Chiloé, por Rodolfo Guzmán

Son cientos de kilómetros los que ha recorrido a lo largo de nuestro país el chef y dueño del restaurante Boragó, Rodolfo Guzmán, tan sólo con un fin: la búsqueda de productos endémicos. Son nuevos pescados, setas y mariscos que aportan propiedades deliciosas en su cocina, además de hierbas nativas y semillas, las que con especial dedicación cultiva en una huerta que hoy ya cuenta con más de 200 especies. Dice que tenemos una biodiversidad privilegiada y única, en gran parte por los contrastes de climas y paisajes. Sin embargo, existe un paraje especial que lo ha cautivado por su exuberante mundo vegetal ymarino, rusticidad, cultura y belleza, y “por el real significado que tiene para la gente alimentarse con el famoso curanto”. Es el archipiélago de Chiloé.

San Pedro de Atacama, por Macarena Peña

La dueña de la tienda de artesanía Ona, en el barrio Lastarria, es una aventurera.Ha viajado por elmundo y peregrinado por lugares tan extremos como la ruta del Che Guevara y el tren de la muerte que cruza la Sierra y el Mato Grosso. Aunque reconoce que no existe nada que la apasionemás que recorrer Chile. Lo ha hecho desde niña, cuando sus papás la llevaban en auto por el norte y sur del país. Hoy se adentra en lo más recóndito de nuestra tierra para encontrar artesanos y ver en primera persona las milenarias técnicas con las que llevan a cabo su artesanía, aquella que crea nuestra identidad local. “Son rutas que muy pocas personas hacen, rutas de trashumancia milenarias, recorridos desde los 5 mil metros hasta el mar, etc. Donde se mezclan arte rupestre, cultura agrícola de terrazas y artesanía”, señala.

Puerto Edén, por Guy Wenborne

Es fotógrafo. Su carrera la ha centrado en fotografiar arquitectura, fotos aéreas y proyectos editoriales, todos con el objeto de develar el patrimonio natural y humano de nuestro país. Conoce muy bien Chile. Casi no hay paraje que no haya recorrido en su 4 x 4, avión Cessna 182 o bote zodiac. Pero al preguntarle cuál lugar de Chile recomendaría, Guy no dudó. A pesar de los años, en su retina aún estaba la belleza de Puerto Edén, un lugar de nuestra Patagonia, de apenas 250 habitantes, al cual sólo se accede por vía marítima y que en pleno siglo XXI el único símbolo de modernidad es un teléfono público que funciona apenas entre las 10 y las 13 horas. Su sincronía con el lugar está dada por sus impresionantes paisajes y, sobre todo, por su gente.

Lago Colico, por Francisco Llancaqueo

Es peluquero, chamán, columnista y, ante todo, un trotamundos. Cada vez que puede toma las maletas y se escapa a la playa, la montaña o, aun mejor, toma un avión. En Chile existe una localidad en particular que se convirtió en una de “esas memorias bellas e inolvidables”, tal como dice. Es el lago Colico, en la Región de La Araucanía. Aunque nació en Santiago, esta tierra lo llena de una poderosa emoción por su descendencia mapuche. “Mis genes reconocen el lugar como propio, en un estado de unidad y comunión entre la naturaleza y yo”, cuenta.