Directo desde el Gran Bazar
Fatih Kaya viene de una región de Turquía famosa por sus alfombras. El comercio de estos objetos ha estado en su familia por generaciones y él, con casi 20 años en el negocio, es toda una autoridad.


Cerca del mediodía de un viernes reciente una mujer entró a la tienda temporal de Fatih Kaya en el barrio El Golf. Tras la mampara de la oficina se podía ver al dueño señalar una de sus alfombras tendida en el piso y negar con la cabeza constantemente. La mujer era un decoradora, necesitaba alfombras para un cliente cuya prioridad era el precio y no la calidad. Tuvo que irse a otra tienda.
A lo largo de 18 años, desde que comenzó limpiando pisos y vidrios en la tienda de su tío en el Gran Bazar hasta el presente, cuando es dueño de tres tiendas en ese epicentro comercial y turístico de Estambul, cuando tiene negocios en Chile, México, EE.UU. y Brasil, ha conseguido algo que de ninguna manera quiere arriesgar:
su reputación.
“Yo no vendo cualquier cosa”, dice sacudiendo una enorme y antiquísima alfombra. Esta, en lugar de caer pesadamente, debido a la precisión y calidad de sus nudos flamea como una bandera. Fatih aprendió el negocio simplemente escuchando a los vendedores cerrar los tratos. Le gustó tanto que decidió estudiar diseño de interiores, aunque no pudo terminar por la carga de trabajo que significa estar en el Gran Bazar.
“Me encanta este trabajo. También soy coleccionista de alfombras antiguas y muy grandes, de 40 y hasta 60 m². También pasillos largos muy difíciles de encontrar, de 15 y hasta 20 m. Yo soy kurdo, del noreste de Turquía. Consigo las mejores alfombras en mi región, hasta tres o cuatro veces más baratas que en Estambul. Tengo alfombras de dote, de kurdos, de rusos del Cáucaso”, cuenta Fatih.
Su relación con Chile comenzó gracias a un amigo al que le vendió muchas alfombras. “Me invitaron aquí y traje 40 alfombras. Las vendí en una semana. Desde el año 2000 vengo una vez al año o cada dos. Me quedo por un mes y medio en Santiago y ocupo esta tienda. En marzo comienza la temporada baja del turismo en Turquía y aprovecho para venir”.
Fatih opina que a los chilenos les gusta la decoración, que cuando tienen los medios quieren tener casas bonitas, con muebles bonitos y, por supuesto, alfombras bonitas; que son capaces de apreciar las realmente antiguas, por sobre los 100 años. “Este año traje 2.500 alfombras. La gente mayor de 45 años prefiere las antiguas (de hasta 200 años), y semiantiguas. Los menores buscan alfombras nuevas, más modernas, minimalistas, étnicas y patchwork”, explica.
Muchos chilenos saben que si viajan a Estambul, Fatih los recibirá en el Gran Bazar, los tratará bien, les venderá buenas alfombras y a buen precio, e incluso se las enviará a sus casas.
d Benjamin 2946, Las condes t987662018
COMENTARIOS
Para comentar este artículo debes ser suscriptor.
Lo Último
Lo más leído
2.
4.
Este septiembre disfruta de los descuentos de la Ruta del Vino, a un precio especial los 3 primeros meses.
Plan digital + LT Beneficios$3.990/mes SUSCRÍBETE