Así se fabrica el F1 de calle de Mercedes-AMG

Los 275 ejemplares del Mercedes-AMG One ya comenzaron a producirse bajo un complejo proceso de fabricación, el cual involucra 50 técnicos especialistas y 16 estaciones de ensamblaje y pruebas.




Fue hace cinco años cuando Mercedes-AMG presentó el Project One, un espectacular prototipo de superdeportivo híbrido equipado con un motor de F1 y otros cuatro bloques eléctricos, que en total ofrecen 1.063 Hp de potencia. Un proyecto, que tras varios años de puesta a punto, retrasos y obstáculos, por fin ha comenzado la fabricación de los ejemplares de calle.

En principio, se construirán solamente 275 unidades del Mercedes-AMG One, las cuales, con un precio de 2,5 millones de euros, ya están todas vendidas. Las primeras entregas del -según la marca- modelo de calle más rápido jamás construido por el fabricante alemán, se harán antes de que finalice este 2022.

Este AMG es el proyecto más ambicioso de la división deportiva de Mercedes-Benz. No quedan dudas al conocer su exclusivo proceso de fabricación, realizado a mano por un equipo de 50 especialistas en un total de 16 estaciones de ensamblaje y testeo. Un proceso que, según la marca, se asemeja al de la producción de relojes de lujo.

El Mercedes-AMG ONE al detalle

La fabricación del Mercedes-AMG One se lleva a cabo en dos lugares, ambos ubicados en Inglaterra. Así mientras su sistema de propulsión híbrido se fabrica en Brixworth, en la sede de la escudería de Mercedes-AMG Petronas; su ensamblaje se lleva a cabo en las instalaciones de AMG en Coventry.

Algunos elementos del superdeportivo se pre-ensamblan primero y se comprueba su funcionamiento, luego se vuelven a desmontar y solo entonces se instalan finalmente en el vehículo. El monocasco de fibra de carbono y el resto de partes de la carrocería, incluyendo puertas y capó, son los primeros en estar ensamblados. Son revisados para que cuadren a la perfección, como curiosidad en algunos puntos el grosor del carbono es de solo 1,2 milímetros.

Una vez que todo encaja a la perfección, todos los elementos vuelven a desmontarse para ser pintados a mano, incluyendo el logotipo, como en los monoplazas. Por cierto, la pintura que tiene un degradado de estrellas también está pintado a mano.

Luego llega la hora de probar las unidades de potencia en bancos de prueba por separado y preparar el motor de gasolina V6, la batería de alto voltaje y los diferentes motores eléctricos del sistema híbrido para ensamblarlos en la carrocería ya pintada, que para facilitar el trabajo no tiene ni puertas ni capó. Una vez instalado el sistema de alto voltaje se hace una primera puesta en marcha del vehículo.

Llegados a este punto, es el momento de instalar los paneles de suelo, llantas y neumáticos, que serán regulados acorde a la homologación en carretera junto a los faros delanteros. Eso sí, aun queda mucho para que el Mercedes-AMG One pueda ser entregado, antes de ello hay que realizar algunas pruebas finales.

Previo a la entrega

A continuación el Mercedes-AMG One es probado en rodillos donde se testean todos sus modos de conducción para comprobar que el flujo de energía y de rendimiento es el esperado. Luego pasa a una prueba de ruidos y vibraciones, y por último a una prueba de lluvia monzónica para comprobar que su interior está totalmente cerrado y las zonas con voltaje están correctamente protegidas.

Tras una revisión final visual de todas sus superficies y pruebas técnicas de funcionamiento individual de todos sus componentes, llega el test final que realiza un conductor de pruebas de fábrica. Tras recibir su aprobación, el vehículo recibe la protección de transporte adecuada y se desplaza en camión cerrado a la sede central de Mercedes‑AMG en Affalterbach, Alemania.

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