Bolsonaro defiende una ley laboral que "se acerque a la informalidad"

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Efectivos militares conversan con Jair Bolsonaro durante un acto en Río de Janeiro, en noviembre. Foto: AFP

En una reunión privada con parlamentarios, el Presidente electo dijo que es necesaria una reforma, porque hoy "ser patrón en Brasil es un tormento".


Ya lo ha reiterado un par de veces este mes. La semana pasada, durante un encuentro con diputados del Movimiento Democrático Brasileño (MDB), del Presidente Michel Temer, Jair Bolsonaro aseguró que "nadie más quiere ser patrón en Brasil". Y el miércoles, en una reunión privada con la bancada del partido Demócratas (DEM), el Mandatario electo dijo que "ser patrón en Brasil es un tormento". Claro que esta última vez fue más allá. Según la prensa brasileña, el próximo inquilino de Planalto planteó durante su discurso que la actual legislación laboral, en lo posible, "va a tener que acercarse a la informalidad", para que sea lo más flexible posible. Y la frase no pasó desapercibida.

El discurso de Bolsonaro fue registrado en un video publicado en Facebook por el diputado federal del DEM por Río de Janeiro, Francisco Floriano, que transmitió parte del encuentro en vivo.

Allí, el Presidente electo afirmó: "La legislación laboral, en lo que sea posible, sé que está encerrada en el artículo séptimo (de la Constitución). Va a tener que acercarse a la informalidad". Ese artículo, según consigna el portal G1 de Globo, es el que garantiza el décimo tercer salario (aguinaldo), vacaciones, seguro de desempleo, entre otros derechos a los trabajadores.

El tema ya había generado polémica durante la campaña, cuando el general Hamilton Mourão, candidato a vicepresidente de Bolsonaro, calificó el pago del aguinaldo como una "jabuticaba brasileña" (nombre de un árbol nativo local), un "peso en la espalda de los empresarios" y "una visión social con sombrero ajeno". "¿Si recaudamos 12 salarios por qué pagamos 13? Es el único lugar del mundo en el que el trabajador toma vacaciones y gana más dinero. Esto es cosa nuestra", dijo Mourão en un acto en Río Grande do Sul, en septiembre.

En esa oportunidad, ante el malestar generado por el comentario de Mourão, Bolsonaro desautorizó a su compañero de fórmula. Así, publicó en Twitter que quienes critican el décimo tercer salario desconocen la Constitución. Al mismo tiempo, negó que esto pudiera hacerse (eliminar el aguinaldo) e, incluso, prometió crear este sueldo anual complementario para los beneficiarios del programa social Bolsa Familia.

Electo con un discurso de liberal en economía, bajo la tutela de Paulo Guedes, que será su superministro de Economía, Bolsonaro ha prometido realizar reformas estructurales a partir de 2019, entre ellas, una nueva revisión de la ley laboral aprobada en 2017 por el gobierno de Temer y que entró en vigor en noviembre de ese año. Según el diario Folha de Sao Paulo, en sus intervenciones, el Presidente electo ha dicho de forma genérica que pretende hacer nuevas flexibilizaciones porque el empresario es desestimulado en Brasil debido al "exceso" de derechos de los trabajadores.

La ley laboral reformada en 2017 y que contó con el respaldo de Bolsonaro, fue promovida por Temer como una herramienta clave para la recuperación económica, al flexibilizar la legislación que regía desde 1943. Resistida por varios sectores de la sociedad, la normativa agiliza los procesos de contratación y de despido y debilita a los sindicatos, según sus detractores.

En sus declaraciones sobre el tema, Bolsonaro ha dicho que su gobierno pretende revisar los puntos que no interfieran en el artículo séptimo de la Constitución. "Quiero saludar a quien votó la reforma laboral. Debemos profundizar en ello. Nadie más quiere ser patrón en Brasil, es horrible ser patrón en Brasil con esa legislación. "Queremos, a través del Parlamento, cambiar las leyes, hacer que tengamos el placer de ver a la gente invirtiendo en Brasil y a las personas dentro de Brasil creyendo en su potencial", dijo el Mandatario electo durante su reunión con la bancada del MDB.

"El trabajador es el que va a tener que decidir: un poquito menos de derechos y empleo o todos los derechos y ningún empleo, es la palabra de quien emplea en Brasil", afirmó Bolsonaro en el encuentro con parlamentarios la semana pasada, ocasión en la que también defendió el fin del Ministerio del Trabajo.

Pero especialistas en derecho laboral citados por Folha interpretaron con temor la declaración de Bolsonaro sobre la "informalidad" del trabajo. Otávio Pinto e Silva, profesor de Derecho del Trabajo de la Universidad de Sao Paulo, afirmó que es adecuado tener diversificación entre diferentes contratistas en Brasil, siempre que eso no altere parámetros que garanticen un "nivel civilizatorio mínimo". "Garantizar un trato legal diferente entre grandes empresas y micro emprendedores es una opción viable. No es adecuado que la flexibilización venga a partir de la supresión de derechos", dijo.

"La ley 13.467 (de la reforma laboral) se mostraba una solución a la informalidad, pero verificamos lo contrario 12 meses después. De 2017 a 2018, se creó un millón de nuevos puestos informales, llegando a más de 39 millones. No me parece un buen camino ", comentó al diario paulista Guilherme Feliciano, presidente de la Asociación de Jueces Laborales.

Los datos divulgados por el Catastro General de Empleados y Desocupados (Caged) muestran que en el primer año, la reforma laboral creó menos empleos de lo esperado. La estimación del gobierno de Temer era que se abrieran dos millones de nuevos puestos con contrato formal. Sin embargo, en noviembre de este año alcanzaban sólo a 298 mil.b

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