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Espacio: El mundo de Bambi

París inspira belleza, romanticismo y llama al buen gusto. Además está llena de recuerdos, arte y un sinfín de historias que contar, aunque algunas sean ficticias. La que escribimos aquí es real, pero alberga también un mundo de fantasía: el Hotel Saint James de París, un antiguo edificio de 1892, que la diseñadora Bambi Sloan convirtió en su propio cuento.

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Producción: Isabel Margarita Carrasco y Cate Calderón/ Fotos gentileza: Hotel Saint James

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El paso de Adolphe Thiers por la presidencia de la Tercera República francesa en 1871 pasó casi desapercibido. No así su legado como político e historiador, que finalmente se materializó en la creación de una fundación en su memoria en 1892, año en que se construyó este edificio, ubicado en el primer aeródromo de globos aerostáticos, en el corazón de París. Esta mansión neoclásica, imponente y rodeada de un parque con perfectos jardines, primero albergó a estudiantes, científicos e investigadores, para luego convertirse en un club privado. Recién en 2008 comenzaron su remodelación para convertirlo en el Hotel Saint James, todo en manos de la diseñadora Bambi Sloan. Disfrutar sin moderación, algo que caracteriza la cultura parisina, es lo que Sloan plasmó en cada espacio de este hotel, inspirándose en las grandes casas de las familias burguesas del siglo XIX.

Por otro lado, según cuentan en el Saint James, se tomó como punto de partida el estilo de Napoleón III, que ella describe como "un cacharro de todos los estilos".  Así, la diseñadora comenzó su interiorismo de cuentos, que mezcla algo de ficción con realidad, unido con referentes de películas y literatura. En el lobby, donde predominan el blanco y el negro, se inspiró en la película My Fair Lady y en el famoso circuito de carreras de caballo inglesas de Ascot.

Las cortinas de terciopelo fueron copiadas de la película de Visconti, The Leopard, y los papeles murales hacen referencia a parte de la historia del edificio y sus alrededores: los estudiantes de la Fundación Thiers y los orígenes de esta tierra como campo de vuelo para los globos aerostáticos. El recorrido termina al abrir la puerta de alguna de las 48 habitaciones, todas con un escenario distinto. Bambi desató todos sus gustos y dio un sello particular a cada pieza, recreando ambientes inspirados en personajes como Madeleine Castaing, ícono de la decoración a principios del siglo XX en Francia, el pintor surrealista René Magritte y Elizabeth de Austria.

W saint-james-paris.com

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