La disímil participación electoral en procesos constituyentes a nivel global

Protestas en Reykjavik en noviembre de 2008 debido a la crisis económica de Islandia, país que en 2010 llevó a cabo un proceso constituyente.

La cantidad de personas que acude a las urnas para emitir su opinión en el proceso varía dependiendo si se trata de un referendo para la creación de un nuevo texto constitucional o la elección de los miembros de la asamblea encargada de esa tarea.


Varios países a lo largo y ancho del planeta han cambiado sus Constituciones en las últimas décadas y para ello han utilizado diferentes mecanismos para la elaboración de un nuevo texto constitucional. Mientras algunos han optado por las asambleas, otros le han encargado esa función al Poder Legislativo o a ciertos expertos designados. En general, la participación ciudadana varía durante el proceso, tanto en la consulta misma cuando se pregunta si se quiere una nueva Carta Magna o cuando se eligen a los miembros de la asamblea. A continuación, algunos ejemplos.

Venezuela

Cuando asumió el gobierno el 2 de febrero de 1999, Hugo Chávez prometió que cambiaría la Constitución de 1961. Para eso, el entonces Presidente venezolano convocó a un referendo el 25 de abril, día en que se preguntó si se aprobaba o no la creación de una Asamblea Constituyente y si se respaldaban las propuestas del Ejecutivo para la misma. Esa consulta tuvo una participación de 37,9%.

Hugo Chávez dio inicio al proceso constituyente en Venezuela convocando a un referendo el 25 de abril de 1999, a menos de tres meses de asumir. Foto: AFP/Archivo

La elección de los 131 miembros de la Asamblea se realizó en julio de 1999 y tuvo una participación de 46,2%. Los expertos señalan que el sistema electoral, la desorganización de la oposición y la táctica de campaña influyeron en esa cifra. Los candidatos solo podían inscribirse por partido, movimiento o social o como independientes. El bloque oficialista fue capaz de presentarse en una gran lista del partido (previas negociaciones internas), mientras que todos los candidatos de oposición corrieron separados. Así, los votantes tenían tantas preferencias como puestos en juego en su circunscripción, siendo electos los candidatos con las primeras mayorías. Se presentaron en total 1.167 candidatos para los 128 cupos de elección directa.

Así, 104 fueron elegidos en base a circunscripciones regionales, 24 en base a una circunscripción nacional, tres quedaron reservados para representantes de pueblos indígenas, que fueron escogidos por Hugo Chávez. El Polo Patriótico ganó con 47,33% de los votos, obteniendo 121 escaños, mientras que el Polo Democrático logró 22,1%, con cuatro escaños.

Colombia

A fines de los 80, luego de una fallida reforma política que promovía una mayor participación ciudadana, se gestó un movimiento estudiantil que se llamó “la séptima papeleta”, que proponía la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente para modificar la Constitución de 1886. La idea era introducir una papeleta adicional en las elecciones legislativas. Si bien el Consejo Electoral no aceptó la inclusión oficial del voto adicional, la Corte Suprema reconoció esos votos. La consulta arrojó cerca de dos millones de votos y provocó una situación de facto que el gobierno legalizó por decreto.

El nivel de participación en la etapa preconstituyente fue en general considerado alto, lo que contrastó con la exigua convocatoria que registró la elección de constituyentes. La revista Semana recordó que los constituyentes fueron elegidos con sólo 3.710.567 votos, lo que significó una participación apenas inferior al 30%. El Partido Liberal consiguió 25 escaños, con 31% de los votos; la Alianza Democrática obtuvo 19 escaños y el Movimiento de Salvación Nacional, 11. Pese a la baja participación, los expertos destacaron el proceso y señalaron que fue “la única vez en la historia de Colombia que una Asamblea Constituyente fue integrada mediante el voto directo de los ciudadanos que quisieron participar en las elecciones”.

Tras cinco meses de deliberaciones, la Asamblea Constituyente entregó la redacción final de la nueva Constitución, que fue promulgada el 4 de julio de 1991.

Islandia

El proceso constituyente islandés es reconocido como uno de los más innovadores y participativos a nivel mundial. En 2010 se dio inicio al proceso con la selección aleatoria de mil personas del total de la población del país (360 mil), bajo ciertos criterios, quienes escribieron los valores que el nuevo texto debía tener. En noviembre de ese año se llamó a elecciones para conformar la asamblea. El porcentaje de participación fue de 36% y se eligió a 25 representantes. Al final aprobaron un texto en forma unánime que enviaron al Parlamento en julio de 2011, instancia que quedó a cargo del proceso. El texto fue sometido a referendo no vinculante (fue aprobado por el 67%) y hasta ahora el Parlamento no lo ratifica.

Ecuador

Durante su campaña para las elecciones de 2006, Rafael Correa presentó su proyecto de “Revolución Ciudadana” en el que se planteó la redacción de una nueva Constitución. En abril de 2007 se desarrolló la “Consulta Popular”, en la que se aprobó -con un 81% y una participación del 71%- la convocatoria de una asamblea para que redactara una nueva Carta Magna.

Rafael Correa
Rafael Correa, expresidente de Ecuador.

En septiembre de ese mismo año se realizó una votación ciudadana para elegir a los constituyentes (100 en base a una circunscripción provincial, 24 correspondientes a listas de los partidos y seis en representación de ecuatorianos en el extranjero). La participación del proceso fue de 84,85%.

El partido oficialista Alianza País obtuvo 80 de los 130 escaños, ya que negoció con otras colectividades de izquierda para formar una mayoría absoluta. La Asamblea Nacional Constituyente tuvo plenos poderes y ordenó la disolución del antiguo Congreso Nacional, pasando a ejercer las funciones legislativas.

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