Un círculo cercano cada vez más reducido: Piñera pierde nuevamente a asesor clave

El asesor de asuntos internacionales de la Presidencia, Benjamín Salas, dejará este viernes su cargo y partirá rumbo a Estados Unidos para trabajar en un estudio de abogados y, posteriormente, realizar un máster. Con su salida, quedarán del círculo inicial de Piñera solo Magdalena Díaz y Cristián Larroulet.


Ayer comenzó a sacar las cosas de la oficina que ocupa en La Moneda, a unos pocos metros del despacho del Presidente Sebastián Piñera. El asesor de Relaciones Internacionales de Presidencia, Benjamín Salas, deja este viernes de trabajar en el gobierno y conversó hace una semana con el Mandatario para zanjar su salida.

Mañana será su último día laboral y colaborará en el consejo de gabinete que encabezará Piñera, el que en principio se realizará en el Cajón del Maipo, pero que podría trasladarse para La Moneda dependiendo del clima.

Las razones de su partida responden a que la próxima semana partirá a Washington D. C. debido a que, según afirman en Palacio, recibió una oferta laboral del estudio de abogados Foley Hoag, para unirse al grupo de litigios internacionales, que es dirigido por Paul Reichler y Lawrence Martin. Y, posteriormente, va a estudiar un máster en derecho Internacional y está definiendo si lo hará en Estados Unidos o Inglaterra, dependiendo de los resultados de las postulaciones, lo que debería iniciar en septiembre.

Por esto, según afirman en el gobierno, Piñera consideró que eran buenas razones para partir, ya que tendrá la posibilidad de formar parte de equipos que ven casos relevantes a nivel internacional.

Salas -quien es hijo de la exministra del Deporte Pauline Kantor- es de los últimos asesores que iba quedando en Palacio del círculo más cercano a Piñera que llegó los que llegaron en marzo de 2018. Esto, ya que el comité político se ha ido modificando, al igual que los asesores que llegaron en un inicio en la Secom y también en prensa de Presidencia.

Salas partió enfocado solamente en los temas de relaciones exteriores y sin contar con plena confianza de Piñera, sin embargo, se fue ganando su espacio, según afirman en Palacio, por “su desempeño”; y se transformó en parte del círculo de confianza del Mandatario junto al primer comité político, la jefa de gabinete, Magdalena Díaz, y el jefe del Segundo Piso, Cristián Larroulet.

De ese equipo, quedarán solamente Larroulet y Díaz, quien ahora se encuentra fuera de Chile por motivos familiares y vuelve en febrero. De esta manera, al Mandatario se le sigue achicando su círculo de mayor confianza, al que se ha sumando el titular de la Segegob, Jaime Bellolio.

En La Moneda afirman que la partida de Salas significa una “perdida” relevante para Piñera, ya que era funcional a él, lo escucha harto y porque lo consideran inteligente y se ha involucrado en temas más allá de las relaciones exteriores, por ejemplo, en materia de derechos humanos durante el estallido social, en temas relativos al proceso de vacunación y participa de los comité Covid-19.

A Salas, en todo caso, le reconocen aciertos y errores en su rol de asesor. Dentro de los primeros, afirman en Palacio, dicen que estuvo su capacidad entre el 2018 y 2019 de empujar una agenda internacional y posicionar el rol de Piñera, lo que hizo utilizando como base dos cumbres: Apec y Cop25, encuentros en lo que Chile iba a ser sede, pero que finalmente tuvo que desistir debido al estallido social.

Además, Salas tenía a su favor que generó lazos a nivel internacional y manejaba los números y contacto de la mayoría de los jefes de gabinete de los presidentes, lo que facilitaba su gestión.

Así, la llegada del estallido social y posterior pandemia frustraron mantener el posicionamiento de Piñera en ese ámbito, pero en Palacio destacan algunos hitos, por ejemplo, la invitación desde el G7 y G20 a Piñera, en la que Salasl hizo gestiones para que se concretara. Salas, además, tuvo un rol en la creación de Prosur y dicen que él impulsaba que Piñera se enfocara en Latinoamérica.

En otros temas, por ejemplo, destacan que tuvo un rol en impulsar el nuevo reglamento de uso de las fuerzas de las policías durante el estallido social; que Piñera convocara a organismos internacionales a supervisar; y en gestiones contratos para las vacunas durante la pandemia. También jugó un papel en temas más políticos, por ejemplo, cuando Piñera fue acusado constitucionalmente.

Dentro de los errores y desaciertos que le atribuyen a Salas están la mala relación que forjó con los excancilleres Roberto Ampuero y Teodoro Ribera. En Palacio sostienen que muchas veces fue imprudente y se saltaba a la autoridad, un escenario que, en todo caso, no replicó con el actual titular de la cartera, Andrés Allamand, con quien mantiene una muy buena relación.

Otro de los errores que le endosan es el viaje de Piñera a Cúcuta en 2019, el que terminó siendo muy cuestionado. En esa ocasión, dicen en el gobierno, Salas empujó a que el Mandatario concretara el viaje debido a que creía que eso fortalecía su liderazgo a nivel de Latinoamérica.

De igual manera, en su momento se le atribuyó la idea de que Piñera le entregara una bandera a Donald Trump durante la visita que hizo en Estados Unidos. No obstante, había sido un amigo de Piñera quien le dio la idea, y Salas, reconocen en Palacio, cometió el error de no advertirle al Mandatario que era una equivocación dársela.

Como sea, en los partidos de Chile Vamos algunos transmitían que era un error que Piñera tuviera un asesor “tan joven” para esa materia y que debió contar con alguien con más experiencia. Sin embargo, en Palacio defienden el rol que cumplió.

Su reemplazo es Marcelo Meza, quien continuará como asesor de asuntos internacionales y lleva unas semanas trabajando en La Moneda.

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