Inglaterra la marcó por nacer y vivir ahí. Desde el estilo hasta el olor y las alfombras inglesas. También le gusta lo sofisticado y organizado de los suizos, país natal de su marido. Y sin duda hay un sello en su gusto que viene de lugares con historia, como Europa e incluso más cerca, Buenos Aires, en Argentina.

Así es la diseñadora de interiores Michelle Lerqué, una mujer que se dedicó a conocer al mundo antes de establecerse en Chile, hace algunos años. Aquí se dedica al staging, una interesante apuesta que trajo de Estados Unidos, que consiste en asesorar a las personas antes de vender su vivienda (www.lerqueproperties.com).

Vive junto a su marido y Rafael, su pequeño hijo. Juntos han armado su casa, un lugar de escape, tranquilidad y reunión con sus amigos, que muestra su forma vivir y que plasma el espíritu viajero y el buen gusto que corre por sus venas.

Todo lo que se observa en una primera mirada, desde los ventanales, el mobiliario y las habitaciones, es a gran escala. Porque según nos explica Michelle, le encantan las cosas hechas en gran formato. Sin embargo, cada pequeño rincón alberga un gran significado. Por ejemplo, ella ha diseñado parte de los muebles en maderas recicladas: “Me gustan los materiales de demolición. Rescatarlos y darles un segundo uso”, agrega.

Y, como dice,  “dar una nueva vida a lo que tuvo un solo uso inicialmente” es solo una de sus formas de vestir su casa. Además le encanta mezclar cosas contemporáneas con otras más antiguas. Confiesa que un tiempo ralló con el art deco, iba hasta Valparaíso para rescatar muebles. Prácticamente todo el resto lo trae de afuera, lo importa o lo obtiene de sus viajes. Razón por la que aquí la decoración no es algo permanente, igual que sus pinturas. Actualmente se aprecian dos de sus cuadros en el living, pero en cualquier momento pueden ser reemplazados por otros, todo depende de si los vende o los regala. Y el resto del arte es chileno: Benmayor, Matta y Domínguez invaden algunas de las paredes de esta vivienda.

Espacios luminosos y limpios no son casualidad. Jugar con cosas que sean lindas y prácticas tampoco. Por eso hay colores neutros y tranquilizantes en la mayoría de las habitaciones, donde Michelle agrega algunos toques de color.

Sin dejar de lado todo lo que alberga este lugar, nos dedicamos a ver la imponente vista que hay de Santiago, especialmente si está atardeciendo. Otra de las razones por las que hace dos años esta pareja decidió cambiarse a esta casa de los 90.

Michelle Lerqué define su estilo de la siguiente manera: “Ecléctico medio minimalista, porque tenemos pocas cosas bien elegidas y con significado, mi casa está llena de significado. Como los marcos antiguos, que compramos con mi marido cuando recién nos conocimos. Entonces todo tiene simbolismos”. Porque, como asegura, al final del día cuando uno llega a la casa quiere estar cómodo y deleitado.

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