General de División de Ingenieros del Ejército y situación con el INBA: “Es frustrante, no existen motivos para que seamos atacados”

Jean Pierre Irribarra es el jefe de la unidad militar que ha sido objeto de 68 ataques por parte de encapuchados y alumnos del Internado Barros Arana. Dice que ha recogido hasta 30 bombas molotov en un día y que han tenido que tomar medidas como, por ejemplo, levantar un muro de más de 5 metros para mitigar las agresiones. Asegura que no sabe si el colegio ha tomado medidas, pero que si lo hecho "claramente no han resultado". Descarta disparos para repeler, por ahora.


Hasta 30 bombas molotov alcanzó a contar, en un día, el general Jean Pierre Irribarra, al interior de la División de Ingenieros del Ejército. Los elementos incendiarios caían desde la calle hacia la unidad, la cual se ha transformado en el “blanco” predilecto de los estudiantes que se manifiestan violentamente en las afueras del Internado Nacional Barros Arana (INBA), ubicado justamente al lado del recinto militar, en calle Santo Domingo.

El general Irribarra es el jefe de esta división y, hasta hoy, dice no entender muy bien por qué se trasformaron en un objetivo permanente para quienes los atacan. Ya son 11 los funcionarios heridos, cuatro de los cuales fueron lesionados el martes 4 de octubre. “Ellos están bien, pero hay dos que tienen contusiones de gravedad, esperamos que se recuperen luego”, dice a La Tercera PM, antes de contestar un llamado que lo alerta de que este miércoles nuevamente habrá problemas.

Durante esta mañana, otra vez, se registraron incidentes con foco hacia la División de Ingenieros, unidad donde trabajan 241 personas para planificar los proyectos de infraestructura que desarrolla la institución a nivel nacional. Esta vez, una serie de bombas molotov cayeron dentro del recinto, provenientes desde uno de los patios del INBA.

¿Qué sensación le dejan este tipo de ataques?

La sensación, principalmente, está dada por la frustración, porque no existen motivos justificables para que seamos atacados. Además, dada la larga data de convivencia y de vecindad que va más allá de 1960 -que es de cuando esta unidad está en este lugar-, esta relación entre el Internado y el Comando de Ingenieros ha sido muy estrecha, muy fructífera. Esta situación nos complica, nos tiene sorprendidos y la lamentamos mucho.

¿Cuántos ataques han sufrido este año?

Con el de ayer (martes), hasta las 11 de la mañana, son 68 ataques y las denuncias 32.

¿Cuál es el estado de esas denuncias en la Fiscalía?

Le hemos hecho seguimiento y de las 32, seis están abiertas, y el resto archivadas. En todas estas causas nosotros hemos aportado información, pero principalmente a Carabineros, quienes nos han requerido los elementos que necesitan, como los registros de video y también algunas declaraciones que ellos han tomado. No me referiré si la Fiscalía ha avanzado o no, ahora, a uno el gustaría que todo sucediera más rápido, pero supongo que están haciendo diligencias.

¿Este problema es de este año?

En 2019 existieron ciertos ataques, como a otras unidades militares, pero durante el 2020 y 2021, en razón de la pandemia, esto no ocurrió. Yo estoy al mando de esta unidad desde febrero del año pasado y esto ocurre a partir de este año, a partir de marzo, con el inicio de las clases presenciales.

¿Y qué han podido ver en el actuar de quienes atacan la unidad, tienen un modus operandi similar siempre?

No, ha ido mutando. Inicialmente era esporádico, una vez a la semana, luego todos los días y ahora último hasta cuatro ataques por día. Este cambio también lo hemos podido ver en que al comienzo eran grupos menores los que cometían estos actos, no más de 20 personas que lanzaban piedras y bombas incendiarias, y durante este último tiempo ha sido mucho más masivo, con participación de 80 y hasta 100 personas. La intensidad de la violencia lo mismo: primero eran piedras, luego bombas incendiarias y después fuegos artificiales. Estos ataques han ido en escalada día a día.

¿Cómo han enfrentado eso?

Hemos tenido que tomar medidas internas, como levantar el muro que colinda con el INBA en hasta cinco metros más de lo que hay, lo que ha reducido el efecto directo del lanzamiento de bombas molotov, ya que hasta hace algunas semanas llegamos a recibir entre 25 y 30 molotov por día. Ahí el riesgo de incendio era muy alto, así que tuvimos que tomar esa medida. Ahora, con esto, los atacantes se han movido más hacia el frente, hacia la guardia y hoy en día tenemos un ataque directo a esa zona, afectando ventanales del Cuerpo Militar del Trabajo que está ahí.

¿Han entablado algún tipo de diálogo con las autoridades del INBA?

Sí, nosotros tuvimos una reunión en junio, a solicitud nuestra con la municipalidad de Santiago. Ahí fuimos atendidos por el director de educación municipal, donde tuvimos la oportunidad de conocer a la actual rectora del instituto, María Alejandra Benavides, a quien le expusimos nuestra preocupación por el riesgo de incendio y para las personas que trabajan en esta unidad militar. Se comprometieron a tomar nota de esto y desarrollar algunas acciones tendientes a reducir estas situación de peligro.

¿Y funcionó, se ha reducido?

No, se ha incrementado.

¿Entonces no tomaron las medidas necesarias desde el colegio?

No tengo antecedentes, porque a partir de eso no tuve más noticias. Nunca se nos ha informado, ni tampoco requerido alguna coordinación. Nosotros le ofrecimos todo el apoyo a la rectoría y le dijimos que desde nuestra ubicación era fácil observar los movimientos, los momentos de los ataques, por lo que estaban a su disposición por si querían observar y tomar alguna medida. Desconozco si tomaron alguna otra medida, tal vez sí, pero no han dado mucho resultado.

Militares limpian piedras en las instalaciones del Ejército junto al INBA.
Las piedras que han caído en la División de Ingenieros son retiradas diariamente por el personal militar.

“No dispararemos, a menos que seamos atacados con armas de fuego”

Hasta el momento, el Ejército mantiene el mismo protocolo de acción de siempre: avisar a Carabineros que están siendo atacados y, mientras esperan, aplican medidas disuasivas de control, como el lanzamiento de agua o gases.

Al presentarse una bomba de incendio, o que una bomba molotov ponga en riesgo la vida de una persona, ¿no aplican las Reglas de Uso de la Fuerza (RUF) y defenderse con elementos más contundentes que, por ejemplo, agua?

Las Reglas de Uso de la Fuerza están condicionadas por el estado constitucional y el imperio de la Ley, por lo tanto, nuestra defensa es a partir de elementos disuasivos, como gas lacrimógeno, el empleo directo de agua. Estimamos que esas son las medidas correctas y proporcionales que permite la entrega del control del orden público a Carabineros.

¿Es decir, el disparar o repeler con armas nunca será contemplado?

No, a menos que seamos atacados con armas de fuego, ahí por supuesto que tendríamos que hacerlo, pero en este caso no aplica. Nuestro actuar es solicitar apoyo a Carabineros y repeler con personal sin armamento y, a través del agua y gases mantener a distancia a los manifestantes, en espera al actuar de la policía.

Ustedes tienen cámaras que han entregado a Carabineros. ¿Allí se ven a estas personas a rostro descubierto, lo que ayudaría a identificarlas?

Por lo general están con el rostro cubierto. Si bien a comienzos de años estaban encapuchados, con mascarilla, overoles blancos y ropa de distintos colores, pero en el último tiempo ha habido una clara participación de los alumnos del colegio, porque es fácil evidenciar la ropa escolar con buzo deportivo, donde se ve la insignia del colegio. Es muy identificable, más ahora que no todos están encapuchados y a rostro descubierto.

¿Han elevado la preocupación estos hechos al gobierno?

El Ejército mantiene permanente contacto con el Ministerio de Defensa. Producto de ello es que la ministra de Defensa, Maya Fernández, decide visitar el cuartel, ya ha consultado antes por cada vez que teníamos lesionados, hay una preocupación permanente y constante. Además, se anunció una querella por parte del Ministerio del Interior con lo que se activa el proceso y el protocolo que corresponde para estos casos, por lo tanto, nos sentimos muy respaldados por el Ministerio de Defensa y también confiamos en que tomarán todas las medidas que tengan a su alcance para lograr una solución.

¿Han solicitado el traslado de sus instalaciones para otro lugar?

No, nosotros no tenemos pensado una cosa así. No vemos por qué por un grupo de antisociales debiéramos nosotros salir. Esa sería una señal equívoca de dónde está la racionalidad y el bien hacer de las cosas. Yo confío en que las autoridades de los distintos niveles educacionales puedan generar la instancia para ir acotando este problema, la cual no es algo que generemos nosotros. Sería muy extraño llegar a pensar en que si nos vamos a mover a otro lugar, es como decir que al que le roben en su casa, se mude porque lo han asaltado dos veces. La acción debe estar sobre quienes actúan con acciones delictuales, pero nosotros no tenemos ninguna intención de irnos de acá.

Comenta

Los comentarios en esta sección son exclusivos para suscriptores. Suscríbete aquí.