia acusando que el secreto de sumario vulnera el debido proceso. Brahm fue vital en esta sentencia pues votó por rechazar el recurso del exmilitar, uniéndose a la decisión de los jueces más progresistas del TC Gonzalo García, Nelson Pozo, Domingo Hernández y María Pía Silva. Al generarse un empate, el requerimiento fue rechazado. Por acoger estaba Iván Aróstica, Juan José Romero, Cristián Letelier, José IGnacio Vásquez y Miguel Ángel Fernández.

En otras ocasiones Brahm sí se ha plegado a la mayoría con la que cuenta hoy los ministros de sensibilidad de derecha. Por ejemplo, cuando llegó a control la ley que cambiaba el Sernac. Ahí acogió varios de los puntos que terminaron por "mutilar" la legislación que había salido del Congreso.

"Me parece que ella es un voto tradicional de derecha en temas económicos y regulatorios, pero con sensibilidad liberal en aquellos vinculados a derechos humanos y autodeterminación, como sucedió en aborto tres causales. Es una de las que mejor entiende el contexto público en el cual se desenvuelven las decisiones del TC. En el sector progresista, esa comprensión la tiene el ministro Gonzalo García", explica el profesor de Derecho administrativo de la Universidad de Chile, Luis Cordero, para describir el rol de Brahm en algunas de las causas que se revisan en el TC.

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