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Hermés, la maison

Ocho décadas después de la primera reunión entre Jean-Michel Frank y Hermès, el interiorista francés vuelve a la vida a través de sus icónicos diseños. Tal como ocurrió en los años 20, sillones y sofás cúbicos de colores únicos toman forma gracias a la maestría de los artesanos y talabarteros de Hermès. Aquí Jean-Michel Frank (1895-1941) Reedition.

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La reunión de dos grandes es un evento máximo, siempre. Un encuentro ejemplar, ocurrió en  los años 20,  gigantes del estilo que se unieron para crear una bellísima línea de muebles. Un placer, una fiesta de texturas y materiales, solo para la casa.

Esta historia viene así, una colección de muebles reeditada y actualizada por la casa francesa Hermès, que se presentó hace un par de meses en París, ocasión en la que además se realizó una muestra en el FIT (Fashion Institute of Technology) de Nueva York. La serie, que incluye sofás, sillones, sillas, escritorios y vanitorios en piel de oveja, novillo o cabra, utilizando como alternativas finas lanas o telas, siempre en combinación de estructuras en roble y siguiendo la gama de colores propia de Frank, dominada por beiges, blancos, topos y grises. A todo esto se sumaron, por supuesto, las clásicas terminaciones de Hermès, puntadas entrelazadas reconocibles y únicas que se acuñan en un concepto francés, 'piqué sellier', y que son transversales a las creaciones de la marca fundada en 1837, logrando con todo esto una colección tan actual como inolvidable, que tuvo su punto de partida en 1924, cuando uno de los herederos de Thierry Hermès le propuso al decorador francés Jean-Michel Frank trabajar en conjunto y fabricar sillones y sofás en cuero.

Tradición. Gracias a la investigación en el laboratorio de Hermès, las piezas se han beneficiado de las mejoras en el confort logrando asientos más firmes, flexibles y respaldos sutilmente más curvos. Cueros excepcionales han sido seleccionados por los curtidores, y trabajados con "piqué-sellier,  la costura tradicional de la talabartería adaptada a los muebles. Cada pieza ha sido reeditada en exclusiva para Hermès y es numerada con certificado de autenticidad firmado "J.M. Frank by Hermès".

En sus inicios fue la tradición de la talabartería -propia y recurrente de la estética Hermès proveniente de los inicios del negocio, cuando la casa se dedicó a fabricar arneses y finísimas sillas de montar en cuero- la que inició el affaire entre la marca y el francés maestro predilecto del art decó. Frank selló su estilo dentro de un minimalismo subjetivo, de líneas concretas y cubos perfectos, pero de una riqueza material y terminaciones extraordinarias.

Frank solía trabajar con creadores y artistas contemporáneos en sus proyectos de decoración. El destino y el acierto posibilitaron su encuentro con otros 'enormes' como Picasso, Dalí o los hermanos Giacometti, y también el encuentro con Argentina, país en el que vivió y desarrolló proyectos para la compañía transandina Comte.

Jean-Michel Frank será recordado como un visionario, un rompedor de esquemas de exquisito gusto, pero también como una pieza indispensable de la continuidad de un sinnúmero de oficios y tradiciones artesanas. Su estilo, hoy denominado como minimal, en su momento se conoció simplemente como 'Le style Frank',  una  herencia poderosa de su genialidad que consiguió  generar un tipo de 'diseño povera', un lujo despojado, donde materiales como la paja o el adobe, bien trabajados, convivieron con piel de tiburón, pergaminos, sofistificadas micas, maderas gastadas, ébano, roble o marfil. De hecho, diseñó y produjo biombos laqueados de paja, que parecían realizados en metal dorado y facetado o esmaltado.

La Maison.  Desde la década de los años 20, cuando Hermès ha desarrollado una línea de objetos para la casa y la oficina. En 1924 inició la colaboración con Frank y en  1942, con el arquitecto y decorador Paul Dupré.
 
Desde 1980,  aparecen colecciones de porcelana, loza, cristal, plata, textiles y objetos de decoración, el  arte de vivir y de entretenimiento ha impregnado el estilo de Hermès.
En 1987, los arquitectos de interiores Rena Dumas y Peter Coles crearon  Pippa, una línea de muebles plegables inspirados en los viajes.

Su relación con Hermès merece un punto aparte. Fue en 1924 que un afortunado encuentro se llevó a cabo entre Jean-René Guerrand, miembro de la 4ª generación de la familia Hermès, y el decorador de interiores. Frank encargó a los maestros talabarteros de Hermès el tapiz de algunos de sus muebles. El resultado fue magistral y el interés de ambas partes tomó el rumbo de las sociedades fructíferas. La estética de Frank y la maestría de Hermès fueron superando los baches de un camino en el que muchas veces la tecnología no era aún específica y cada nuevo diseño y terminación se convertían en un reto. El resultado: una serie hoy de colección.

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