
Estudio revela que han aumentado ataques de Rusia a Ucrania desde que Trump volvió al poder
El análisis de la BBC concluyó que los atentados con drones y misiles se incrementaron más del doble desde que el mandatario republicano regresó a la Casa Blanca, pese a que durante su campaña presidencial de 2024 prometió alcanzar un acuerdo de paz “en 24 horas”.

El viernes pasado expiró el plazo que el presidente estadounidense Donald Trump le había dado a su homólogo ruso Vladimir Putin para poner fin a su guerra en Ucrania, bajo la amenaza de que enfrentaría “aranceles muy severos” y una nueva ola de sanciones de no hacerlo. De cara a ese ultimátum, la cadena británica BBC publicó un estudio que concluye que, desde el regreso del republicano a la Casa Blanca, el 20 de enero pasado, el Kremlin ha duplicado el número de ataques contra Kiev.
Los ataques ya venían en aumento durante el mandato del entonces presidente Joe Biden en 2024, pero se incrementaron bruscamente tras la victoria electoral de Trump en noviembre. Desde su regreso al poder, los ataques aéreos de Moscú han alcanzado los niveles más altos desde el inicio de la guerra, en febrero de 2022.
Según la inteligencia militar ucraniana, la fabricación de misiles balísticos en Rusia creció un 66% en el último año.

Según el informe, que utilizó datos de la Fuerza Aérea de Ucrania, entre el 20 de enero, cuando Trump asumió el cargo, y el 19 de julio, se lanzaron 27.158 misiles, proyectiles y otros tipos de municiones contra objetivos en Ucrania. El 25 de enero, Rusia llegaba hasta los 6.000 lanzamientos mensuales de drones y misiles, mientras que el 23 y 24 de ese mes no superaban los 2.000.
La semana pasada, más de 30 personas murieron en ataques aéreos rusos contra la capital ucraniana.
En comparación, la cadena británica señaló que durante los últimos seis meses del gobierno de Biden, Rusia lanzó 11.614 misiles, drones y proyectiles contra Ucrania, con un aumento significativo de los ataques en los últimos meses de su mandato, cuando ya se había confirmado la victoria de Trump en la carrera contra la demócrata Kamala Harris.
Los datos contradicen una vez más la imagen del líder estadounidense como un “gran negociador” quien, durante su campaña, prometió poner fin a los combates “en 24 horas” si volvía a la presidencia.
Las promesas de paz de Trump
El mandatario estadounidense además afirmó en 2024 que la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia podría haberse evitado si hubiera estado en el cargo un presidente al que el Kremlin “respetara”, acusando a Biden de haber permitido al líder ruso Vladimir Putin lanzar la invasión en febrero de 2022.
“Esta brutal guerra fue provocada por la incompetencia de Joe Biden y ha durado demasiado tiempo”, afirmó la viceportavoz de la Casa Blanca, Anna Kelly, en un comunicado enviado a BBC Verify, el equipo de periodistas que utiliza inteligencia de fuentes abiertas, imágenes satelitales, análisis de datos y técnicas forenses para verificar datos.
Kelly agregó que “el presidente Trump quiere detener la matanza, por eso está vendiendo armas de fabricación estadounidense a los miembros de la OTAN y amenazando a Putin con duras sanciones y aranceles si no acepta un alto el fuego”. En las primeras semanas de la nueva administración, la Casa Blanca emitió una serie de comunicados cordiales que parecían dirigidos a invitar al presidente Putin a suscribir un acuerdo.
Pero las pausas –anunciadas en marzo y julio, y posteriormente revertidas por el propio líder del Kremlin– se produjeron mientras Rusia aumentaba de forma constante su producción de misiles y drones.
Durante ese período los ataques rusos contra Ucrania disminuyeron brevemente en comparación con las últimas semanas del gobierno de Biden. Pero en febrero, cuando diplomáticos estadounidenses encabezados por el secretario de Estado Marco Rubio se reunieron con la delegación del canciller ruso Sergey Lavrov en una cumbre en Riad, los ataques comenzaron a aumentar de nuevo.

A las conversaciones, que Rubio calificó como un punto de partida para poner fin a la guerra, siguieron diálogos mediados entre funcionarios ucranianos y rusos en Turquía. Ese mismo mes, mientras el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky era humillado públicamente en el Despacho Oval, Rusia lanzó violentos ataques aéreos y avanzó, con un alto costo humano, sobre posiciones en el este de Ucrania.
En marzo, tras el altercado con Zelensky, Trump suspendió la ayuda militar a Kiev y, en los meses siguientes, presionó a sus socios europeos para que aumentaran su gasto en defensa. El mes pasado, el líder republicano anunció que enviaría baterías de defensa aérea Patriot a Ucrania, pero que los países europeos, no Estados Unidos, serían quienes las financiarían.
Cada batería Patriot cuesta alrededor de mil millones de dólares, y cada interceptor, cuatro millones, precisa la cadena británica.
La vulnerabilidad de Ucrania
Los ataques alcanzaron su peak a principios del mes pasado, cuando Moscú lanzó 748 drones y misiles contra Ucrania el 9 de julio, según datos de la Fuerza Aérea de Ucrania. Más de una docena de personas resultaron heridas en aquel bombardeo y dos murieron, según reportes.
En todo el mes de julio, Rusia lanzó un récord de 6.129 drones kamikaze iraníes Shahed contra Ucrania, rompiendo así el récord del mes anterior de 5.337, según datos de la Fuerza Aérea Ucraniana.

El aumento interanual es aún más dramático: durante julio de 2024, Rusia lanzó 423 drones contra Ucrania, lo que significa un aumento de más de 14 veces en el año. El portavoz de la Fuerza Aérea de Ucrania, Yurii Ihnat, dijo al diario ucraniano The Kyiv Independent que los datos son aproximados y que el número real de drones lanzados por Rusia puede ser mayor.
Rusia ahora es capaz de lanzar en una sola noche tantos drones como en un mes entero a principios del verano de 2024, aseguró.
Aunque Trump ha criticado en varias ocasiones el aumento de los ataques rusos, su creciente frustración no parece haber tenido impacto en la estrategia de Moscú. El 25 de mayo Rusia lanzó su mayor ofensiva registrada hasta esa fecha, lo que llevó al presidente estadounidense a exclamar con ira: “¿Qué demonios le pasó (a Putin)?”.
Desde entonces, Rusia ha superado en 14 ocasiones aquel récord de lanzamientos. Como respuesta, Trump exigió al Kremlin que alcanzara un acuerdo de paz con Ucrania antes del 8 de agosto.

El número de proyectiles rusos que logran atravesar las defensas aéreas ucranianas parece ir en aumento, y las explosiones en torno a la capital, Kiev, se han convertido en parte de la vida cotidiana para sus residentes. “Cada vez que te acuestas no sabes si vas a despertar al día siguiente, y eso no es una forma normal de vivir”, dijo Dasha Volk, una periodista que vive en la ciudad, al programa Ukrainecast de la BBC en junio.
Y aseguró: “Cada vez que escucho una explosión o un misil volando sobre mi cabeza, muchos pensamientos pasan por mi mente, como ‘voy a morir ahora’ y cosas así.”
El estado de las conversaciones
A principios de julio, dio a Moscú un plazo de 50 días para un alto el fuego, que se redujo a solo 12 días a finales del mes pasado y venció el viernes pasado.
De lo contrario, Trump amenazó con imponer nuevas medidas económicas contra Rusia, uno de los pocos países que se libraron de su aumento global de aranceles, así como sanciones secundarias contra cualquier nación que comercie con Moscú.
La escalada de críticas coincidió con algunos de los ataques más severos de Rusia contra Ucrania, algunos de los cuales el estadounidense calificó de “grotescos”.

El miércoles, a dos días de la fecha límite de Trump, el principal negociador de la Casa Blanca, Steve Witkoff, estuvo en Moscú, donde se reunió con Putin durante unas tres horas. El encuentro fue descrito por el asesor presidencial Yuri Ushakov, exembajador en Estados Unidos, como “útil y constructivo”.
Después de ese encuentro, la Casa Blanca anunció ese mismo día que Trump podría reunirse con Putin esta semana para discutir la guerra en Ucrania, aunque altos funcionarios advirtieron que aún quedaban serios “impedimentos” para lograr un alto el fuego.
El diario The New York Times y la cadena CNN, citando a personas familiarizadas con el plan, informaron que Trump planeaba reunirse con Putin esta semana y luego quería una reunión tripartita con el presidente ruso y su homólogo ucraniano.
Aunque la Casa Blanca ya había dicho que las sanciones secundarias entrarían en vigor el viernes, el presidente estadounidense se mostró más optimista: en su plataforma de redes sociales, Truth Social, afirmó que se habían logrado “grandes avances” en Moscú y que trabajaría para poner fin a la guerra.
Finalmente, Trump dijo que se reunirá con Putin el próximo viernes en Alaska, después de adelantar los términos de un posible acuerdo de paz para poner fin a la guerra en Ucrania que podría incluir “algún intercambio de territorios”.
Según Bloomberg, los rusos podrían proponer una tregua aérea a Trump para apaciguar al líder estadounidense hasta que se alcance un acuerdo que Moscú considere más favorable. Sin embargo, aún no está claro si la Casa Blanca, o aún más importante, si Kiev, aceptará la propuesta.
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