Los autos, la otra gran pasión en la vida de Maradona

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El "10", que hace algunas semanas celebraba sus seis décadas, hoy conmueve al mundo entero con su partida. Una vida que mezcla la gloria deportiva, los excesos fuera de la cancha y su afición por los deportivos.




Diego Armando Maradona hoy está en boca de todos. Es que hace solo unas horas se conoció la noticia de su fallecimiento, uno muy repentino, pues hace solo un mes celebraba sus 60 años.

El argentino, considerado por muchos el mejor futbolista de la historia, gozó de una vida de éxitos deportivos, pero también disfrutó de otra gran afición personal: los autos.

Todo partió desde adolescente, cuando empezó a darse cuenta con el fútbol podía aspirar a cosas que de niño solo podía soñar. Una anécdota de esto la vivió en una gira a Estados Unidos en 1979, previó al Mundial Juvenil de Japón 1980, donde Maradona se consagraría campeón con la albiceleste.

“Diego quería comprarse y llevarse a la Argentina un Camaro, que estaba muy de moda en esa época. Eran los deportivos más rápidos que existían. Jorge Cyterszpiler, su representante, me pidió que fuéramos a probar uno. Llegamos los tres a una concesionaria y pedimos probarlo. Imaginen la escena. Tres personas, dos de ellas adolescentes, solo una de ellas sabiendo inglés y tratando de explicarle al vendedor quién era el potencial comprador”; señaló Andrés Cantor, uno destacado comunicador deportivoen el libro “D10S. Miradas sobre el mito Maradona” del periodista Julio Ferrer. En el texto, se cuenta que lograron sacar a prueba el auto y que el Diego le sacó alta velocidad a pesar de los gritos del vendedor.

Así comenzó su cercanía con los autos y luego por sus mandos han pasado decenas de modelos. Uno de los más llamativos fue un Mercedes-Benz 500 SLC que le obsequiaron los hinchas de Argentinos Juniors cuando fue transferido a Boca Juniors (1980). El juego del Pelusa en el equipo marcó tanto a los fanáticos que le compraron el exclusivo modelo alemán (se fabricaron 1.133 unidades) en la concesionaria de Juan Manuel Fangio. Se movía por un motor V8 y desarrollaba 237 caballos.

Luego aparecería en escena el primer auto que registró Maradona. Se trató de un Porsche 924 con motor de 2.0 litros de cuatro cilindros que desarrollaba 125 caballos de fuerza. Era un vehículo usado, el cual fue puesto en venta en el sitio de subastas JamesList en 2010, donde la reseña era: “El auto fue patentado en Argentina por la leyenda del fútbol Maradona el 22 de febrero de 1980, cuando tenía sólo 19 años de edad. Tal vez es el único auto registrado solamente a su nombre durante su carrera futbolística. Vendió el auto antes de ser transferido al club español Barcelona. Desde entonces permaneció en propiedad de serios coleccionistas, que mantuvieron el auto en muy buena condición. Viene con todos los papeles y certificados originales que demuestran que este es realmente el auto de Diego Armando Maradona”. Este modelo lo vendió antes de ser transferido al Barcelona.

Antes de emprender el viaje al cuadro culé, el Diego adquirió su primer cero kilómetro, un Fiat 128. La compra la hizo el 24 de diciembre de 1982, cuando aún era jugador de Boca Juniors. La historia dice que en este compacto salía con su novia de aquellos años (Claudia Villafañe) y paseaba por el barrio. Lo vendió en 1984.

Tras un complejo paso por España, Maradona recaló en Italia. El Napoli fue su nuevo hogar, donde al poco tiempo se le consideraba una leyenda, más después de haber ganado el Mundial de México con su selección, donde se consolidó como uno de los mejores de la historia. Con el equipo del sur de la península logró un inédito scudetto y su figura ascendió a una imagen casi celestial.

Los gustos también empezaron a ser más extravagantes. Y con precios acorde a los multimillonarios ingresos que recibía. Así, para que no viera pobreza en su hogar, decidió la compra de dos Ferrari. El encargado de la adquisición era su representante, Guillermo Cóppola, quien tenía una misión: conseguir que fuesen de color negro. Y así se lo hizo saber al presidente de Nápoles, Corrado Ferlaino, quien se hizo cargo del costo y lo entregó como regalo al “10”.

Pese a que no era común, la casa italiana accedió y le entregó famosa Ferrari Testarossa que salió desde Maranello con un color denominado Glasurit Nero Met 901/C. Según el sitio Infobae, fue “una excepción que antes se había realizado sólo para Sylvester Stallone; y que después repitieron con Michael Jackson y Michael Jordan”.

El segundo Ferrari fue aún más exclusivo. Nada menos que un Ferrari F-40, del que sólo se construyeron 40 unidades. En esta ocasión el color no pudo variar y fue roja como los otros 39 que nacieron para celebrar los 40 años de la marca. “Cuando se la trajeron Diego empezó a mirar para todos lados buscando el equipo de música. Yo le expliqué que era un auto de carrera y por eso no tenía estéreo, aire acondicionado, ni nada. Diego me respondió: ‘Entonces que se la metan en el culo’”, comentó años después el propio Cóppola respecto de la reacción de Maradona al ver el deportivo de edición limitada.

Los días difíciles por sus excesos fuera de la cancha fueron varios. Uno de los más recordados lo vivió en 1991, cuando fue detenido con medio kilo de cocaína. Tras eso, y en uno de sus peores momentos, apareció otro vehículo destacado. Era un Renault Fuego GTA Max, modelo que se movía por un 2.2 litros de 123 Hp. Era el auto de fabricación argentina más rápido de aquellos años, y alcanzaba 198 km/h. Lo vendió en 1992.

Tras Italia, Maradona regresó a España. En Sevilla intentó recuperar su forma, pero no logró actuaciones tan memorables. Luego volvió a su querido Boca Juniors (1995), donde repitió el pedido hecho en Nápoles: dos Ferrari.

Ahora fue el turno dos F355 Spider. Ambas eran de color rojo y se diferenciaban por la patente, ya que compartían el motor V8 de 3.5 litros con 380 caballos. Una de estas unidades años después volvería a las portadas de los diarios, pues había sido requisada a la banda de narcotraficantes del clan Loza junto a otros 25 autos. Uno de ellos era el F355 Spider que había pertenecido al Diego.

En Argentina se le vio con distintos modelos. Tenía la idea de despistar a los periodistas y alejarse de los micrófonos. Así, aparecía en los entrenamientos con un Porsche, un Mitsubishi, aunque lo más insólito fue cuando llegó a bordo de un camión Scania 360. “Vieron que linda maquinita. Ahora va a ser difícil hacerme notas, ningún periodista se va a poder colgar”, dijo en el momento.

En su etapa de entrenador la afición por los autos no decayó. Siendo DT de la Selección de Argentina era común verlo llegar al campo de entrenamiento en Ezeiza al mando de un Mini Cooper S de 2005, y de un Mini Cooper S. Con este último tuvo un mediático altercado, puesto que con las ruedas del compacto pasó sobre el pie de un camarógrafo que esperaba por su llegada al entrenamiento.

Después de su fallido paso por la albiceleste, Maradona tuvo distintos destinos como DT y en todos destacaba por los autos. En Dubai estrenó un BMW i8, híbrido que acelera de 0 a 100 km/h en 4,4 segundos. No fue el único lujo, ya que en el país árabe también se le veía en un Rolls-Royce Ghost que se movía por un V12 de 6.6 litros doble turbo con 570 Hp.

Si eso causó impresión, lo mejor estaba por venir. Cuando puso fin a su paso como entrenador del Al Fujairah, fue contratado por Dynamo Brest de Bielorrusia. Ahí se convirtió en vicepresidente para “supervisar el desarrollo estratégico del club”, y de regalo le entregaron un vehículo militar anfibio. Ese modelo era fabricado por la firma Sohra Group y es lo más excéntrico que ha manejado el nacido en Villa Fiorito.

Pese a que no se trataba de un vehículo anfibio, cuando llegó a Dorados de Sinaloa con el objetivo de llevar al equipo a la Primera División, la dirigencia lo esperaba con un “pequeño obsequio”: un Chevrolet Camaro RS. “Este es el color, papá. Me encanta, ¿viste cómo ruge?”, dijo Maradona al verlo y escuchar el sonido que hacía con el V6 de 3.6 litros que enviaban 335 Hp a las ruedas.

Por estos días, el Diego se ilusiona con una nueva temporada en Gimnasia y Esgrima de La Plata. Tiene la misión de mantenerlo en Primera División. En el “Lobo” estrenó su última adquisición, un BMW M4: La versión más radical del Serie 4 dispone de un biturbo de 3.0 litros con más de 430 caballos de fuerza. Pero eso no es lo único que llama la atención en el deportivo, ya que para hacerlo más exclusivo lo adaptó con luces azules y una sirena como de vehículo policial. Solo Maradona.

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