La toma del Serviu de 2019 que se volvió un boomerang para la candidata de Comunes al ministerio de Vivienda

La toma del edificio se realizó el 20 de junio de 2019 y duró, aproximadamente, cuatro horas.

En junio de 2019, al menos 150 personas adherentes de Ukamau y dirigidas por Doris González -hoy carta de Comunes para el ministerio de Vivienda- ingresaron a la sede de calle Serrano, en protesta por el atraso del proyecto Maestranza en Estación Central. La ocupación duró al menos cuatro horas, en las que funcionarios se vieron encerrados en sus oficinas sin poder salir. Ayer los funcionarios del Serviu enviaron una carta a Gabriel Boric en la que le piden que no nombre en el Minvu a quienes tuvieron que ver con la toma.


Cerca de cuatro horas duró la toma que la mañana del 20 de junio de 2019 realizó el movimiento Ukamau del séptimo piso del edificio del Servicio de Vivienda y Urbanismo (Serviu) Metropolitano, ubicado en calle Serrano.

Quien la lideró fue una de sus voceras y fundadora, Doris González (40), quien hoy es uno de los nombres que propone el Partido Comunes para liderar el ministerio de Vivienda del futuro gobierno de Gabriel Boric.

La trabajadora Social y magíster en Hábitat Residencial de la Universidad de Chile fundó Ukamau en 2011, organización que representa a personas y comunidades que buscan obtener una vivienda social. A inicios de 2021 fue candidata a constituyente -también por Comunes- por el distrito 8, que contempla a las comunas de Estación Central, Lampa, Cerrillos, Colina, Pudahuel, Maipú, Tiltil, Quilicura.

Pero la toma del 2019 hoy le pena a González. Aunque ella dice que no entró a las oficinas, y otros dirigentes de Ukamau defienden el hecho como “una medida de presión”, ayer la Asociación de Funcionarios envió una carta a Boric en la que le solicitó -aunque sin precisar identidades- que no nombre en el Minvu a quienes participaron de tal toma.

“Nosotros, los trabajadores del Serviu Metropolitano, dejamos de manifiesto una experiencia en nuestro trato con la organización Ukamau. A raíz de una toma de nuestras instalaciones ocurrida en junio de 2019 llevada a cabo por esa organización, con un grado de violencia nunca antes ocurrido en este servicio, donde funcionarios fueron retenidos como rehenes, amenazados en su integridad física y emocional, todo esto acompañado con destrucción de enseres e instalaciones institucionales”, exponen en la carta. “Exigiremos un trato digno y respeto a nuestra labor y carrera funcionaria, junto a la utilización de recursos públicos para fines propios del Estado, evitando agendas particulares que sirvan a intereses ajenos”, agrega, junto con solicitar a la futura autoridad que “tenga a bien considerar nuestra opinión en representación de las y los trabajadores y trabajadoras, en el nombramiento de las autoridades que lo acompañarán en su gestión”.

La toma

Como dirigenta, Doris González ha protagonizado interrupciones de calles y otras acciones, y fue una activa figura de la Mesa de Unidad Social durante el estallido de 2019.

Cuatro meses antes de que ello ocurriera, y con motivo del atraso en la entrega de viviendas del proyecto Maestranza en la comuna de Estación Central, fue que González junto con un grupo de personas se tomaron el Serviu.

Cerca de las 8.00 am, personal de vigilancia de ese servicio se percató de que había unas 50 personas deambulando y observando hacia las puertas de ingreso de público, entre las calles Arturo Prat 48 y Serrano 45. A las 9.00, como es tradicional, se abrieron las puertas para recibir a quienes esperaban atención. Fue ese momento que tres dirigentes de Ukamau se dirigieron al sexto piso del edificio, con el fin de llegar hasta la dirección del servicio.

Tras el hecho, el Serviu redactó una querella en contra de quienes resultaran responsables, la que finalmente no fue presentada luego de un acuerdo con la agrupación Ukamau. “Para no ejercer nuevas acciones de violencia en contra de la institución y continuar en una mesa de trabajo con los puntos a despejar, nunca se presentó la querella, ya que llegaron a un acuerdo de realizar una mesa de trabajo con el objetivo de no atrasar más las viviendas sociales que estaban pendientes”, indicaron desde el servicio. Finalmente, el proyecto fue entregado a finales de octubre de 2020.

Ivonne Rozas, presidenta de la Asociación de Funcionarios de Serviu RM, fue una de las firmantes de la misiva dirigida al presidente electo. Ella recuerda que la intervención fue bastante agresiva. “La gente estaba por todos los pasillos y no nos dejaban sacar a los funcionarios de las oficinas. Gritaban y golpeaban todo (...), había menores de edad también, no entiendo cómo los adultos los ocupan a ellos de escudo”, dice la dirigenta.

Un caso que le llamó la atención a Rozas fue que “una de las personas que estaba en el pasillo, una señora, me pedía disculpas porque ella sabía que vendrían a protestar, no a tomarse las oficinas. Ella decía que la habían traído engañada”, asevera.

Recientemente, otro funcionario de la institución, por medio de su cuenta de Twitter, relató que “estaba ahí. Me tocó darle protección a un chico de 15 años cuando entraron Fuerzas Especiales. El muchacho me dijo que les cobraban cuotas y debían ir obligados a tomas y marchas o no hay casa. Él estaba ahí para que su madre no se arriesgara. El chico temblaba”, decía el texto publicado el 27 de diciembre pasado.

Según la querella, que aún está en manos del servicio, los pobladores ocupantes rompieron el portacandado del portón principal, por lo que este cayó e ingresaron al menos 150 personas. “Luego de eso sacaron muebles y extintores para obstaculizar el ingreso de Carabineros. Las personas se desplazaron entre los pisos quinto y séptimo”.

Los funcionarios se encerraron en sus oficinas, algunos sin poder salir por horas. “Fui piso por piso interviniendo para que dejaran libres a los trabajadores. Encontré brutal que tocaran a los trabajadores, donde los tenían atemorizados”, recuerda Rozas. El borrador de la querella indica que “solo dejaron bajar a una funcionaria que se encontraba embarazada, pero esto luego de varias solicitudes de funcionarios, lo que ocurrió después de dos horas”, se indica.

Cerca del mediodía de esa jornada, mientras se encontraban en los balcones de los pisos quinto y sexto, personas de Ukamau ingresaron al departamento administrativo sacando papeles de los escritorios y lanzándolos por la ventana, indica la querella. Desde el servicio confirmaron que algunos papeles se pudieron recuperar por el sistema informático y otros eran parte del reciclaje que se mantiene en el lugar. “Los documentos eran fichas de postulantes, presupuestos de viviendas, oficios, muchos papeles que no tenían respaldo. Documentos valiosos para continuar con los procedimientos. Se rompe la cadena”, dice Ivonne Rozas.

Sobre la toma, Victoria Herrera, actual vocera de Ukamau -que también participó ese día-, cuenta que “se les pide (a los funcionarios) que por favor se queden para que sean testigos de que no se están haciendo desmanes (…); nunca los retendríamos, el trabajador al igual que quienes conformamos Ukamau es parte del movimiento”. Agrega que “la acción fue una medida de presión para que se respetaran los plazos de entrega de las viviendas”.

González aclara a este medio que en dicha jornada participó de las manifestaciones en el exterior del edificio. “Yo nunca ingresé a las dependencias, me mantuve movilizada con las casi 400 familias en la calle”, asegura.

Ukamau

La organización Ukamau, que en aimara significa “así somos”, oficializó su conformación en 2011 como una iniciativa que busca soluciones habitacionales para familias de campamentos y allegados. Esta se hizo conocida por realizar acciones llamativas o de fuerza para plantear sus demandas, como la paralización de sectores de la Alameda y General Velásquez.

Desde Ukamau indican que este tipo de actos es lo último que se realiza cuando las autoridades no acceden al diálogo. “Cuando las personas se movilizan, las autoridades toman un poco más de conciencia y tiene mayor efecto en la solución o es un poco más eficiente la solución”, asegura Herrera.

El 10 de enero de 2019, González -aún vocera de Ukamau- grabó en su cuenta de Twitter un afectuoso saludo por la reelección de Nicolás Maduro en Venezuela. “Desde las tierras de Salvador Allende (…) le enviamos un saludo y un fraternal abrazo a ese pueblo bolivariano, revolucionario y sobre todo a su gobierno segunda vez electo, al presidente Nicolás Maduro”, indicó González.

También participó en la jornada final del I Congreso Internacional de Comunas, evento que se realizó entre el 18 y 20 de octubre de 2019 en Venezuela. En aquella oportunidad, la militante del Frente Amplio, compartió con Maduro, quien la saludó “con mucho amor, respeto y cariño”.

Hace un par de semanas, a través de sus redes sociales, la también vicepresidenta de Comunes se desmarcó de sus palabras de apoyo a Maduro.

“La crisis democrática en Venezuela es real, no puedo estar del lado de un gobierno que no es capaz de asegurar la alimentación básica a su gente, la crisis migratoria es evidente para todo el mundo, también sus causas”, fue parte de sus palabras en su cuenta de Twitter.

“Una de las calumnias más difundidas es la vinculación con Nicolás Maduro. No es cierto que mantengo o he mantenido cercanía con el gobierno de Maduro”, aseguró la trabajadora social, junto con precisar que fue a Venezuela dos veces invitada por organizaciones sociales y no por el gobernante.

Consultadas hoy Herrera y González sobre la petición de los funcionarios, no contestaron a este medio.

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