ADN de restaurador
Algunos mantienen una tradición familiar, otros llegaron por casualidad, pero todos, sin excepción, son apasionados por su arte. Les presentamos la historia de cuatro restauradores, en cristalería, alfombras persas, platería y muebles.

Entre nudos, flecos y orillados, Rita Woyciechowski mantiene la tradición familiar de restauración de alfombras persas en una antigua casa de Bellavista. Nieta de inmigrantes checo-alemanes, cuenta que su abuelo Teófilo Schneider llegó al país después de la Segunda Guerra Mundial, junto a su esposa, Henriette, con una pequeña parte de la colección de alfombras persas que conservaban en su casa de Austria. En Chile comenzaron a venderlas, y luego los mismos compradores insistieron en que fueran ellos los que las conservaran. Así se abrió uno de los primeros talleres para restaurar alfombras en nuestro país,: “La casa de alfombras”.
Casa de alfombras Teófilo Schneider, Schiavetti 725. Tel. 7771429.
Al fondo de una antigua casa se encuentra el taller del orfebre Juan Lobos. Son justamente los sonidos del metal que nos guían donde el se encuentra cincelando en brea. Nos sorprende encontrar a un hombre joven. Cuenta que eso lo ha escuchado muchas veces. “En general siempre esperan encontrar artesanos de mayor edad, de los que aprendieron de generación en generación. Ese no es mi caso”, sostiene. Él estudió en la desaparecida Escuela Nacional de Artesanos y se tituló en orfebrería en 1987. Bandejas, candelabros, fuentes, joyeros, crucifijos, entre otras piezas abrieron su labor. Hoy se dedica a la restauración y confección de piezas de plata y oro. Fue premiado con uno de los 15 Sellos de Excelencia Artesanía Chile 2009 de la UNESCO.
Platería Inglesa, Miguel Claro 1873. Tel. 2741589.
En el taller de restauración demobiliario ubicado en Diego de Almagro, entremuebles apilados y otros en proceso de restauración, siempre se puede encontrar la figura de un hombre robusto, tocando la cubierta de una mesa inglesa. Es José Scorzone, que a sus 65 años sostiene que “un buen ebanista tiene el cerebro en la yema de los dedos”. Es así como siempre los está palpando, convencido de que los muebles tienen alma y que su rol como restaurador es traducir la misma emoción que el mueblista original les imprimió. Desde que tiene memoria estuvo entre muebles y ya a los 10 años era maestro tapicero de sillas. Pero su conexión con este oficio viene de sus antepasados, quienes le heredaron este “don”, –como le dice–.
Ebanista Scorzone, Diego de Almagro 2535. Tel. 2698980.
En una casa sin letrero en la calle Malaquías Concha, junto a los anticuarios de Caupolicán, se encuentra el taller de restauración de cristal de Jaime Calderón, un lugar al que sólo se accede por dato. “Aquí el de boca en boca funciona”, dice convencido. Tiene su clientela fiel y cada día se sumanmás porque ya son pocos los que se dedican a este oficio. “Estamos en extinción” –dice–. Cuenta que comenzó de abajo, con apenas 7 años, lavando y limpiando la cristalería de la antigua Casa Favaro ubicada en Maruri, una tienda de 1933 que su padre, Humberto Calderón, administró. A los 14 años ya sabía tallar con esmerilado. Hoy,más de 35 años después, es capaz de restaurar cualquier pieza de cristal, incluso una copa Nauchmann.
Cristal Bohemia, Malaquías Concha 0364. Tel. 8237751.
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