Mercedes-Benz Clase G: el todoterreno austroalemán llega a las 400 mil unidades producidas

De esta manera, se han fabricado a razón de 10 mil unidades por año en el complejo de Graz, en Austria. La sociedad ya alista un 'geländewagen' 100% eléctrico.




A inicios del año pasado, Mercedes-Benz y la empresa austríaca Magna Steyr festejaban las cuatro décadas del debut en el mercado del todoterreno Clase G (ver nota). El modelo cuyo nombre deriva del vocablo alemán Geländewagen (auto todoterreno, en español), se ha convertido con los años -y con apenas con dos generaciones a cuestas- en sinónimo de fiabilidad y de capacidades fuera de la ruta. Hoy, el modelo ensamblado desde sus inicios en Austria, conmemora otro importante hito: alcanzó las 400 mil unidades producidas.

“Estamos orgullosos de alcanzar las 400 mil unidades de este auténtico todoterreno. Nos gustaría agradecer a todos nuestros fieles clientes, a nuestros empleados y a los de Magna Steyrs, en Graz. Actualmente la demanda supera por mucho la capacidad productiva”, sostuvo el Dr. Emmerich Schiller, jefe de la división Vehículos Off-road y CEO de Mercedes-Benz en Austria. “Nos encontramos escribiendo el siguiente capítulo en la historia de éxitos del Clase G: estamos electrificando el modelo para convertirlo en un cero emisiones, haciéndolo una prueba de futuro”, adelantó también Schiller.

El deseo de crear un auto capaz de todo

El nacimiento del Mercedes-Benz Clase G fue, siguiendo las pautas estructuradas alemanas, muy bien planificado. En 1969 Daimler-Benz estaba deseosa de dar vida a un todoterreno de capacidades sobresalientes, y para ello consideró apropiado buscar socios. Entabló conversaciones con la compañía Austrian Steyr-Daimler-Puch (luego pasaría a llamarse Magna Steyr) para trabajar juntos. La alemana ya comercializaba el Unimog desde 1951 (aunque su génesis es anterior) y su vecina alpina vendía el camión Haflinger desde esa misma década. El equipo, entonces, quedó liderado por Erich Ledwinka, jefe de ingeniería de Steyr-Daimler-Puch.

Respecto de su diseño, ese sí correspondió a Mercedes-Benz. Los alemanes designaron al por ese entonces joven Bruno Sacco, ingeniero italiano que posteriormente pondría su talento al servicio de modelos tan premiados como la Clase S, la Clase SL y la Clase E.

Actualmente, el Clase G ha recibido varios tratos premium por parte de la división AMG y también de Maybach. Así, si el Mercedes-Benz Clase G debutó en 1979 con un motor bencinero de cuatro cilindros en línea y 2.0 litros de tamaño, que desarrollaba 102 Hp y 172 Nm de torque máximo, en 2017 alemanes y austríacos sorprendieron sorprendieron con el Mercedes-Maybach G 650 Landaulet, una edición especial de 99 unidades, impulsado por un generoso motor V12 biturbo de 6.0 litros que desprendía 630 caballos y 1.000 Nm.

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