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Intercambio de territorio: la propuesta de Rusia para congelar la guerra en Ucrania

La agencia Reuters señaló que en el acuerdo propuesto por Rusia, Kiev se retiraría completamente de las regiones orientales de Donetsk y Luhansk a cambio de la promesa de Moscú de congelar las líneas del frente en las regiones meridionales de Kherson y Zaporiyia.

Volodymyr Zelensky y Donald Trump en la Casa Blanca.

En medio de las negociaciones por la guerra de Rusia en Ucrania, el Presidente Donald Trump le dijo al mandatario Volodymyr Zelensky que Kiev debe “intercambiar” tierras para llegar a un acuerdo de alto el fuego con Moscú.

Aunque no está claro aun a qué se refiere el mandatario estadounidense, Zelensky se ha mostrado reacio a aceptar cualquier acuerdo que requiera que Ucrania ceda territorio.

La agencia Reuters señaló que en el acuerdo propuesto por Rusia, Kiev se retiraría completamente de las regiones orientales de Donetsk y Luhansk a cambio de una promesa rusa de congelar las líneas del frente en las regiones meridionales de Kherson y Zaporiyia, dijeron las fuentes.

La línea del frente abarca seis regiones (el frente activo se extiende por al menos 1.000 kilómetros), pero si se mide desde la frontera con Rusia, llega a 2.300 kilómetros, indicó la agencia The Associated Press (AP).

El Presidente Donald Trump y su par ucraniano Volodymyr Zelensky en una reunión en el Salón Oval, acompañado del vicepresidente de Estados Unidos, J.D. Vance, y el jefe de gabinete de la Presidencia ucraniana, Andriy Yermak. Foto: Casa Blanca

“La entrega de territorio obligaría a quienes no estuvieran dispuestos a vivir bajo el dominio ruso a hacer sus maletas y marcharse. Muchos civiles han soportado tanto sufrimiento y derramamiento de sangre desde que las fuerzas prorrusas comenzaron a combatir al Ejército ucraniano en el este en 2014 y desde la invasión a gran escala en 2022”, añadió.

Desde un punto de vista militar, abandonar la región de Donetsk en particular mejoraría enormemente la capacidad de Rusia de invadir Ucrania nuevamente, según el think tank Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), con sede en Washington.

Ceder a tal demanda obligaría a Ucrania a abandonar su “cinturón de fortaleza”, la principal línea defensiva en Donetsk desde 2014, “sin garantía de que los combates no se reanuden”, dijo el instituto en un informe reciente.

Esta línea defensiva ha impedido los esfuerzos de Rusia por apoderarse de la región y continúa impidiendo los esfuerzos de Rusia por tomar el resto del área, afirmó ISW.

Por otro lado, un acuerdo de paz que obligue a Kiev a aceptar el intercambio de territorio ucraniano con Rusia no solo sería profundamente impopular, sino que también sería ilegal según su Constitución.

El texto plantea un desafío importante para cualquier acuerdo que implique un intercambio de tierras porque requiere un referéndum nacional para aprobar los cambios en las fronteras territoriales del país, dijo a AP Ihor Reiterovych, profesor de política en la Universidad Nacional Taras Shevchenko de Kiev.

“Los cambios en la integridad territorial solo pueden realizarse por decisión popular; no pueden hacerlo el presidente, el gabinete de ministros ni el Parlamento”, afirmó. “La Constitución establece que solo mediante referéndum se pueden realizar cambios en el territorio de Ucrania”.

Si durante las negociaciones Zelensky acepta intercambiar territorio con Rusia, “en ese mismo minuto será un criminal porque estaría abandonando la ley principal que rige a Ucrania”, dijo Reiterovych.

Las regiones ucranianas de Donetsk y Luhansk, conocidas colectivamente como Donbás, fueron una potencia industrial en la era soviética, un lugar de minas de carbón y fábricas de acero. También tiene ricas tierras de cultivo, ríos importantes y una costa en el Mar de Azov.

Históricamente, el Donbás era la zona más “rusa” de Ucrania, con una minoría significativa de rusohablantes.

Fue en ese lugar dondeel presidente ruso Vladimir Putin inició sus esfuerzos para desestabilizar a Ucrania en 2014, tras la anexión de Crimea. Milicias prorrusas, algunas de ellas bien equipadas con tanques, surgieron por toda la región y rápidamente arrebataron las ciudades de Luhansk y Donetsk a un Ejército ucraniano entonces mal preparado y poco motivado.

Durante casi ocho años, los enclaves separatistas fueron escenario de combates, a veces feroces, entre los separatistas respaldados por Rusia y las fuerzas ucranianas, que dejaron más de 14.000 muertos, según cifras ucranianas.

Al menos 1,5 millones de ucranianos han abandonado el Donbás desde 2014. Se estima que más de tres millones viven bajo la ocupación rusa. Moscú distribuyó cientos de miles de pasaportes rusos a residentes de las zonas del Donbás controladas por los separatistas.

El Presidente Donald Trump y el mandatario ucraniano en el Salón Oval, el lunes. Foto: Casa Blanca

En vísperas de la invasión rusa a gran escala en febrero de 2022, Putin declaró que el llamado mundo civilizado “prefiere ignorarlo como si no existiera este horror, este genocidio al que están siendo sometidas casi cuatro millones de personas”, y reconoció a Luhansk y Donetsk como Estados independientes.

Más tarde, ese mismo año, Moscú anexó unilateralmente -e ilegalmente- ambos territorios después de referendos simulados, junto con las regiones sureñas de Zaporiyia y Kherson, a pesar de ocuparlas sólo parcialmente.

“Para el Kremlin, hay una enorme diferencia entre retirarse de territorios ocupados (como hicieron los rusos cuando abandonaron gran parte del norte de Ucrania en 2022) y renunciar a áreas formalmente absorbidas por la madre patria, especialmente para un líder como Putin, que está obsesionado con una ‘gran Rusia’”, indicó la cadena CNN.

Los analistas afirman que, al ritmo actual, las fuerzas rusas tardarían varios años en completar la ocupación de lo que se ha anexado. Asimismo, hay pocas posibilidades de que Ucrania recupere gran parte de lo que ya ha perdido: casi todo Luhansk y más del 70% de Donetsk.

Pero Kiev aún conserva el “cinturón fortaleza” de ciudades industriales, ferrocarriles y carreteras que constituyen una barrera importante para las fuerzas de Putin: lugares como Slovyansk, Kramatorsk y Kostiantynivka.

Por otro lado, los países europeos creen que cualquier alto el fuego debería basarse en la actual línea del frente de 1.000 kilómetros de longitud, que ha permanecido en gran medida estática desde que las fuerzas rusas fueron repelidas después de la invasión inicial en 2022.

Sin embargo, las tropas rusas han seguido avanzando en el este de Ucrania, y Putin podría mostrarse reacio a detener su ofensiva . Por ejemplo, está cerca de rodear la ciudad de Pokrovsk, que ha sido un objetivo desde hace tiempo. Incluso pequeños avances territoriales pueden poner en riesgo la logística y las líneas de suministro de Ucrania ante ataques de drones rusos FPV (vista en primera persona) .

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