Las enmiendas tensionan a la derecha en el Consejo Constitucional

Foto: www.procesoconstitucional.cl

La recta final para ingresar las indicaciones al anteproyecto de nueva Constitución -que vence el lunes 17 a las 23.59- está agudizando las divergencias al interior de la oposición. Mientras republicanos y Chile Vamos intentan avanzar en 15 temas en los cuales tienen sintonía, por debajo persiste el interés de cada bancada de diferenciarse unas de otras. La izquierda emplazó al sector y les recordó que el éxito del proceso está amarrado a la capacidad del órgano para lograr un acuerdo transversal.


La recta final para ingresar las enmiendas al anteproyecto redactado por la Comisión Experta está elevando la tensión entre las tres bancadas que forman parte de la derecha. Lo que partió como un esfuerzo por acercar posiciones y ver la opción de que toda la oposición -la bancada de 22 consejeros republicanos y los 11 de Chile Vamos- ingresara un paquete de indicaciones conjuntas, terminó -al menos por ahora- en una serie de recriminaciones internas.

La paz que había reinado en el Consejo se quebró a fines de esta semana. El primer encuentro formal entre toda la derecha se dio el miércoles 12, cuando el delegado republicano, Luis Silva, junto al jefe de asesores de esa bancada, Jorge Barrera, tuvieron una primera cita con los delegados de Chile Vamos, Pilar Cuevas (RN) y Arturo Phillips (Ind.-UDI), y sus asesores, Francisco Bartucevic y Benjamín Lagos. En ese primer encuentro, la derecha abrió sus cartas y analizó sus puntos en común para firmar enmiendas conjuntas. Esa tarde los asesores se llevaron la tarea de trabajar en redacciones que representaran a ambos sectores de la derecha.

Al día siguiente, el jueves 13, los representantes se volvieron a reunir. Esta vez la cita se dio en el segundo piso de la Cámara, los asistentes fueron los mismos, excepto que ahora por la bancada RN y Evópoli asistieron los asesores Gonzalo Vásquez y Juan Pablo Díaz. En esta segunda oportunidad, las conversaciones fueron avanzando. Los asesores mostraron nuevas redacciones y se fue comparando según cada bancada. A veces las coincidencias eran amplias, podían abarcar normas enteras, en otras instancias eran solo incisos y, cuando menos había puntos en común, los temas se reducían a algunas frases.

En esa reunión -tal como informó La Tercera- la derecha no cerró ningún compromiso, pero sí llegaron a 15 preacuerdos en temas que son “relevantes y troncales” para el sector. Los problemas llegaron después.

Luego de la publicación de este medio, la derecha se tensionó. La bancada más molesta fue RN y Evópoli. Los consejeros resintieron que se ventilara por la prensa el contenido de las negociaciones. Más aún cuando en realidad en esta bancada, afirman fuentes de la instancia, tienen hartas diferencias con las posturas de la UDI y también de republicanos.

De hecho, al interior de la bancada de RN y Evópoli hay muchas diferencias y les ha costado ordenar sus filas. Los consejeros tienen que lidiar con las posturas más de derecha y las más liberales en temas que son complejos y en los cuales no ha sido simple converger en redacciones comunes. Por lo mismo, resintieron que se diera una señal de acuerdo, cuando en realidad desde RN ven que, si logran ingresar enmiendas de toda la derecha, a lo más podría ser en cinco temas relevantes.

En republicanos miran el escenario con la tranquilidad de ser la bancada más grande del Consejo. Controlan 22 consejeros y eso les da una ascendencia que les permite navegar con mayor capacidad que el resto de las bancadas.

Pese a que los republicanos tienen disposición a buscar los puntos comunes con el resto de la derecha, fuentes del partido comentan que en realidad no es algo prioritario. La bancada está más interesada en reforzar su identidad, marcar diferencias con el resto de Chile Vamos y hablarle a su electorado con señales potentes.

Las mismas fuentes señalan que la presentación de las enmiendas es el único momento que hay para marcar las ideas por las cuales fueron electos en las urnas, ya que después vendrá la negociación con la izquierda y eso, necesariamente, implicará entrar en las tratativas para ceder. “Nosotros hemos estado abiertos todo el tiempo a conversar tanto con las bancadas de Chile Vamos como del oficialismo para conocer cuáles son sus sensibilidades, cuáles serían sus intereses de cara a la presentación de las enmiendas”, explicó el consejero Silva.

Respecto de la negociación de las enmiendas con Chile Vamos, el delegado de los republicanos precisó lo conseguido en las reuniones: “Hemos conversado con las bancadas de Chile Vamos para conocer cuáles podrían ser esos espacios de oportunidad, pero esto sigue abierto hasta la medianoche del lunes”, dijo Silva.

La UDI también vive un ambiente similar. Su delegado ha liderado las conversaciones con republicanos e incluso con el oficialismo. Pese a que, al igual que republicanos, han mostrado disposición a buscar los puntos en común para firmar enmiendas que representen a toda la derecha, lo cierto es que el gremialismo tiene instalado un debate entre quienes buscan estar más en sintonía con republicanos y quienes prefieren mantener las diferencias para no mimetizarse dentro de la derecha. Más aún cuando en la bancada participan en el debate tanto los consejeros electos por el partido, como los comisionados expertos de la colectividad y que fueron parte de la redacción del anteproyecto.

Las pugnas internas en la derecha se han agudizado y desde republicanos y Chile Vamos afirman que abundan las desconfianzas, por lo tanto, en ese escenario se vuelve aún más difícil la negociación.

Este fin de semana los asesores seguirán redactando las enmiendas, las bancadas avanzarán en sus definiciones y persistirá el ánimo para ver si aún hay piso político para perseverar en los 15 preacuerdos del jueves.

Sin embargo, fuentes de la derecha se aventuran a decir que el número podría reducirse a solo cinco temas del anteproyecto. En caso de que no tengan éxito, lo cierto es que en esos 15 temas hay alta sintonía entre las tres bancadas y, llegado el momento, no sería difícil converger en indicaciones de unidad de propósitos.

Presión por un acuerdo

La izquierda sufre sus propios dramas. Estas semanas los asesores de los consejeros y comisionados de izquierda han estado trabajando en las enmiendas. Unir el criterio de las tres bancadas oficialistas no ha sido fácil. Mientras el PC ha empujado por ingresar cientos de enmiendas, el resto de las fuerzas oficialistas ha intentado contener esa pretensión.

Pese a lo complejo que se ha vuelto ordenar al sector, la izquierda aprovechó la tensión en la derecha para marcar un punto durante el pleno de este viernes. El encargado de hacerlo fue el delegado socialista Alejandro Köhler. “A pocos días del cierre del plazo para subir las enmiendas hemos sido testigos de un verdadero bombardeo de anuncios de parte del bloque de la derecha, anuncios que distorsionan, si fueran realidad, gravemente el contenido y reglamento de este Consejo y de la propuesta que está en nuestras manos”, afirmó el consejero.

Köhler luego dio un mensaje aún más potente al recordarle a la derecha que el éxito del proceso pasa por un pacto político que logre representar tanto a la izquierda como a la derecha. “Aquí quiero advertir: si no tenemos un acuerdo transversal, no tendremos una nueva Constitución que ofrecerle a nuestro país que lo demanda con mucha fuerza”, concluyó.

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