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Brian Winter: “No imagino a Trump enviando tropas al terreno en Venezuela”

En medio de la creciente presión de EE.UU. contra el régimen de Nicolás Maduro, el editor jefe de Americas Quarterly cree que “lo máximo que veríamos sería una campaña de bombardeos aéreos contra objetivos en territorio venezolano”.

El presidente Donald Trump conversa con el mayor general del Ejército estadounidense Walter "Walt" Piatt, comandante general de la 10ª División de Montaña del Ejército y Fort Drum, en 2018. Foto: Archivo

“Eres los Estados Unidos, eres el futuro invasor de la América ingenua que tiene sangre indígena”. Recurriendo a estas líneas iniciales del icónico poema “A Roosevelt”, del poeta nicaragüense Rubén Darío, escritas en 1904, el periodista estadounidense Brian Winter inicia una columna publicada el lunes pasado en The New York Times, donde, entre otros temas, aborda la amenaza de Donald Trump de bombardear objetivos dentro de Venezuela en un aparente intento de forzar la salida de Nicolás Maduro.

Y así como a principios del siglo XX Rubén Darío se dirigía al Presidente Theodore Roosevelt, quien acababa de utilizar el “gran garrote” del poder militar para apoyar la creación de una nueva nación, Panamá, para proteger el control estadounidense sobre la zona del canal en aquel país, Winter sostiene que “en la actualidad Estados Unidos vuelve a desplegar su poderío militar y económico en Latinoamérica como no se había visto en décadas”. “Sin embargo, si hay herederos de Rubén Darío, han permanecido sorprendentemente callados. La reacción dentro de la región a la ‘doctrina Donroe’, como algunos llaman a la política de Trump hacia Latinoamérica, ha sido hasta ahora mayoritariamente silenciosa, y a menudo de franco apoyo”, destaca el editor jefe de Americas Quarterly, revista estadounidense dedicada a la política, los negocios y la cultura de América, en la columna titulada “No te dejes engañar por el silencio de Latinoamérica ante Trump”.

El presidente Donald Trump observa una demostración con tropas de la 10ª División de Montaña del Ejército de EE.UU., un helicóptero de ataque y artillería, durante su visita a Fort Drum, el 13 de agosto de 2018. Foto: Archivo

Analista experimentado de la política latinoamericana, con más de 20 años siguiendo los altibajos de la región, Winter analiza en la siguiente entrevista con La Tercera el incierto escenario que enfrentan Nicolás Maduro y su régimen en medio de la escalada de tensiones entre Washington y Caracas.

Donald Trump ha dicho que con Nicolás Maduro se pueden “hacer las cosas por las buenas”, pero también “por las malas”. Dentro de estas últimas opciones, ¿cuál es la medida límite que EE.UU. puede adoptar contra Venezuela?

El Presidente Trump tiene diversas opciones militares en Venezuela, pero no puedo imaginarlo enviando tropas estadounidenses al terreno. Es casi impensable. No por la oposición del Partido Demócrata, sino por la de su propia base. De hecho, los mayores obstáculos para una gran campaña militar en Venezuela tienen que ver con la política interna, más que con factores externos. El movimiento Make America Great Again (o MAGA) ha dejado claro que no quiere que se repitan las llamadas “guerras eternas” de la década de 2000, de Irak y Afganistán. Esta facción es vocal y poderosa, representada por figuras mediáticas con grandes plataformas, como Tucker Carlson y también por funcionarios actuales, como J.D. Vance, el vicepresidente, veterano de la guerra de Irak que posteriormente se volvió muy crítico de las intervenciones estadounidenses en el extranjero. Una encuesta reciente mostró que el 70% de la población estadounidense se opone a la acción militar en Venezuela. Esto incluye la resistencia del grupo que le importa a Trump: sus propios partidarios. Ahora bien, nunca se sabe con certeza con Trump. Pero creo que lo máximo que veríamos sería una campaña de bombardeos aéreos contra objetivos en territorio venezolano.

El presidente venezolano, Nicolás Maduro, asiste a un mitin en Caracas, el 1 de diciembre de 2025. Foto: Xinhua Pedro MATTEY

Trump aseguró que “muy pronto” comenzarán los ataques terrestres en Venezuela. ¿Qué blancos se espera que ataque Estados Unidos?

La cuestión de qué objetivos concretos tiene Estados Unidos dirá mucho sobre el objetivo de la campaña. Trump podría atacar objetivos “puramente” relacionados con el narcotráfico, como supuestos centros de distribución o campamentos de grupos como el ELN, o podría optar por objetivos cívico-militares, incluyendo aquellos pertenecientes a las Fuerzas Armadas venezolanas. Si es la primera opción, probablemente se trate de una campaña limitada: Trump podría contentarse con atacar varios objetivos, causar un espectáculo dramático, pero finalmente no insistir en la salida de Maduro. Si es la segunda, si escala para atacar también objetivos militares venezolanos, entonces Trump podría, de hecho, tener en mente un cambio de régimen.

Algunos expertos advierten que uno de los riesgos para Trump es el provocar que Venezuela descienda por una crisis política e institucional que beneficie a los grupos criminales y guerrillas que controlan amplios territorios en la frontera con Colombia. ¿Comparte ese análisis?

Venezuela ya está controlada por un grupo criminal, o al menos una dictadura con fuertes elementos criminales. Son extremadamente permisivos y, de hecho, apoyan abiertamente al ELN y otros campamentos cerca de la frontera con Colombia. Supongo que, en teoría, la situación podría deteriorarse; de hecho, William Neumann, periodista del diario The New York Times residente durante varios años en Caracas, escribió un libro sobre Venezuela en 2022 titulado Las cosas nunca están tan mal que no puedan ir peor. Pero, francamente, la situación ya es bastante grave, en esta zona y en varias otras.

Imagen del 2 de diciembre de 2025 de un hombre caminando frente a un mural en apoyo al presidente venezolano, Nicolás Maduro, en Caracas. Foto: Xinhua/Li Muzi

Una gran interrogante parece ser qué pasa si Maduro cae, convirtiendo “el día después” en el verdadero desafío. ¿Quién tendría la capacidad institucional para evitar que Venezuela derive en un “Estado fallido”?

Bueno, mucho depende de cómo caiga Maduro. ¿Será expulsado por los comandantes militares venezolanos, quienes creen que, al sacrificarlo, aún pueden conservar el poder? ¿Será un acuerdo negociado con Trump? De ser así, ¿con qué franqueza Washington intentará controlar lo que venga después? ¿Insistirá Washington en una transferencia inmediata de poder a Edmundo González, quien ganó las elecciones de 2024, o habrá algún tipo de proceso de transición? ¿Intentarán la administración de Trump y la oposición venezolana excluir por completo a actores del régimen, como el Ejército venezolano, siguiendo el ejemplo de Estados Unidos con el Partido Baaz en Irak tras la caída del régimen de Saddam Hussein? ¿O intentarán encontrar un lugar para los chavistas en la mesa de negociaciones? Me gustaría pensar que, tras la calamidad de Irak y Afganistán, tenemos personas en lugares como la Casa Blanca y el Departamento de Estado planteándose estas preguntas. Serán clave para determinar qué sucederá después.

Brian Winter, editor jefe de Americas Quarterly. Renato Parada

Con una oposición venezolana debilitada y fragmentada, con muchos de sus líderes en la clandestinidad o en el exilio, ¿cree que el sector podría hacerse cargo del país en caso de que Maduro dejara el poder?

No cabe duda de que María Corina Machado y su equipo han elaborado un plan político y económico detallado para sus acciones al asumir el cargo. Su llamado “Plan del Billón de Dólares para la Transformación Económica de Venezuela” delinea los próximos 14 años y se centra en recuperar el papel perdido del país como centro energético. Creo, basándome en mis propias conversaciones con apasionados exiliados venezolanos, que muchos de ellos querrían regresar a Caracas para ayudar en la transición. La pregunta abierta es qué permitirán las condiciones políticas internas el primer día de su gobierno. Es un misterio que no soy capaz de responder. No estoy seguro de que alguien pueda.

María Corina Machado recibirá la próxima semana el Premio Nobel de la Paz. La líder de la oposición es criticada de exagerar las amenazas que representa Maduro para justificar el uso de la fuerza por parte de Estados Unidos para derrocarlo. ¿Considera que el hecho de que Machado sea partidaria del uso de la fuerza y la intervención extranjera en su país deslegitima su galardón?

Entiendo algunas de estas críticas. Pero también quiero señalar que durante los últimos 15 años la oposición venezolana ha intentado todas las tácticas posibles: protestas pacíficas, llamados a la comunidad internacional y la participación en elecciones, incluyendo las de 2024, que ganaron legítimamente. Ninguna de estas tácticas ha funcionado. En cambio, la oposición se ha enfrentado a la tortura, las ejecuciones y el exilio. María Corina Machado ha logrado unificar a la oposición venezolana como nadie antes y goza de un fuerte apoyo del pueblo venezolano, como lo demuestra el resultado electoral del año pasado. Ha luchado por la democracia y los derechos humanos a pesar de tener que operar en la clandestinidad. No creo haber conocido a nadie más valiente.

Imagen del 25 de noviembre de 2025 del presidente venezolano, Nicolás Maduro, hablando durante la Gran Marcha de las Banderas y de la Espada Bicentenaria, en el Paseo Los Próceres, en Caracas. Foto: Xinhua [e]MARCOS SALGADO

En su última columna en The New York Times, usted destaca el silencio de América Latina ante la política de Trump y una encuesta que asegura que el 53% de los latinoamericanos apoyarían una intervención militar estadounidense para deponer a Maduro. ¿Qué explicación tiene para estos fenómenos? ¿Cuánto influye en ello el flujo migratorio en la región?

Es un fenómeno interesante, ya que estas mismas encuestas indican que Donald Trump no goza de popularidad en la mayor parte de Latinoamérica. Sin embargo, en todas partes, desde Chile hasta Colombia y México, la gente está extremadamente frustrada con la delincuencia y la violencia y apoya las medidas, incluidas las de Donald Trump, para combatir estos males. Mientras tanto, las encuestas de Latinobarómetro y Cadem, por mencionar dos ejemplos, también indican que Nicolás Maduro es el político más detestado en Latinoamérica. Chilenos, colombianos y argentinos han visto con sus propios ojos el costo de la opresión e incompetencia de Maduro, con la llegada de refugiados venezolanos a sus ciudades. Por lo tanto, tiene sentido que, a pesar de las amplias objeciones a Trump y Estados Unidos, exista apoyo a acciones que combatan a los grupos del crimen organizado y que puedan conducir al retorno de la democracia y la prosperidad a Venezuela.

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