Alemania, en “shock” tras revelarse plan extremista para deportar a millones de extranjeros

La gente camina en la nieve en la Puerta de Brandenburgo en Berlín, Alemania, el 16 de enero de 2024. Foto: Reuters

En una reunión que ha sido comparada a la época nazi, políticos de ultraderecha en Alemania se reunieron para planear la expulsión de millones de personas.


Una reunión secreta en una lujosa villa cerca de Berlín. Un grupo de neonazis, miembros de la ultraderecha alemana y empresarios. Y un “plan maestro” para deportar a millones de personas del país.

Una investigación periodística del portal ‘Correctiv’ reveló los detalles de esa reunión, ocurrida en noviembre del año pasado, que tiene alarmados a muchos alemanes y que ha generado comparaciones con la época nazi.

De hecho, a menos de 10 kilómetros de donde ocurrió el evento, los nazis se reunieron en 1942, también en una villa lujosa, para implementar la “solución final” contra los judíos.

Bjoern Hoecke, principal candidato del partido Alternativa para Alemania (AfD) en las elecciones estatales de Turingia, en una conferencia de prensa en Berlín, el 1 de septiembre de 2014. Foto: Reuters

Según la investigación periodística, a la reunión de noviembre asistieron empresarios, parlamentarios federales y regionales del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD); un asistente personal de la colíder de ese partido, Alice Weidel; e incluso dos miembros del ala más conservadora del principal partido de oposición alemán, el CDU.

Asimismo, el austriaco Martin Sellner, uno de los líderes del movimiento identitario, quien según ‘Correctiv’ presentó una propuesta de “reemigración”: un proyecto para enviar a un país del norte de África a unos 2 millones de personas entre solicitantes de asilo, extranjeros y hasta ciudadanos alemanes “no asimilados”.

Otro paralelo nazi, pues en 1940 cursó la idea de deportar a hasta 4 millones de judíos a la isla africana de Madagascar.

Sellner, así como varios de los participantes, admitieron haber asistido a la villa. El AfD, por su parte, confirmó que el asesor de Weidel también formó parte del grupo, pero aseguró que lo hizo para presentar un proyecto de redes sociales.

Y añadió, distanciándose de la propuesta de Sellner, que el evento fue de carácter privado y el partido no participó en la organización ni en el financiamiento de la reunión.

Pero algunos miembros del partido han echado leña al fuego. El parlamentario René Springer, por ejemplo, escribió en X: “Devolveremos a los extranjeros a sus países de origen. A millones de ellos. Esto no es un plan secreto. Es una promesa”.

Conmoción y protestas

La reunión ha sido totalmente controversial no solo por los paralelos con la época nazi, sino también porque el AfD ha aumentado en los últimos meses en las encuestas.

Con alrededor del 22%, el AfD es el segundo partido más popular a nivel nacional, por encima de los tres partidos que forman actualmente la coalición de gobierno.

Y en tres regiones del este de Alemania donde habrá elecciones este año, el AfD es incluso el partido más popular, lo cual ha generado temores de que un movimiento con semejantes ideas pueda convertirse en la fuerza política principal en el este del país.

De ahí que la noticia sobre la reunión secreta haya generado rechazo entre el gobierno, miembros del parlamento y la sociedad alemana.

El canciller Olaf Scholz y su ministra de Relaciones Exteriores, Annalena Baerbock, se sumaron a una protesta el fin de semana en Potsdam, una de varias alrededor del país para rechazar al partido de ultraderecha.

“Muchas personas en nuestro país están tan conmocionadas como yo por la reunión al descubierto de extremistas de derecha, miembros del AfD y enemigos de la Constitución”, dijo el canciller en su cuenta de Instagram.

“Es tarea de nosotros, los demócratas, levantarnos y oponernos a ellos. Nuestra democracia es fuerte”, añadió.

Pero, además de las protestas, la reunión en la villa ha reavivado el debate sobre si se debe prohibir al partido de ultraderecha, una decisión que tomaría el Tribunal Constitucional.

La agencia de inteligencia interna alemana considera a varios estamentos del AfD extremistas de derecha, pero una prohibición del partido sería un paso mucho mayor.

El espinoso tema de la prohibición

Políticos de diferentes partidos han expresado la necesidad de evaluar una posible prohibición del partido. Y una petición en línea, creada antes del actual debate, tiene más de 600.000 firmas.

Quienes están a favor de prohibir al AfD consideran que es una amenaza para la democracia y que reuniones como la de noviembre lo confirman.

Además, como explicó el conocido periodista exiliado turco Can Dündar, sería mejor prohibir “partidos radicales como el AfD” antes de que gane elecciones, llegue a puestos de gobierno y potencialmente destruya estructuras democráticas.

Pero otros consideran que las posturas del AfD se deben combatir en la política y no en las cortes.

Y aseguran que, además, el proceso de prohibición, al ser largo y difícil, le daría más protagonismo al partido.

Un partidario del partido Alternativa para Alemania (AfD) hace un saludo hitleriano durante una protesta contra el gobierno, en medio del aumento vertiginoso de los precios de la energía, en Berlín, el 8 de octubre de 2022. Foto: Reuters

Una posible prohibición “tiende a la victimización de los partidos”, le dice a France 24 Paulina Astroza, quien dirige el Centro de Estudios Europeos de la Universidad de Concepción, en Chile.

“Esto a su vez genera una empatía por aquellos sectores que no se sienten representados por los partidos tradicionales,” añade.

Asimismo, hay quienes aseguran que una prohibición no eliminaría las ideas del partido y los votantes buscarían otras maneras de legitimarse.

De ahí que el tema de la prohibición sea uno espinoso, que en Alemania además tiene pocos precedentes.

El Tribunal Constitucional ha prohibido dos partidos, ambos en la década de 1950. Esfuerzos más recientes para prohibir el partido neonazi NPD no fueron exitosos. Los requisitos para una prohibición son estrictos.

De ahí que un posible proceso contra el AfD, por tanto, no tenga garantizado el éxito.

Lo que es evidente, más allá de estos debates, es que la reunión secreta está generando una polémica tan fuerte que se está discutiendo incluso sobre las fortalezas y las debilidades de la democracia en Alemania.

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