Joseph versus Henry: la disputa por el poder que complica la transición en Haití

La policía camina entre los manifestantes durante una protesta contra el asesinato del Presidente haitiano Jovenel Moïse en Puerto Príncipe, el jueves. Foto: AP

“Claude Joseph no es primer ministro, es parte de mi gobierno", dijo Ariel Henry, quien había sido nombrado el lunes para ese puesto por el Presidente Jovenel Moïse, asesinado este miércoles. Las autoridades haitianas informaron hoy que, al menos, un ciudadano estadounidense se encuentra entre los seis arrestados en relación con el magnicidio.


Los haitianos se despertaron hoy en la incertidumbre, esperando el resultado de un tiroteo entre la policía y un escuadrón de asalto que asesinó al Presidente Jovenel Moïse, mientras los políticos discutían sobre quién debería asumir el liderazgo de un país devastado por la violencia.

Moïse, de 53 años, fue asesinado a tiros en la madrugada del miércoles en su casa de Puerto Príncipe por un comando de asesinos entrenados, lo que sumió al país más pobre de América en un caos más profundo en medio de profundas divisiones políticas, hambre y violencia de pandillas generalizada.

Sospechosos del asesinato del Presidente de Haití, Jovenel Moïse, detenidos en la Dirección General de la policía en Puerto Príncipe, el jueves. Foto: AP

La policía y el Ejército de Haití lograron rastrear y rodear a los presuntos asesinos, entre los que se encontraban mercenarios extranjeros, y libraron una feroz batalla con ellos el miércoles por la noche, informaron las autoridades.

James Solages (35), ciudadano estadounidense de ascendencia haitiana, es una de las seis personas arrestadas hasta ahora por el asesinato de Moïse, según Mathias Pierre, ministro de Elecciones y Relaciones entre partidos de Haití. También se cree que al menos otro detenido es haitiano-estadounidense, señaló. Los otros cuatro detenidos son de Colombia. Además, siete presuntos atacantes fueron muertos a tiros en el enfrentamiento con agentes.

La capital parecía tranquila esta mañana mientras la policía rondaba las calles del vecindario de Pelerin, donde continuaba el enfrentamiento con los hombres armados restantes, según un testigo de Reuters.

El Presidente haitiano Jovenel Moïse y la primera dama Martine Moïse en el Palacio Nacional en Puerto Príncipe, el 23 de mayo de 2018. Foto: AFP

Si bien el primer ministro interino Claude Joseph aseguró el miércoles que la “situación de seguridad del país está bajo control”, la muerte de Moïse ha generado confusión ahora sobre quién es el líder legítimo del país de 11 millones de habitantes.

La Constitución de 1987 estipula que el jefe de la Corte Suprema debe asumir el cargo. Pero enmiendas que no son reconocidas unánimemente estipulan que sea el primer ministro o, en el último año del mandato de un presidente, como en el caso de Moïse, que sea el Parlamento el que elija a un presidente.

Pero el presidente de la Corte Suprema de Justicia, René Sylvestre, murió el 23 de junio pasado de Covid-19, en medio de un aumento de las infecciones en uno de los pocos países del mundo que aún no ha iniciado una campaña de vacunación.

Desde enero de 2020 el Legislativo está clausurado debido al aplazamiento de las legislativas previstas para 2019 producto de disturbios políticos. “Por lo tanto, constitucionalmente (la Asamblea Nacional) no puede reemplazar al presidente de la República”, explicó Jean Wilner Morin, presidente de la asociación nacional de jueces haitianos, a CNN.

Además, no está muy claro quién es el primer ministro de Haití. Estaba previsto que Joseph fuera sustituido esta semana tras tres meses en el cargo. Este lunes Moïse nombró para ese puesto a Ariel Henry, quien todavía no había asumido de forma oficial.

La policía traslada a dos sospechosos del asesinato del Presidente Jovenel Moïse a la comisaría de Petion Ville, en Puerto Príncipe, el jueves. Foto: AP

Joseph apareció el miércoles para hacerse cargo de la situación, dirigiendo la respuesta del gobierno al asesinato, pidiendo apoyo a gobiernos extranjeros y declarando estado de sitio. Henry, sin embargo, declaró al diario haitiano Le Nouvelliste que ya no consideraba a Joseph como el primer ministro legítimo y que debería volver al papel de ministro de Relaciones Exteriores. “Creo que tenemos que hablar. Se suponía que Claude permanecería en el gobierno que yo iba a dirigir”, sostuvo Henry.

“Un gobierno que dimite es un gobierno que dimite que yo sepa. Este no es un gobierno de pleno derecho. Si no fuera por la necesidad de tener otro gobierno, no creo que el Presidente Jovenel Moïse me hubiera estado buscando o haciendo las consultas”, dijo el neurólogo, quien reiteró: “Claude Joseph no es primer ministro, es parte de mi gobierno”. “En mi opinión, ya no es primer ministro. ¿Hay más de un primer ministro nombrado en el país?”, se preguntó con ironía.

Y su discrepancia con Joseph no termina ahí, ya que Henry asegura no estar de acuerdo con algunas de las decisiones tomadas por el primer ministro interino en las últimas horas, incluido el estado de sitio que ha declarado en todo el país. “No creo que estemos en una situación que requiera un estado de sitio. Creo que es un poco precipitado. Este es mi punto de vista”, señaló.

Sin embargo, Henry también se mostró conciliador: “Claude Joseph ha hecho hoy un buen trabajo, que aprecio (…). En el contexto actual creo que hay una oportunidad de diálogo para llegar a un acuerdo que nos permita ir a un mejor clima en las elecciones y tener un gobierno que también pueda crear ese clima”, señaló.

Personas caminan junto a una camioneta en llamas frente a la estación de policía de Petion Ville durante una protesta contra el asesinato del Presidente Jovenel Moïse en Puerto Príncipe, el jueves. Foto: AP

“No sabemos realmente (quién gobierna), y esa lucha entre Joseph y Henry no ha terminado”, dijo Robert Fatton, profesor de política haitiana de la Universidad de Virginia, citado por el diario The Guardian. “Todas las cartas están en el aire. Realmente todavía estamos en crisis, pero el hecho de que arrestaron a los asesinos puede generar algo de calma en Haití”, agregó.

Pero Estados Unidos declaró este jueves que ve a Claude Joseph como primer ministro de Haití. “Él (Joseph) era el titular que estaba en ese cargo, él estaba ejerciendo como primer ministro antes del asesinato del Presidente Moïse y nosotros seguiremos trabajando con Claude Joseph como tal”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price.

Además, Price señaló que su país ha estado en contacto con varios actores importantes en Haití, incluido Henry, exministro de Interior y de Trabajo durante el gobierno de Michel Martelly (2011-2016). El funcionario norteamericano repitió el llamado de EE.UU. para que “el gobierno de Haití organice elecciones presidenciales libres y justas” lo antes posible.

Tras el magnicidio, la legislación establece la convocatoria en 90 días de unas nuevas elecciones para renovar el Parlamento y la presidencia, informa el diario El País. Pero son muchos los que dudan de su viabilidad y de la posibilidad de formar un gobierno de coalición.

“Si hay una solución local y se logra crear un gobierno de unidad nacional que incluya la oposición, agrupaciones de la sociedad civil y otras organizaciones y miembros del actual gobierno, puede ser un aspecto positivo. Pero con un ambiente político tan dividido, es muy difícil que pueda darse una transición pacífica”, comentó Fatton a la BBC.

Personas protestan contra el asesinato del Presidente haitiano Jovenel Moïse cerca de la comisaría de policía de Petion Ville, en Puerto Príncipe, el jueves. Foto: AP

“Puedo imaginar un escenario en el que hay problemas respecto de quiénes son leales a las Fuerzas Armadas y la policía nacional, en el caso de que existan reclamos rivales de ser el presidente del país”, apuntó Ryan Berg, analista del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS).

Pierre Espérance, un destacado activista de derechos humanos, dijo a The Guardian que el clima palpable de miedo e incertidumbre en Puerto Príncipe se había intensificado en las horas transcurridas desde el asesinato de Moïse. “Todos se quedan en casa”, señaló Espérance, que teme que los actores extranjeros ahora busquen imponer una solución política a Haití, que ha sufrido repetidas intervenciones extranjeras desde el último asesinato de un presidente haitiano. En julio de 1915, el magnicidio de Jean Vilbrun Guillaume Sam desencadenó una invasión y ocupación estadounidense que duró hasta 1934.

Fatton dijo que no podía descartar que Haití, que estuvo sujeto a una controvertida misión de estabilización de la ONU entre 2004 y 2017, enfrentara otra intervención de este tipo si la situación de seguridad empeoraba después del asesinato de Moïse. “Todo eso ahora es especulación. Pero lo que creo que está bastante claro es que la situación se va a deteriorar muy pronto, porque vas a tener muchos pretendientes al poder”.

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